Absolute Batman marca el inicio de una nueva era en DC Comics.
Cuando escuchamos que DC Comics buscaría la creación de un nuevo universo, el Universo Absolute, uno que (no nos hagamos tontos) buscaba «emular» lo que Marvel logró con el Universo Ultimate, tuvimos ciertas dudas.
Primero, ¿Qué reglas tomarían? ¿Serían las mismas de «no revivir» a nadie que muera? ¿Adaptarían a los héroes y villanos a tiempos actuales, como el Horny Hulk o el Cap racista? ¿Sería un reboot completo o sólo un pseudo-reboot como pasó con New 52 y Rebirth?
Y, sobre todo, recordemos que esta no sería la primera vez que DC intenta recrear su propia versión del Universo Ultimate, pues ya lo ha intentado con All-Star y Earth-One, que si nos preguntan, ambos tuvieron mucha mayor libertad creativa y buena recepción, pero no se publicaron muchas historias. Básicamente, quedaron en el olvido.
Luego llegaron las primeras imágenes y rediseños, nos presentaron a un Batman con toda la masa ósea en el pecho y un logo horrible, un Superman papucho con puños de fuego, y una Wonder Woman mucho más «amazona» de lo normal.
Obviamente, los memes y los temores no se hicieron esperar, pues, estos tres personajes tienen historias de décadas que llevamos en nuestros corazones, ¿cómo sería empezar de cero una vez más? ¿estos nuevos diseños e historias serían lo suficientemente interesantes?
Pues ahora por fin hemos tenido la oportunidad de leer el primer el número de esta nueva historia del personaje y vamos a decirte… ¡Valió completamente la pena este reinicio!
No nos adelantemos, en principio, este cómic corre a cargo de tres leyendas dentro de Scott Snyder, Frank Martin, y Nick Dragotta, y esto es notable, pues desde que abres el cómic notarás rasgos de que esto es algo nuevo, pero a la vez, emula ese sentimiento que te trajeron historias como The Dark Knight Retuns, Batman: Year One, el primer número del personaje en New 52 (2011), presentándonos lo que Gotham representa para estos personajes, una ciudad que una vez tuvo corazón, alma, pero todo fue drenado hasta el punto que ahora es una ciudad violenta y muerta por dentro.
Es aquí donde conocemos a Bruce Wayne, un joven de 24 años que trabaja en la construcción y práctica el boxeo, este no es el Bruce que siempre hemos conocido, pues sin una mentoría y sin una fortuna, ahora podemos sentir que es mucho más agresivo, algo que se siente cuando ves a Batman pelear.
Y justamente este cambio tan básico en el personaje es lo que le da una nueva identidad, aquí no necesitamos leer 800 cómics de algo para entender de lo que hablan, no necesitamos haber crecido conociendo las distintas eras de los cómics, sus canons pre o post Crisis, nada de esto, aquí se nos permite empezar de cero.
Este Bruce conoce a la ciudad pues creció con ella, sus amistades de toda la infancia incluyen a personas como Waylon James (Killer Crock), Selina Kyle (Catoman), Edward Nigma (The Riddler).
Snyder nos logra hacer entender dónde estamos parados desde el inicio, y al mismo tiempo, nos dice “esto ya lo conoces, ahora viene lo nueve”, todo esto acompañado de un arte sublime de Dragotta, pues se siente fluido y dinámico, y en ciertos momentos, reflexivo o agresivo, dependiendo de lo que la historia quiere hacerte notar, aún sin diálogos.
Gotham se encuentra sitiada no por un Joker o un Two Face o nada de esto, aquí la ciudad es regida por gente por máscaras de animales que son extremadamente violentas, no siguen un código moral, no tienen un gimmick que le de tiempo a Batman de resolver las cosas. Los Party Animal se divierten torturando a niños, mujeres, adultos, a la misma policía, y lo hacen de forma tremendamente agresiva.
Es por eso que, la violencia llama a violencia, y este Batman, aún siendo pragmático y con mucha técnica, disfruta rompiendo huesos, cercenando o inhabilitando de formas dolorosas usando sus nuevos gadgets, como sus alas gancho, sus cuernitos cuchillo, y lo más épico de todo, su símbolo se transforma en un hacha gigante… ¡En un hacha gigante!
¿Cómo le dio tiempo a un joven de 24 años tener tantos estudios y gadgets siendo pobre? Ni idea, pero es tremendamente disfrutable verlo en acción, puedes sentir su enojo, su irá con cada golpe y patada.
Este es un Batman que tiene todo en contra, por lo que debe ser preciso y agresivo para hacer notar su mensaje, esta es una historia que muchos necesitábamos leer en este momento, que nos quita siglos de historias, pero respeta el origen del personaje con un nuevo aire.
Conclusión de Absolute Batman #1
Hay algo que una vez leímos cuando niños, durante la introducción de The Dark Knight Rises de Miller, no recordamos exactamente las palabras, pero si mostraba el enojo y risas del autor al decir que, tras haber escrito el origen del personaje en Batman Year One, este era aún más joven que él mismo, su edad y su legado se mantenía joven, mientras que él se hacía viejo.
Y ahora, décadas después, entendemos exactamente lo que sentía. Sabemos que Batman estuvo antes que nosotros, y que Batman estará años después de que nosotros ya hayamos visitado el Valhalla, pero también es necesario que este se reinvente, que tenga sus Dark Knight Rises, que cambie sus orígenes, que se permita a si mismo explorar el mito detrás de la capa.
Absolute Batman es agresivo, es duro, pero a la vez, sigue siendo el mismo Bruce Wayne con el que crecimos, el que, aún en las noches más oscuras, nos ofrezca esperanza del amanecer.
Absolute Batman #1 es una lectura obligada para los fans, sean de la vieja o nueva escuela, y no podemos esperar para ver lo que Absolute Wonder Woman y Absolute Superman nos presenten en unas semanas.
