Cruella se ha estrenado con miras a romper las taquillas y los servicios de Streaming
Si somos objetivos, ha pasado ya mucho tiempo desde la última vez que vimos una película de Disney que tenga la calidad que le dio la reputación que hoy día goza, y ya no decir de una racha de éxitos taquilleros como se alcanzó a ver a principios de la década pasada; tristemente, y quitando a Soul de la problemática, lo que hoy día da de qué hablar de las producciones del Ratón es la polémica que desata su dudosa calidad.
Y para recalcar el punto anterior, debemos enfocarnos en la insistencia de Disney de producir y atiborrar sus agendas de remakes en formato live action de sus clásicos animados, a veces con reestructuras horribles de las tramas, a veces con inclusiones forzadas, pero siempre con opiniones dispares tanto del público general como de la crítica especializada, desembocando en un pregunta que se ha tornado casi obligatoria: ¿qué necesidad hay de hacer estos remakes?
No obstante, y continuando con la línea de la objetividad, cuando de marketing y de hacer cantidades ridículas de dinero se trata, Disney sigue siendo un peso completo de clase mundial, y aprovechando el auge de las películas protagonizadas por villanos, se antoja como un acierto con toques de “casualidad” —comillas sujetas a interpretación de ustedes— que podría volver a traer las glorias que algunas vez Maléfica les hizo gozar; la pregunta ahora es: ¿Es Cruella esa reivindicación que Disney tanto ha estado buscando? La cinta se ha estrado, es hora de averiguarlo.
Cruella
Luego de atestiguar la muerte de su madre, Estella Miller, una niña con notables virtudes tanto para el diseño de modas como para meterse en problemas, se establece en Londres e intenta sobrevivir como ladrona callejera junto con Horace y Gaspar, un par de huérfanos que le enseñan a Estella los gajes del oficio.
Ya de mayor, Estella tiene la oportunidad de demostrar su talento ante la estricta actitud y exigente visión de La Baronesa, una diseñadora de modas con un prestigio envidiable y reputación apabullante. A medida que Estella se sumerge en el despiadado mundo de la moda, va develando diversas verdades y oscuros secretos que esconde La Baronesa, lo cual, la lleva a declararle la guerra para decretar a la mejor diseñadora, a la par que su alter ego, Cruella, comienza a tomar el control de la situación.
Lo bueno
*El diseño de arte y de vestuario.
Retomando la objetividad del inicio de esta reseña, es menester admitir que, dentro de todos los errores cometidos por Disney, lo que se mantiene en altos estándares es el apartado visual, y si bien, Cruella adolece un poco en los efectos especiales —ya hablaremos de ello— lo que deja boquiabierto al respetable, es el espectacular diseño de vestuario y maquillaje que se maneja en el film, digno de marca de diseñador prestigioso y que ya está siendo objeto de análisis en medios que no se especializan en cine.
El maquillaje se atiende punto y aparte y da el toque preciso para resaltar cada vestuario y cada idea que, en conjunto, son del deleite de los espectadores. No debería ser sorpresa ver a Cruella en la temporada de premios siendo nominada en las categorías referentes a vestuario, maquillaje y diseño de producción en general.
*Soundtrack
En tiempos recientes, las canciones que pueda incluir una película han obtenido cierto protagonismo, incluso, sin importar qué tan bueno o malo sea el film en cuestión. Guardians of The Galaxy o incluso Suicide Squad se regodean de ello, y Cruella podría fácilmente ser parte de este interesante grupo. Ambientada en el fascinante Londres de los 70’s, en el apogeo del hard rock, el punk y la música disco y en el nacimiento del Heavy Metal, resulta monumental acierto escuchar temas de Blondie, Bee Gees, The Clash, The Doors, Iggy Pop e, incluso, Black Sabbath; una amalgama de temas que quedan demasiado bien para lo que se pretende contar en pantalla.
*Actuaciones
Quien les escribe admite que Emma Stone es su actriz favorita, y la considera una de las mejores de su generación y, con todo ello, puedo decir que si bien su trabajo como Cruella resulta de alto nivel, no es de lo mejor que ha hecho. Su actuación por ratos es atrapante, por ratos, caricaturizada, pero siempre con contrastes demasiado extremos que dan como resultado una actuación inconsistente pero sin bajar su nivel.
Por su parte, Emma Thompson se desempeña bastante bien, no obstante, si es casi inevitable comparar el trabajo de Stone con el Joker de Ledger o Phoenix, acá es todavía más complicado no pensar en Meryl Streep como Miranda Priestly en The Devil Wears Prada. La misma esencia, el mismo tono y enfoque pueden apreciarse acá pero sin un lado vulnerable, lo cual, le hace perder cierta verosimilitud.
El resto del elenco, resaltando principalmente lo hecho por Joel Fry como Gaspar, Paul Walter Hauser como Horace y el fenomenal John McCrea como el también fenomenal Artie hacen de este elenco algo bastante disfrutable de ver y otorgan un valor agregado a Cruella.
Lo Malo
*Efectos visuales
Resulta ridículamente irónico que, siendo lo visual de lo mejor de Cruella, sus efectos visuales queden a deber. Los efectos prácticos lucen bastante bien, pero esa maldita dependencia del CGI para animar elementos que no habría necesidad de animar sigue siendo el don/maldición de Disney, tan sólo échenle un vistazo a los perros que aparecen a lo largo del film, que son de tan baja calidad que dejan pensando quién fue el responsable en Disney de decir que esto estaba bien y quedaba en el corte final.
*La dirección
Como mencioné en el apartado de actores, de tanto en tanto, estas mismas interpretaciones se notan caricaturizadas, este detalle debe de ser atribuido a la dirección de Craig Gillespie, que si bien trata de dar lo mejor de sí, hay partes en donde se siente como si el talento a su disposición superase sus propias habilidades. Aún con ello, debemos reconocer su trabajo al intentar reparar el peor de los errores de Cruella, lo cual es…
Lo Peor
El guion y la trama en general
Al ver Cruella, uno puede darse cuenta de que su guion fue tratado y corregido, al menos, unas tres veces, lo cual, deja demasiados errores que, incluso si se llegasen a pasar por alto, dejarán una inevitable sensación de vacío, como si algo le hiciera falta a la película.
Hay un vicio por recursos narratológicos de principiante —como el hecho de que Cruella acuda a sus compinches cada que descubre algo nuevo sobre La Baronesa y, a su vez, cambie sus motivaciones y, a la postre, termine siendo una sobre explicación lo que ya quedó entendido con lenguaje cinematográfico—, giros de trama endebles y poco sorprendentes y situaciones tanto verosímiles como caricaturizadas que desconciertan un poco a la hora de pensar en el tono de la cinta.
Con todo y que es obvio que tuvo demasiado tratamiento, al guion le faltó desarrollo, y su trama se antoja sumamente sosa, que palidece terriblemente ante el impresionante logro de la dirección de arte y hasta termina siendo injusto; una vez más, Disney nos entrega un empaque bonito con aire y vacío por dentro. Tal vez, en comparativa de elementos, que sólo haya un error garrafal en comparación de los aciertos no parezca tan malo, pero dicho error se comete justo en uno de los puntos más importantes de toda película, lo cual, podremos considerarlo algo garrafalmente grave.
Conclusiones
Respondiendo a la pregunta que intitula esta reseña, debemos decir que Cruella no es la reivindicación que Disney busca, ni siquiera se acerca a ser una obra trascendental como tantas veces lo han hecho, no obstante, no es un rotundo desastre y, al menos, cumple con el propósito de entretener.
Sin duda alguna, Cruella venderá millones en parafernalia y el diseño y estilo de la protagonista podría trascender en la cultura pop —no duden que veamos a decenas de personas disfrazadas como Cruella en temporada de Halloween—; por los millones de dólares de ingresos, Disney no tiene nada de qué preocuparse, por el constante declive en la calidad de sus películas para contar historias…
¿Ya viste Cruella? ¿Qué te pareció esta película? No olvides compartirnos tu opinión en la caja de comentarios.