Conozcan a Jenna Phillips, la influencer que abandonó todo para vivir como perro… ganando más que todos nosotros juntos…
El Internet es un lugar raro a veces (o casi siempre), pues tan sólo en una semana hemos tenido a una mujer gallina, un Joker surcando las aguas en medio de la pandemia, o a quien fuera Darth Maul jugando con su sable de luz en Instagram… Y ahora, en nuestra querida sección WTF, les presentamos el caso de la Influencer que ha ganado miles de dólares viviendo «como perro».
Su nombre es Jenna Phillips, de 21 años, quien solía trabajar de optometrista hasta que decidió abandonar todo para vivir su sueño dorado, aceptar su realidad canina y dejar que el mundo le pague por fotos y vídeos en OnlyFans.
Ella ha comentado que siempre «se sintió como un cachorrito» al crecer, disfrutando jugar a que le lanzaban una pelota o que le dijeran que era «una buena chica» y le rascaran la barriguita, pero aunque esto no era en plan para adultos, esto fue cambiando poco a poco una vez que abrió su cuenta de OnlyFans.
Después de dos años de contenido normal en esta cuenta, Jenny decidió abandonar su trabajo de optometrista cuando fue contactada por hombres de Chicago que le prestaron un mundo nuevo para ella, la «pet play scene», un juego de roles de imitar mascotas.
«Me siento como un perro. Sólo quiero dar vueltas por todos lados, jugar a atraparla, que me rasquen la cabeza, correr, jugar. Todo eso. Solía pretender que era un CACHORRITO cuando niña.
Pensándolo bien, Es algo que siempre estuvo ahí, solo no sabía que había un mundo de esto, yo sólo creía que era mi personalidad.
Cuando hablamos de imitar mascotas, la mayoría de las chicas imitan gatitos zorros o conejos y la mayoría de los perritos son hombres»
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Jenna (ThatPuppyGirl) obtiene $20 dólares por suscripción a su cuenta (unos 450 pesos), donde podrán verla persiguiendo pelotas, recibir baños, andar en el parque con correa, a veces como Dios la trajo al mundo… Pero esto no acaba ahí. Pues al ser de las pocas «mujeres perro», más bien, la única al ser un mercado dominado por hombres, obtiene muchos pedidos personales, que van desde los $,1200 dólares en adelante (26 mil pesos, aproximadamente).
«Si alguien me dice lo que quiere, le doy una tarifa. Mientras más personal sea, más les va a costar. Esto es lo que más amo, estoy tan agradecida de poder vivir haciendo lo que estaría haciendo, aún si no hubiera dinero de por medio.»
¡Este es un buen momento para recordarles que no abandonen sus sueños y no abandonen la escuela!
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