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La serie coreana de Netflix El Juego del Calamar se ha vuelto tan popular que no es raro que existan copias piratas rondando por el mundo, pero lo que si es poco común, es la noticia de que por ver esta serie varias personas sufrieron graves sanciones entre ellas el fusilamiento… esto en Corea del Norte.

Es bien sabido que Corea del Norte tiene estrictas leyes que rigen a su población en donde se les prohíbe casi todo lo que tenga que ver con el entretenimiento y sobre todo con aquel que provenga de otros países en especial de su vecino ya archi rival Corea del Sur.

Y es precisamente de estas leyes, la recién aprobada Eliminación del pensamiento y la cultura reaccionarios bajo la cual un grupo de personas pagaron graves consecuencias tan solo por ver El Juego del Calamar.

Te contamos este caso que ya le dio la vuelta al internet.

El Juego del Calamar

El Juego del Calamar: Sentencia a muerte

Y es que de acuerdo al medio Radio Free Asia un joven de preparatoria compró clandestinamente una copia de El Juego del Calamar que provenía de china en una USB, y después de ver la serie decidió compartirla con sus amigos de la escuela, así que corrió al voz y pasó la serie a varios de ellos… plot twist sale mal.

El problema aquí es que el gobierno de Corea del Norte tiene ojos en todos lados y fue precisamente uno de sus informantes quienes los delató y allí terminó su maratón clandestino.

Lamentablemente el joven que compró y distribuyó la copia de la serie fue sentenciado a morir en un pelotón de fusilamiento, mientras sus amigos con los que vio la serie fueron sentenciados a 5 años de trabajos forzados lo cual en ese país es similar a una sentencia de muerte.

Se dio a conocer que hubo un compañero de clase que pudo librarse de la pena al proceder de una familia pudiente que sobornó a las autoridades.

El caso no termina allí tristemente, pues debido a que los jóvenes decidieron ver la serie dentro de su escuela, todo el personal entre ellos maestros y administrativos fueron despedidos y condenados al destierro y al trabajo en las minas.

El Juego del Calamar

Lo que pasa es que de acuerdo al gobierno norcoreano no se trata solo de la desobediencia sino de promocionar una cultura de rebelión entre la población.

Pues aseguran es fácil que su población se vea identificada pues muestran a un grupo de personas con condiciones de vida complicadas y marcadas por la desigualada.