La nueva película de JLO y Owen Wilson, «Cásate conmigo» se estanca en el entretenimiento más palomero y vacío del año.
«Una estrella del pop descubre que su prometido la engaña momentos antes de su gran boda, así que decide casarse con un completo desconocido del público, sin saber que podría unir sus vidas, posiblemente, para siempre”, esta es la premisa de la directora Kat Coiro en Cásate conmigo pero suena mejor de lo que en realidad es.
Aunque la producción trata de ser una película que habla del amor en personas maduras pero la narrativa y los acontecimiento parecen ser contados por adolescentes, lo cual hace bastante soso y sufrible la experiencia, ya que sinceramente el público al que está dirigido no es el mismo para el que está narrado y hay ligeros choques entre un concepto y otro.
Owen Wilson es lo más sólido dentro de la película, siempre ha sido un actor encantador y en esta ocasión nuevamente muestra esa faceta actoral por la que ha sido reconocido aunque esta vez en un papel adecuado a su edad. Un profesor de matemáticas divorciado que lucha por el amor de su hija en esta era digital y sus escenas son las más estables en la cinta.
Sabemos que JLO no es exactamente destacada en la actuación pero no es ajena a ella, sin embargo este podría ser uno de sus peores papeles y eso es mucho decir. Básicamente hace una versión satírica de sí misma pero termina dejando una imagen adolescente atrapada en una señora a la que la juventud se le ha escapado.
La fórmula de las películas de comedia romántica suelen presentar una historia lineal con una problemática que lleva al clímax de la historia y hay ejemplos de películas donde realmente no sabes qué sucederá con los personajes, pero en Marry Me (Cásate Conmigo) nunca se siente que exista una problemática, pues la situación cada vez es menos realista y profunda.
Sarah Silverman sería el punto favorable en la película, aparece como la amiga del personaje de Owen Wilson pero el personaje es el mejor escrito y el que hace los momentos más agradables y divertidos.
La cinta aborda tres sub-tramas, la pesada y abrumante farándula que rodea a los famosos y el estilo de vida superficial que hoy en día domina en redes sociales con los influencers y el choque con el estilo de vida del hombre común y corriente, pero no hay cohesión ni resolución en esta crítica social que trataron de abordar.
La historia de la hija del personaje de Owen Wilson, Lou Gilbert (Chloe Coleman) se establece como punto de desarrollo central y termina disociado entre toda la historia quedando simplemente como una historia con un final rápido a improvisado.
Y finalmente la trama de Maluma con el personaje de JLO, ya sabíamos que Maluma simplemente saldría unos minutos y principalmente cantando. Pero no pudieron armar un argumento sólido para que su participación realmente tuviera una influencia en la historia general ya que a final de cuentas parece ser un extra más.
La fotografía y escenografía realmente se quedan en lo más básico y esperado dentro del género de este tipo de películas. Sin embargo, la canción que JLO y Maluma hicieron para la película es bastante pegajosa por lo que seguro saldrás con ella en mente y podría ser el único aspecto bueno de la película. Ya vemos venir Tiktoks con esa canción si es que alguien ve la película.
En conclusión, Cásate Conmigo es un intento más que se quedará en el olvido dentro de la amplia variedad de películas del género y ni hablar de los estrenos de febrero.