Ghostbusters Afterlife: ¡Vinimos, Vimos, les pateamos el…!
Los Cazafantasmas es tal vez una de las franquicias más icónicas y explotadas de la historia, pues como otras películas de la época, ya sea Terminator, RoboCop o Chucky, esta ha llegado a múltiples medios como los videojuegos, los cómics, crossovers en juguetes, etc.
Pero aunque la franquicia continúa creciendo en todos los medios posibles, la verdad es que en el cine no ha logrado repetir el éxito de su primera parte, ni con el “copy paste” que fue su secuela, ni con lo controvertida que fue su reboot femenino en 2016, ambas terminando con un “ok” entre los fans o un odio con la crítica.
Es por eso que Ghostbusters Afterlife era una apuesta tanto segura como arriesgada, pues traer de regreso el nombre de la franquicia en tiempos actuales era algo que fácilmente pudo haber provocado el enojo de los adultos y su eterno “me destruyeron la infancia”, el cringe de los jóvenes o el desinterés en la taquilla (sobre todo en tiempos de Coronavirus).
Afortunadamente la cinta logra superar estas barreras, conectando con las diferentes edades que logren verla, pues los pequeños se sentirán identificados con los personajes carismáticos y los adultos nos sentiremos de nuevo jóvenes (y con ganas de vivir) mientras recordamos cuando jugábamos a cazar fantasmas con nuestros amigos.
¿Cuál es el café más peligroso del mundo? El expreso…
Comencemos por lo básico, la historia nos traslada a un pequeño pueblo en medio de la nada, mismo que se ve afectado por fallas tectónicas y un misterio que podría afectar al mundo entero, es aquí donde entran nuestros protagonistas, Trevor (Finn Wolfhard), Pheobe (Mckenna Graec) y su madre, Callie (Carrie Coon), cada uno con su propio arco de historia que se une de forma natural.
Y creemos que todo mundo dirá lo mismo, Pheobe es el personaje que se roba la película, pues no hay escena donde la pequeña no se lleve las risas, la emoción o las lágrimas (y créenos que si creciste con la cinta original vas a terminar a moco suelto para cuando prendan las luces). Claro que todos tienen sus momentos, pero la cinta pudo llamarse fácilmente Phoebe y sus amigos… y no nos quejaríamos de eso.
Por otra parte, la cinta está repleta de pequeños detalles de la franquicia, de nombres o detalles que fueron nombrados en la primera, pues Afterlife es justamente esto, un legado, un “pasar la antorcha” a nuevas generaciones que van a comprender poco a poco la importancia del pasado.
Eso sí, Afterlife es continuación directa de la primera cinta, por lo que tanto Ghostbusters II y el reboot de 2016 han quedado fuera del canon, aunque no del universo, pues la franquicia cuenta con un multiverso donde todos estos conviven.
En cuanto a la historia esta se siente en un principio algo pesada o sin rumbo, pero en cuanto comienzan a aparecer “los espíritus chocarreros” es cuando todo explota en emoción, sobre todo con la aparición de viejos fantasmas conocidos y el nuevo Pegajoso, Muncher.
¿Qué pasa si tiras un pato al agua? Nada
No queremos entrar en muchos detalles para evitar spoilers, pero la cinta logra incorporar el pasado de la franquicia en más de una forma, tanto en personajes como en detalles que han sido explorados en otros juegos o cómics, por ejemplo pudimos saber más de Ivo Shandor.
Además de esto, mucho del soundtrack incluye los temas tradicionales y cuando los cañones de protones o el Ecto-1 son encendidos pudimos sentir escalofríos de la emoción,
Por último, en cuanto a la parte de los efectos especiales estos se ven impresionantes, nos quedamos con ganas de verla una segunda vez para intentar adivinar cómo lograron algunos de estos engaños al ojo, por lo que verla en el cine es algo obligatorio (no es cierto, si pueden quédense en casa al menos que sea seguro)
Conclusión (¿Cuál es el carro favorito de un fotógrafo? El Ford Focus)
Ghostbusters Afterlife es justamente lo que su nombre indica, un Legado, trayendo a una nueva generación a una franquicia llena de humor y emoción, mientras que los grandes disfrutamos de la nostalgia con pequeños detalles que nos emocionaron a lo grande.
Todos los personajes, desde los principales a los secundarios, tienen una química tremenda, y aunque Phoebe se roba la película, todos logran envolverte lo suficiente en su historia para querer seguir sabiendo más de ellos.
¿Es posible una secuela? Sí, sobre todo con las escenas post-créditos, pero desconocemos cómo puedan contar más de estos personajes de forma orgánica o natural.
Tal vez parezca que Hollywood se ha quedado sin ideas últimamente y todo sean reboots o remakes, pero Ghostbusters Afterlife es el ejemplo perfecto de cómo hacer bien una reinvención de una franquicia.