Tiempo aproximado de lectura: 4 minutos

Te contamos todo acerca de la película «El Teléfono Negro».

Estamos bastante sorprendidos de lo agradable que fue El Teléfono Negro ya que la manera en la que ha sido promocionada nos hace imaginar que será una película con una ambientación tétrica repleta de tripas y jumpscares a cada minutos, pero no, el director  Scott Derrickson  (Líbranos del mal, Siniestro y El exorcismo de Emily Rose) nos traen un thriller de suspenso con toda la vibra de los 80s muy al estilo de It o Cementerio de Mascotas, y es que esta basada en la obra de Joe Hill ( quien está dando grandes pasos en el suspenso),una fórmula que nos recuerda mucho a Stranger Things.

La película no trata de esconder sus raíces ni inspiraciones, claro que llega a tener problemas de coherencia con el guion pero por supuesto  podemos pasarlo por alto, ya que la película te mantiene en continua tensión, no trata de ser pretenciosa, es lo que tiene que ser, incluso se da la libertad de no tomarse en serio, con algunas bromas que te sacarán una sonrisa, incluso ya te podemos adelantar que esta vez el final si es satisfactorio no como en el caso de siniestro que simplemente se estrelló al llegar el fin.

Reseña: El Teléfono Negro, una llamada al suspenso clásico 1

Se podría creer fácilmente que esta película fue rodada en los 80s por lo asombrosamente bien logrado de su ambientación y además, la cinta hace buen so de los elementos del suspenso o terror que logrará hacer que te mantengas al filo de la butaca y no te pierdas ningún segundo de la trama.

El Teléfono Negro nos transporta a un pintoresco pueblo de 1979 y sus personajes son simplemente auténticos y encantadores, el diseño de vestuario y la dirección de arte se llevan los aplausos por un excelente trabajo, además que las actuaciones han sido de lo más satisfactorio, que decir de Ethan Hawke quien nos ha regalado el verdadero terror sin tener que actuar como un demente o hacer alguna voz de tirano.

Pues bien, veremos como un niño se encontrará encerrado en un sótano que es totalmente a prueba de ruido y que solo cuenta con un misterioso teléfono que no tiene línea pero solo recibe misteriosas y extrañas llamadas de espíritus de las anteriores víctimas del asesino. En estas llamadas el protagonista de la cinta estará obteniendo pistas que podrían servirle para escapar. A su vez, la hermana del niño raptado, Gwen, tiene una serie de sueños que le dan la historia de cada uno de las víctimas y que a la par servirán para guiarla en la búsqueda de su hermano.

Si bien Ethan Hawke es la principal atracción, no podemos menospreciar a Mason Thames quien para nada se ve opacado, ya que el papel de Finney un chico agradable (tal vez demasiado) e introvertido que jamás se involucraría en una pelea o al menos eso intenta y quien es la clásica víctima de Bullying quien interpone siempre el bienestar de los demás antes del suyo esto podría convertirlo en la víctima perfecta de un asesino serial, pero en realidad Finney es un sobreviviente y está aquí para demostrarlo.

Ya hemos tenido premisas con objetos que sirven de medium o puente con el más allá antes, se nos viene inmediatamente la serie de el aro donde el televisor es el portal al otro lado, pero Derrickson nos ha replanteado la formula y aunque los fantasmas parecieran la premisa principal, Teléfono Negro es realmente una película de suspenso, un thriller de asesinos seriales que tiene solo un toque de paranormal, algo digno de ver.

Si nos preguntan si tienes que ver El Teléfono Negro la respuesta es un rotundo sí, la película no pretende ser una obra maestra, sin duda no va a cambiar tu vida, pero claro que cumple con cada  una de sus promesas. Es divertida, emocionante, te sacará uno que otro sustito, suele ser estresante mucho tiempo con aquella clásica fórmula que decía “témele a lo que ves pero témele más a lo que no”. Una cosa es segura: The Grabber está detrás de la puerta y en cualquier momento vendrá por ti.

Soy sopa mcfly y no se pueden perder este filme, levanten su cosmos hasta el infinito y recuerden guardar la partida.