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Después de los eventos trágicos en Torreón, el Gobierno Mexicano comenzará a revisar el contenido violento en los videojuegos.
Reportado por Forbes, después de la horrible tragedia ocurrida en un Colegio de Torreón, la Secretaría de Gobernación del Gobierno de México (SEGOB) ha decidido comenzar a revisar la clasificación y contenido en los videojuegos.
Con el fin de que la juventud mexicana tenga un desarrollo humano, el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), comenzará una serie de acciones con respecto al material violento que existe actualmente en los videojuegos, televisión y la radio.
“El Sipinna revisará dos temas, el de salud y acompañamiento socioemocional, así como control en el acceso a armas de menores de edad”.
SEGOB también comentó que se encuentra trabajando junto a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para fortalecer el el Programa Nacional de Convivencia Escolar de educación básica. Esto con miras a ampliar la la perspectiva de los derechos humanos, así como mecanismos de alerta temprana para evitar cualquier incidente (Vía Atomix).
Junto a esto, el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) desarrollará programas integrales para la seguridad en escuelas de nivel media superior.
Todo esto es en respuesta a la tragedia ocurrida en Torreón la semana pasada, donde un joven asesinó a sus compañeros y maestra en su escuela. Horas después del incidente, el Gobernador del Estado de Coahuila, Miguel Riquelme, y diferentes medios se apuraron a culpar a los videojuegos por esto.
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Como mencionamos en un artículo previo, es hora de dejar de buscar culpables o chivos expiatorios, las regulaciones del contenido en los juegos existe, leerlas es parte de la responsabilidad de todo padre.
Actualmente (y lamentablemente) existe una sobre-exposición en México hacia la violencia, desde el crimen organizado hasta el bullying o abuso en el hogar, debemos trabajar, como sociedad, para crear ambientes propicios en el desarrollo de las futuras generaciones… Y sobre todo, dejar de culpar a los videojuegos de estos problemas.