Tras el sacrificio de al rededor de 17 millones de visones, las autoridades de Dinamarca han reportado que los cuerpos de estos animales están emergiendo nuevamente a la superficie.
Los millones de animales fueron enterrados en fosas comunes y cubiertos con tierra, pero no a mucha profundidad, por lo que el paso de los días y los gases del proceso de descomposición, han empujado los cuerpos hacia el exterior. Las autoridades aseguraron que aunque es algo terrorífico para la población, este hecho no representa una alerta sanitaria por lo que las tumbas serán sometidas a vigilancia para evitar infecciones.
“En relación con la descomposición se forman gases, lo que hace que el visón se expanda un poco (…) De esa manera, en el peor de los casos, son empujados fuera del suelo”, dijo Kristenser en declaraciones entregadas a la emisora DR y citadas por The Daily Mail.
Los visones fueron sacrificados luego de que se detectara una mutación del COVID-19 que se propagaba rápidamente y se transmitía estos animales hacia los humanos, situación que podía poner en peligro las vacunas que se estaban desarrollando en ese momento.
También cabe resaltar que los visones en su mayoría son reproducidos en granjas especializadas en el comercio de sus pieles, que son muy preciadas para la industria de la moda. Dinamarca incluso llegó a pagar a los agricultores por cada animal que mataban y ofreciendo bonificaciones si los sacrificaban en los primeros 10 días de la orden.
Este proceso tuvo fuertes críticas a nivel mundial y ha tenido varios problemas con el traslado de los cuerpos, pues se ha reportado que en distintas ocasiones, los camiones que llevan a estos animales, espacen sus restos a los lago de 12 millas