Todo comenzó con un sueño, el convertirse en Rey de los Piratas y encontrar el One Piece…
Estreno: 31 de agosto de 2023 | Distribuye: Netflix |
Duración: 8 capítulos (1h aprox) | Clasificación: +14 |
Productor: Eiichiro Oda | Género: Aventura/Acción |
Creación: Steven Maeda y Matt Owens | Compañías: Tomorrow Studios, Netflix, Shueisha |
El live-action que rompió la maldición
Después de fracaso tras fracaso al adaptar animes a series o películas live-action, Netflix nos demostró que si se toma en cuenta la opinión de los creadores, se apegan a los personajes y le invierten el dinero suficiente se pueden lograr grandes cosas.
One Piece ya se posiciona en la lista de «Los mejores ‘Live-Action’ de la historia» alcanzando el puesto #5, con calificación en IMDb de 8.5 por parte de la crítica y con una aceptación del público del 95% en Rotten Tomatoes. Puedes conocer más detalles sobre esto en nuestra nota especial, dando clic aquí.
El papel clave de Eiichiro Oda en One Piece
A diferencia de adaptaciones desafortunadas como Death Note o Attack on Titan donde se dejó la opinión de sus creadores de lado, la mente detrás de One Piece tuvo gran peso en las decisiones de esta adaptación, haciéndose presente en cada etapa del proceso y estableciendo 2 reglas inquebrantables, las cuales son las siguientes:
- Las historias detrás de la tripulación, al ser la adaptación de un manga de 1090 capítulos (y que continúa publicándose hasta el día de hoy) es obvio que la serie tendría que recortar varios aspectos. Sin embargo, la historia de cada personaje principal debía respetarse, ya que el Oda sabe la importancia que tiene en el desarrollo de cada uno de ellos.
- Los poderes y habilidades, cada personaje debía tener las mismas habilidades y poderes que en el manga, además de que las frutas del diablo y otros artefactos debían ser exactamente los mismos, además de no ser tomados a la ligera.
Antes del estreno, el mangaka lanzó un comunicado a todos los fans donde hablaba que esta no era una ocasión para llenarse los bolsillos de dinero, sino que finalmente había llegado la época donde gracias a la tecnología actual podría entregarnos un producto de calidad.
“No tengo la vida comprada, creo que esta bien podría ser la última oportunidad de llevar One Piece al mundo entero. Y si vamos a hacerlo, quiero aprovechar mientras sigo activo para supervisar el proyecto… Me sorprendió que mi Luffy, quien pensé que no existía, existe en este mundo. Me alegra ver el amor por One Piece disperso en cada rincón de la pantalla.”
escribió Eiichiro Oda
Una de las series más caras de la historia
Sabemos que detrás de cada éxito hay una gran producción, y para lograr tales semejanzas entre la historia original y la serie, Netflix Alemania reveló que el presupuesto para el live-action de One Piece ascendió a unos 17 millones de dólares por capítulo, convirtiéndose en la más cara de la historia, dejando atrás a la serie de The Crown que ocupaba el primer lugar con un presupuesto de 12 mdd por episodio.
La serie logra acertar en los aspectos visuales combinando distintos tipos de arte en los que se centra la mayor parte del presupuesto, el CGI para crear monstruos que contrasta con la belleza natural de la Ciudad del Cabo, el maquillaje de efectos especiales para los particulares villanos y la exactitud con la que se creó la vestimenta y caracterización de cada escenario y elemento que salía en pantalla.
Un minucioso y acertado casting
Una de las claves del éxito detrás de la serie fue el escrutinio que tuvo el Oda al seleccionar a su elenco, al final el mexicano Iñaki Godoy protagonizó a Monkey D. Luffy, Emily Rudd a Nami, Mackenyu a Roronoa Zoro, Jacob Romero Gibson a Usopp y finalmente Taz Skylar a Sanji.
Cada uno cuenta con un pasado cultural que alimenta la serie pero que no se siente forzado, además de que los actores añadieron de manera genuina sus propias personalidades sin dejar de reflejar la esencia del personaje que les correspondió. Debemos también de darles créditos extras al lograr algunas de las escenas de acción más épicas de la actualidad.
Lo que no gustó tanto…
La serie no es perfecta, a pesar de que comprendemos el hecho de que se recortaron batallas y removieron algunos personajes por el bien de la $erie, estos eran parte importante de cada capítulo. A pesar de que algunos de ellos no afectan la narrativa principal hay otros que nos preguntamos cómo su ausencia afectará el futuro, caso de Hachi el gyojin pulpo miembro de los Piratas de Arlong o el infame pirata Don Krieg.
Sin embargo, debemos de reconocer que no se olvidaron totalmente de ellos, ya que podemos ver guiños de ellos en conversaciones, posters de recompensas o referencias que podrás encontrar en los escenarios si prestas atención.
También algo que causó varios comentarios negativos es el excesivo uso de tomas con la cámara de ojo de pescado, si bien se comprende que se usó para crear el efecto de un cuadro de manga o anime, como vimos en Scott Pilgrim vs The World, no deja de marearnos en momentos donde una toma abierta y simple pudo haber hecho la diferencia.
También extrañamos la banda sonora original que a diferencia del anime pierde protagonismo en su live-action.
Como conclusión
One Piece es una serie que logró volver a enamorar a sus fans y que sembró la semilla de la curiosidad para aquellos que desconocían de su existencia. La historia va siempre en crescendo, los actores se adentran tanto en sus personajes que es difícil no respetarlos por eso, los combates llegan a ser casi exactos al anime y los ambientes crean la atmósfera perfecta.
El proyecto de Netflix logra concentrar la esencia del manga y el anime en una genuina adaptación que simplifica una complicada historia sin sacrificar demasiado, haciéndonos testigos de cómo los sueños de un grupo de jóvenes logran cambiar de manera positiva la vida de miles de personas, dejándonos en el camino algunas lecciones de vida que vale la pena rescatar.