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El perrito Monty logró dar una última vista a su paisaje favorito.

Perrito, montaña

Todos los que tenemos una mascota, sea un perro, gato o lo que sea, tenemos una conexión especial que está llena de cariño y amor, pero como sabemos, cuando toca el momento de despedirnos, este es un proceso difícil para todos.

Es por eso que Carlos Fresco decidió darle la mejor despedida a su perrito, Monty, llevándolo de paseo por última vez a su lugar favorito, la montaña Pen y Fan en Gales.

Monty era un Labradoodle, quien alcanzó los 10 años pero sus últimos 18 meses se vio afectado por la leucemia, y aunque recibió tratamiento de quimioterapia, este no mejoró de salud.

“Sabía que estaba disminuyendo rápidamente. Se veía bien desde el exterior, pero el cáncer significaba que no estaba recibiendo suficiente oxígeno para sus músculos; podía caminar un poco, pero no muy lejos”.

Con un carretilla y mucha determinación, Carlos llevó a Monty a dar su último paseo, pasando algunos días con unos amigos, paseando juntos antes del día especial.

Durante su última caminata, muchas personas se acercaron a Carlos y Monty, dándole mucho amor y caricias, inclusive ofreciendo a ayudar a cargar la carreta.

“A ese perro no le encantaba más que interactuar con otras personas. Le encantaba la atención: si te detenías, te ponía una pata o apoyaba la barbilla en tu muslo, mirándote como si dijera ‘vuelve a acariciarme’”.

Después de ir a la montaña, Monty falleció unos días después, el 21 de junio, justo después que pasaran juntos el Día del Padre. Carlos Franco regresó a su casa para enterrar a su mascota en su jardín.

“Aguantó para el Día del Padre. Estábamos durmiendo en el invernadero de mi amigo y vi a Monty en el jardín en las primeras horas de la mañana siguiente. Entró y se acurrucó a los pies de mi cama, y cuando me desperté, había fallecido. Creo que su pequeño corazón debió de fallar”.

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