Nadie 2. vacaciones y acción en familia.
Agradecemos a Universal Pictures por permitirnos ver de nuevo a Bob Odenkirk en el papel de Hutch, uno de mis personajes favoritos y de la cual esta segunda cinta mejora mucho, aquí te contamos todo de Nadie 2.
| Estreno: 14 de agosto de 2025 | Género: Acción, Comedia Romantica |
| Duración: 1h 29m | Clasificación: C |
| Dirige: Timo Tjahjanto | Distribuye: Universal Pictures |
| Guionistas: Derek Kolstad, Aaron Rabin | Título original: Nobody 2 |
| País: Estados Unidos | Elenco: Bob Odenkirk, Christopher Lloyd, Sharon Stone |
Hay secuelas que existen solo por capitalizar un éxito, y hay otras que, aunque inesperadas, logran justificar su existencia ampliando el mundo del original. Nadie 2 (Nobody 2), dirigida por Timo Tjahjanto y protagonizada nuevamente por Bob Odenkirk, pertenece a este segundo grupo. Como editor y amante del cine de acción, confieso que llegué a la sala con cierta desconfianza: la primera película me pareció redonda, casi perfecta en lo que proponía, y temía que una continuación repitiera fórmulas. Para mi sorpresa, lo que encontré fue un viaje más caótico, más divertido, en cierto sentido, más liberador y natural.
Si la primera entrega exploraba la furia contenida de un hombre común empujado a la violencia, esta secuela se permite soltar las amarras y convertir la historia en una especie de comedia de acción ultraviolenta, absurda y encantadora.
La premisa de Nadie 2 es tan absurda como eficaz: Hutch decide llevar a su familia a un parque acuático en decadencia llamado Plummerville para pasar unas “tranquilas” vacaciones. Pero claro, la tranquilidad no es compatible con un hombre que arrastra un pasado violento, ni con un parque manejado por criminales, corrupción y negocios turbios.
Pronto, Hutch y su familia se ven envueltos en un conflicto con los malos, corruptos y una villana desquiciada interpretada por Sharon Stone, que aporta una energía explosiva. Lo que debería ser un descanso soleado se convierte en un campo de batalla donde los toboganes, las atracciones mecánicas y hasta los botes de remo se transforman en armas letales.
La historia no busca complejidad, vamos directo a la acción y a momentos que se salen de control, y eso es parte de su encanto. No pretende competir con thrillers densos, sino ofrecer una experiencia compacta (apenas 89 minutos) donde la acción y el humor son protagonistas.
De lo mejor que se tiene es la dirección por Timo Tjahjanto. Su experiencia en cine de acción indonesio y su estilo visual cargado de energía se notan en cada actuación y set. Aquí la violencia es contundente pero exagerada, rozando lo caricaturesco.
Hay peleas en arcades con fichas volando como proyectiles, tiroteos sobre lanchas de parque, persecuciones a través de toboganes y hasta un clímax en una montaña rusa donde el vértigo se mezcla con las balas. Todo filmado con una precisión quirúrgica y una cámara que no teme acercarse al impacto del golpe, pero que también sabe reírse de sí misma.
A diferencia de la primera película, que tenía un tono más contenido y oscuro, Nadie 2 abraza lo exagerado sin miedo, esto es lo que hace única a la cinta. Y aunque algunos podrían verlo como una pérdida de seriedad, para mí fue un movimiento refrescante: es la prueba de que la saga no quiere encasillarse, sino jugar con su identidad.
Entre tanto desmadre, hay un corazón que late. Hutch ya no es solo un hombre que oculta su pasado; ahora es un padre que intenta reconectar con su familia, especialmente con su esposa Becca (Connie Nielsen) y sus hijos Brady y Sammy.
Lo que en otra película sería un recurso cliché aquí funciona porque se integra con la acción. La dinámica familiar no está ahí solo como excusa, sino que se convierte en motor narrativo. Esa mezcla entre violencia extrema y emociones sencillas da a la película un encanto particular. Nos recuerda que Hutch no pelea solo por sobrevivir, sino por darle sentido a su vida familiar.
Bob Odenkirk vuelve a demostrar por qué este papel parece escrito para él. Su capacidad de oscilar entre el hombre común y el asesino implacable es natural. Cada golpe y cada gesto reflejan a alguien que aún se pregunta cómo terminó otra vez en medio del caos. Connie Nielsen agradece el mayor protagonismo: ya no es la esposa distante, sino una compañera que aporta fuerza y vulnerabilidad. Sharon Stone se roba cada escena como Lendina, la villana. Exagerada, despiadada, teatral: es la chispa que enciende gran parte del humor y la tensión. RZA, como Harry, vuelve con su frescura y complicidad fraternal, equilibrando el tono. Cameos como el de Christopher Lloyd añaden un guiño nostálgico y humorístico que el público celebró con risas y aplausos.
En conjunto, el elenco entiende perfectamente el juego: no se trata de realismo, sino de disfrutar el delirio.
Conclusión:
En un año saturado de blockbusters y franquicias recicladas, Nadie 2 ofrece un respiro distinto. No es un proyecto inflado por efectos digitales ni una saga que busca eternizarse. Es una película corta, explosiva y autoconsciente que se atreve a mezclar violencia brutal con comedia absurda. Me alegra ver que todavía se hacen películas que arriesgan en su tono, que no temen descolocar al público. Nadie 2 me recordó que el cine de acción puede ser tanto un espectáculo sangriento como un espacio para reírse de lo improbable.
¿Es perfecta? No. ¿Es memorable? Sí. Y sobre todo, es una secuela que no traiciona al personaje de Hutch, sino que lo empuja a nuevas fronteras: las de un hombre que, en medio de parques de diversiones podridos y villanos caricaturescos, sigue buscando el modo de ser un buen padre.
Nadie 2 es una montaña rusa en todos los sentidos. Una película que, en menos de hora y media, combina acción salvaje, humor negro y un corazón familiar que late bajo las balas. Puede que no tenga la sobriedad de la primera, pero gana en desenfado y diversión.
Como editor y como espectador, salí de la sala con una sonrisa, sorprendido de que una secuela tan improbable resultara tan disfrutable. Hutch Mansell sigue siendo el héroe menos esperado y más querido del cine de acción actual.
