La WWE y la industria de la lucha libre ¿que hay de la salud mental de los talentos y ex talentos?
La WWE y la industria de la lucha libre han sido criticadas por años por no prestar suficiente atención a la salud mental y las adicciones que enfrentan muchos talentos y ex talentos.
Los luchadores sufren traumas físicos y psicológicos constantes debido al grueso calendario de viajes, la naturaleza violenta del deporte y la exigencia de mantener una imagen pública. Sin embargo, durante mucho tiempo no se les ha brindado el apoyo adecuado para lidiar con estos problemas.
El estilo de vida errante ha llevado a muchos luchadores a la depresión, el abuso de sustancias y el aislamiento social. Se calcula que al menos 90 luchadores y ex luchadores profesionales han fallecido antes de los 50 años, muchos por suicidio o sobredosis, en las últimas décadas.
Aunque la WWE ha implementado recientemente programas para enfocarse más en la salud mental, quedan cambios fundamentales por hacer en la industria. Esto incluye un calendario menos exigente, mayor transparencia sobre los problemas de salud y la promoción de terapias y tratamientos para ayudar a los talentos.
Por ahora, la industria aún parece considerar la salud física de los luchadores como de mayor prioridad que su bienestar psicológico. Pero con tantas vidas y carreras afectadas negativamente, es claro que esta mentalidad debe cambiar para proteger a las futuras generaciones de talento.
Sara Lee nació en 1992 en Hope Mills, Carolina del Norte. Desde joven, siempre fue atleta apasionada de deportes como el baloncesto y el softball, siendo esta última una disciplina que la llevó a ser campeona estatal y nacional.
A pesar de su éxito en el softball, Sara siempre tuvo una gran pasión por la lucha libre y decidió dedicarse completamente a este deporte. Comenzó a entrenar en una academia local de lucha libre y rápidamente llamó la atención de la WWE, convirtiéndose en una de las participantes del reality show Tough Enough.
En el programa, Sara demostró su fortaleza física y mental, su carisma y su compromiso con la lucha libre. Ganó el programa y llegó a la WWE en 2015, debutando en el roster principal en 2016.
Sara se retiró de la lucha libre en 2016 y se casó en 2017 con el luchador Westin Blake, con quien tuvo tres hermosos hijos. Lamentablemente, Sara falleció el 5 de octubre de 2022 a la edad de 30 años, en un principio se especuló que fue por una enfermedad renal que había padecido semanas antes. Sin embargo, en días recientes se revelaron documentos forenses en los que se reveló que Lee falleció por suicidio, tras consumir una alta dosis de pastillas para dormir combinada con bebidas alcohólicas.
Lee se unió a Hana, Daffney, y Ashley Massaro en la lista de luchadoras que se suicidaron, encendiendo focos de alerta en lo que la industria de la lucha libre puede dejar para sus talentos vigentes y retirados. Más de un especialista ha pedido que todas las empresas de lucha libre más allá de la WWE que refuercen sus labores por el apoyo a la salud mental.