Aggretsuko ha llegado a su final.
Tras cuatro temporadas de comedia y drama, Aggretsuko ha llegado a su fin, trayendo consigo una de las temporadas más sólidas, reflexivas y cómicas de todas. Y es que tras convertirse en idol, andar con un Steve Jobs, fraudes laborales y mucha proteína, ¿qué más le puede pasar a nuestra querida Retsuko? Mucho, la respuesta es mucho.
Ubicada poco después de los eventos de la cuarta temporada, Retsuko y Haida por fin han establecido una relación, misma que se verá afectada por cosas como el desempleo, las exigencias personales y emocionales, inclusive se da tiempo de una tremenda crítica social, pues aunque parezca algo extraño, Haida termina viviendo en un café Internet, cosa que nos resulta imposible entender en esta parte del mundo, pero en Japón se ha convertido en una problemática social, donde cientos de jóvenes o adultos se ven obligados a vivir en espacios mínimos al no tener acceso a una vivienda propia o bien, haber pasado por tantas cosas que se aíslan del mundo para solo cumplir funciones como trabajar o comer.
Y es que desde el primer episodio nos hacen entender que esta vez las cosas se van a poner intensas en todo momento, por lo vemos a Haida batallar con una adicción a los videojuegos por su desempleo, a Retsuko insegura por los comentarios de los demás sobre su relación, los problemas de comunicación, inclusive cosas como “¿Qué pasa después del felices por siempre? ¿Cómo es acostumbrarte a vivir con tu pareja y qué tanto tardas en odiarla?”
Pero no todo es crítica social, pues la temporada final de Aggretsuko está llena de comedia, con interacciones entre los personajes nuevos y viejos, sobre todo Shikanabe, una zorrillita que se roba toda escena donde aparece, tanto por su misterio como por su personalidad, tanto que ahora queremos un spin-off de ella.
Esto es solo la primera parte, pues la segunda de la temporada le pone el pedal al fondo y complica aún más las cosas, pues aunque lo que más anhela Retsuko es una vida laboral y en pareja normal y tranquila, es de nuevo que la presión social le obligan a aceptar una posición que no desea.
No te vamos a decir mucho sobre qué es lo que pasa al final, pero si te podemos decir que nos quedamos algo cortos con esta narrativa, por lo que 2 episodios más hubieran añadido mucha más historia y cierre a todo esto.
Conclusión:
La última temporada abarca muchos temas en muy poco tiempo, desde la presión social de las relaciones en pareja y las obligaciones de cada integrante, las exigencias morales de los japoneses, las costumbres arcaicas sobre la política, el olvido hacía aquellos que no tienen más apoyo que otros “fracasados” como ellos, etc.
Esta mezcla de temas, combinados con personajes entrañables y queridos, da por resultado una temporada encantadora y llena de sorpresas, que aunque corta, hizo más ruido que antiguas temporadas.
Aunque el final se siente apresurado, este logra atar todos los cabos sueltos. Pero nos deja queriendo saber más de los nuevos personajes, sobre todo de Shikanabe, de quien exigimos un spin-off junto a Fenneko.
En resume, Aggretsuko, Temporada 5, es más que un final, es una despedida a un mundo entrañable del cual esperábamos risas y en más de una ocasión nos soltó las lágrimas.
¡Que nunca se olvide el poder de la ira!