La exactriz Jennette McCurdy, recordada por su papel en la serie iCarly, hizo grandes revelaciones en su libro, entre ellas, el abuso que tuvo que soportar durante varios años.
En una entrevista con Entertainment Weekly, la actriz que interpretó a «Sam» en la serie juvenil, afirmó que el libro tuvo varios cambios en su portada, ya que ella quería transmitir diferentes emociones, «El confeti que sale de la urna parecía una buena manera de capturar el estado de ánimo de la tragedia, pero sabía que no quería ir tan lejos. como tirar confeti o saltar por los aires con una gran sonrisa en la cara […]”.
Jennette McCurdy, también dijo que este libro es una forma de darle voz a su antigua versión y «alentar a los jóvenes a hablar por sí mismos en entornos en los que puedan ser condicionados a simplemente ‘jugar a la pelota’ y ‘ser buenos en los deportes».
En varias ocasiones la exactriz, habló sobre su madre y la obsesión que esta tenía con convertirla en una estrella, a pesar de ser muy tímida. A los 6 años McCurdy comenzó a ser preparada para la actuación y sus trabajos en la pantalla chica eran el apoyo económico de su familia.
A la edad de 10 años comenzó a aclarar su cabello y blanquear sus dientes, un año más tarde comenzó con las restricciones de calorías, incluso confesó que cuando consiguió el papel de Sam en iCarly a los 14 años ya presentaba problemas con la anorexia. Estos no fueron los únicos hábitos que planteó su madre en ella que dañaron fuertemente su autoestima, la ex actriz también debía realizarse exámenes vaginales y mamarios periódicamente, además no la dejó ducharse sola hasta los 17 años.
Después del fallecimiento de su madre en 2013, Jennette McCurdy, comenzó a experimentar su sexualidad, abusó de la comida e incluso llegó a consumir alcohol, «No sabía cómo encontrar mi identidad sin mi mamá… y no voy a mentir, fue muy difícil llegar hasta aquí. Pero ahora, estoy en un lugar en mi vida que nunca hubiera pensado que fuera posible y finalmente me siento libre» dijo en su momento a People.