El principio del fin comienza con la sexta temporada de Bojack Horseman.
Como se reportó recientemente, Netflix decidió que la sexta fuera la última temporada de BoJack Horseman, cosa que podría decepcionar a los fanáticos de uno de los shows más queridos en la animación.
Pero, tras ver la primera parte de este casi-epilogo, comprendemos que esta serie requiere terminar con su arco de caída y ascenso del personaje.
En los noventas…
Algo que debemos aplaudir es que, a lo largo de seis temporadas, el equipo detrás de BoJack ha logrado crear un repertorio de personajes interesantes y multi-dimensionales, personajes que están tanto rotos por dentro, pero que de una u otra forma, podemos sentirnos identificados por su necesidad de mejorar, de sentirse felices y sobre todo, de aceptarse con sus rupturas.
Esta ha sido una historia que nos marcó mucho con episodios desgarradores, segmentos que lentamente comenzaron a destruir todos los ideales y creencias de un grupo de amigos que lucha por sobrevivir en la jungla de asfalto.
Pero si bien, la serie nos mostró la lenta caída en espiral de ellos, ahora podemos decir que nos ha comenzado a mostrar un nuevo destino de los personajes, la rehabilitación.
Y no solo nos referimos a que BoJack haya entrado a un programa de rehabilitación al cierre de la quinta temporada, si no que los demonios internos, los daños psícologicos, la lucha por la identidad (sexual, personal, etc) y los temores emocionales que han sufrido, ahora son enfrentados de forma inteligente.
La lucha de temas como la maternidad y mantener un trabajo, la asexualidad, el perdón, la infidelidad o algo tan simple como admitir que a veces, simplemente debemos aprender a decir no son narrados en ocho capítulos construidos magistralmente.
Esto, claro, mezclado con un humor cínico y con una crítica social hacía cosas que leemos diariamente, la compra de Disney a todo, el como los medios minimizan a la mujer, etc.
Mientras BoJack se acerca a la recta final de su carrera, se preparan diferentes aspectos referentes a la maduración emocional, aceptar los hechos, enfrentar a la realidad, y lo más duro, perdonarse a si mismo.
Esto tiene un fin, nos están preparando para decir adiós, este es el mismo caballo, en el mismo show, en el mismo mundo alocado, pero a su vez, no lo es, esta temporada marca un camino mucho más lento y calmado al que nos tiene acostumbrado.. Todd sigue siendo Todd, pero ahora ha comenzado a comprender que merece ser feliz, su aventuras alocadas se sienten más esporádicas.
Por cierto, escuchar a Jaime Camil nos sacó mucha de onda…
No sabemos si queremos un final feliz para un show que se caracterizó por años en presentar una realidad cruda y oscura, pero a su vez, queremos una despedida que nos permita tener un cierre emocional con unos personajes que hemos llegado a amar por años.
… Pero si bien, las cosas no pueden ir para bien en todo momento, pues sin spoilers, BoJack Horseman cierra con uno de los pasos necesarios para la completa rehabilitación, enfrentar los errores del pasado y sus consecuencias.
Conclusión:
BoJack nos ha mostrado tanto en estos años, su caída en espiral hacía la depresión, el abuso de las drogas y el daño que hizo a tantas personas (y a sí mismo) comienza a cerrar todas las líneas planteadas en su historia.
Si, tal vez algunos sientan que el show de Netflix ha perdido mucha fuerza al dedicarse a de/reconstruir al personaje para bien, pues es notable el esfuerzo por cambiar su modo de vida, su rehabilitación espiritual y emocional, pero esto es justo lo que merece después de tanto.
La sexta temporada de BoJack Horseman es el principio de un agridulce adiós a uno de los personajes más grandes, complicados y emotivos de la animación. Sin dudas, no podemos esperar para mirar su final definitivo el próximo año.