La brasileña Andrea dos Anjos, se abre paso en los Sex-Shop para evangélicos, prometiendo máxima discreción en sus entregas.
Según lo informa AFP, la tienda ofrece un espacio seguro para hombres y mujeres que profesen el evangelismo y que quieran explorar su vida sexual a través de «productos auxiliares para la relación», entre los que se encuentran juguetes eróticos, lubricantes y feromonas, una oferta limitada de productos no trasgresores para que los clientes «no tengan la sensación de que están haciendo algo equivocado» ante Dios.
Para crear su emprendimiento, la mujer que pertenece a la comunidad religiosa, habló con su pastor y este concluyó que llamarlo Sex-Shop era algo vulgar, «‘Eso asusta: muestra algo diferente de lo que somos; es vulgar’, me dijeron», por lo que la mujer optó por usar el término «tienda del amor».
Además de vender sus productos con total discreción, dos Anjos dedica parte de su tiempo a asesorar mujeres o parejas sobre varios temas, como la virginidad, lubricación y hasta problemas posparto, asegura que el cuerpo es un templo y cada uno lo debe cuidar.