Reseña y Detalles: Seis Manos 100% libre de Spoilers

Hace ya año y medio que se anunció la entrega de «Seis Manos», el nuevo anime de Netflix. Su elemento innovador es que toma lugar en México. ¿Es otra serie animada estadounidense con estereotipos mexicanos o de verdad vale la pena?

Adéntrate en este mundo de artes marciales durante el México de los 70’s y déjanos contarte si vale tu tiempo.

LA SINÓPSIS

San Simón es un pueblo fronterizo en México donde no pasa nada. En la década de los 70, tres huérfanos (Isabela, Silencio y Jesús) criados por un maestro chino de artes marciales son arrastrados por un torbellino de acción y misterio. En una aventura con narcos, rituales ancestrales y poderes demoníacos, todo puede pasar.

Tendrán que aliarse con una policía local y un agente de la DEA, todo esto después de que su Sifu y padre adoptivo es asesinado. Durante su aventura se encontrarán con nada menos que el producto de brujería ancestral.

LA PRODUCCIÓN

Seis Manos es una serie que está clasificada como TV-MA (que, en Estados Unidos, hace referencia a que es contenido no recomendado para menores de 17 años). Esto sería el equivalente para México y otros países hispanohablantes a un intermedio entre B-15 y C.

Seis Manos es una serie de producción estadounidense-mexicana, es publicada y distribuida por Netflix en asociación con Viz Media. Es también la primera serie animada completamente producida por Powerhouse Animation, un estudio creativo estadounidense dedicado a la ilustración y animación de contenido.

Dicho estudio ha trabajado en proyectos para New Balance, Coca Cola, ESPN, TED, etc. Y también ha colaborado en producciones como Castlevania, Looney Tunes, Epic Mickey 1 y 2, Final Fantasy XV, Mortal Kombat, etc. Teniendo todo este portafolio por detrás, no es de sorprenderse que la animación de la serie resulte tan familiar.

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En lo personal, me recuerda mucho a producciones como las dos entregas de Avatar (Aang y Korra), algunas de las últimas entregas de las películas animadas de DC, o incluso a la serie animada de Jackie Chan.

Antes de que leas nuestra reseña, toma en cuenta lo siguiente: a pesar de que actualmente lleve pocos ratings, esta serie ya tiene 100/100 en Rotten Tomatoes.

LA RESEÑA (Sin spoilers)

Desde antes de que pase el primer minuto, ya uno se puede dar cuenta de que será una serie con escenas fuertes. Y, en algunos casos, incómodas para cierto tipo de audiencia, pero pues, al final, eso es lo que muchos otros disfrutan, ¿no?

Las escenas de acción y peleas no van a faltar en ningún momento de la serie. Los golpes, los movimientos de artes marciales y los disparos fluyen a pesar de la tosquedad de la animación. No es una animación tosca por mala, sino porque retoma un estilo similar a algunos animes de los 90’s con movimientos pausados o entrecortados y otros movimientos mucho más rápidos y movidos. Claro que la cantidad de fotogramas por segundo también influye mucho, pero no deja de ser un buen trabajo de animación.

La animación recurre a un elemento no muy común en las series animadas para contar su historia principal: un filtro de televisión vieja. Sería común usar un filtro así al momento de presentar flashbacks, pero no al momento de contar momentos de la historia principal. Aun cuando la historia se desarrolla en los años 70 (que sería mi explicación de por qué usan ese efecto para la historia principal). Sin embargo, aunque no es utilizado a lo largo de toda la serie o en todos los capítulos, es un elemento bien recibido pues, de cierta forma, le da un aire de nostalgia.

El soundtrack y el diseño sonoro están al mismo nivel de calidad que la violencia mostrada en la serie. Muy buena fluidez y sincronización, y la musicalización usada tanto para los momentos de acción como los más tranquilos no podría ser más perfecta. Todo esto gracias al trabajo del compositor Carl Thiel.

De hecho, nos gustaría dejarles una pieza que aparece en la serie. «Mal hombre» es una producción de Carl Thiel; es una canción tradicional tejana de los años 30 y acompaña a una de las escenas de acción más emblemáticas de la serie.

El guion no es exactamente un trabajo de profundidad narrativa. Sin embargo, la trama te mantiene lo suficientemente enganchado como para terminar los 8 capítulos de 23 minutos en un día o dos (tal vez en una semana si eres de los que no se desvive como yo por terminar una serie una vez que la empieza). Los diálogos llegan a ser acartonados en ocasiones, y muchos mexicanismos (tanto si la ves en inglés cuando usan el espanglish, como si la vez en español) se sienten forzados.

Hay eventos bastante predecibles a lo largo de la historia, pero sigue manteniendo su toque de misterio. El ritmo con el que se lleva la historia ayuda a que lo obvio se disfrute y no se vuelva algo tedioso.

En lo personal, la elección del título se me hace genial: «Seis Manos» debido a las dos manos de los tres hermanos. Lo magistral del guion es cómo se logra que, al final, absolutamente TODO tenga sentido y te deje esperando una segunda temporada a la de YA.

La inspiración para la serie se disfruta y se aplaude, y me gustaría aclarar un punto aquí. Cuando los mexicanos escuchamos que algo está inspirado en México, sucede una de dos: nos predisponemos creyendo que será un estereotipo o nos emocionamos y creemos que le serán fiel a la cultura mexicana. Este no es ninguno de los dos casos.

El contraste de tantos elementos diferentes dentro de un mismo producto provoca que, aunque los personajes y el ambiente se desenvuelvan en México, se sienta algo ajena a la identidad mexicana, pero no raya en el estereotipo. Mi recomendación sería disfrutar la serie pensando en que simplemente son elementos que ayudan al desarrollo de la historia y no son pilares de la misma (como sería el caso de Coco la película de Disney, por ejemplo).

Los productores hacen un buen trabajo incluyendo temas que hablan sobre la cultura ‘sobrenatural’ mexicana: la magia, la brujería, los cultos, etc. A pesar de que obviamente parte de la narrativa es ficción que busca rellenar lo incomprendido de estos temas, se aprecia que no se aborden sólo como un estereotipo más de México.

No sé si calificaría esta serie animada como un anime, a pesar de que Netflix sí lo haga. Más bien diría que es una producción basada en el estilo del anime. Considero que el hecho de que sean personajes con ojos grandes, que incluyan elementos orientales y que usen menos fotogramas por segundo, no son elementos suficientes para llamarlo anime. Simplemente no se siente como tal.

CONCLUSIÓN DE LA RESEÑA

Esperamos que la historia continúe y se explote todo el potencial expuesto al final de la serie. Es intrigante el alcance que podría tener la historia, sin embargo, sí se pide más atención al guion.

Si bien Seis Manos no es una producción del todo innovadora o novedosa, no deja de ser excelente. Además, abre la puerta a nuevas historias al tratar de involucrar parte de la cultura mexicana en una producción que oficialmente está clasificada como anime, lo cual sí se aprecia.

La historia es adictiva y es fácil empatizar con los personajes. El trabajo de doblaje de Angélica Vale y Aislinn Derbez es bueno en inglés y en español; el de Aislinn es inesperado para ser sincero, pero agradable.

Seis Manos tomó todos los riesgos necesarios al ser una serie animada tan cruda, violenta y ficticia para que no rayara en lo ridículo, así que pedimos que no se salga de ese camino. Sí esperamos definitivamente más entregas.

Antes de terminar, queremos dejarles una más de las genialidades de Seis Manos: su maravilloso opening.

Y, por cierto, si quieres leer el resumen completo y enterarte de TODOS los spoilers de la serie, puedes dar click aquí.

Y tú ¿Ya la viste? ¿Qué te pareció? ¿Crees que merezca más de dos temporadas o sólo una más y ya?