El universo principal de DC Comics está en constante crecimiento y cambio. Hay muchos personajes y equipos entretenidos para seguir, pero a veces los creadores de cómics pueden divertirse un poco, dejando volar si imaginación con historias que no afectan para nada la continuidad.
Desde 1989, se han realizado más de 100 historias autococlusivas de este tipo, de universos y realidades paralelas que tienen cabida dentro de la Distinguida Competencia bajo el sello «Elseworlds».
En esta ocasión te presentamos un conteo con 7 de las mejores historia del sello «Elseworlds».
1. Kingdom Come… Obviamente.
Más de veinte años han pasado desde su publicación en 1996 y Kingdom Come sigue siendo posiblemente la historia más querida y de mayor éxito de Elseworlds.
El par de genios Mark Waid y Alex Ross, nos regalaron esta historia que se desarrolla en el futuro, después del retiro forzado de Superman.
Es un mundo de héroes mucho más violentos, que luchan entre sí tanto como luchan contra villanos. Una horrible tragedia en el corazón de EE. UU. Obliga a Superman a ocultarse, pero la cuestión de si su modesto estilo de heroísmo puede existir en este nuevo mundo violento está muy en duda. Y cuando Batman y Wonder Woman entran en la ecuación, las cosas se vuelven literalmente apocalípticas.
2. Red Son del controversial Mark Millar.
Solo imagina que la nave de Kal-El se hubiera estrellado en Rusia, y en lugar de «verdad, justicia y el estilo estadounidense», obtenemos una herramienta sobrehumana de la Unión Soviética que lucha por «Stalin, el socialismo y la expansión internacional del Pacto de Varsovia».
Esta historia también nos brinda versiones interesantes de la Guerra Fría de otros personajes icónicos de DC. Fácilmente una de las mejores y más celebradas historias de Superman, y una de las últimas escritas por Mark Millar para DC Comics.
3. Gotham, la luz que agoniza.
Creada en 1989 por Brian Augustyn y Mike Mignola y considerada la primer historia Elseworlds, Gotham by Gaslight se situa en 1889 con un Bruce Wayne que se enfunda el manto del murciélago para combatir el crimen en su ciudad.
La historia es visualmente atractiva gracias al trazo de Mignola que nos presenta un diseño de personajes al estilo noir muy característico de su estilo.
Con un Joker con tendencias suicidas y un Bruce Wayne sentenciado a la horca, acusado de ser Jack el Destripador, está historia es impactante de inicio a fin.
4. Batman, Lovecraft llego a Gotham.
Similar al trabajo que Mike Mignola realizó en 1989 con Gotham By Gaslight, en Batman: The Doom That Came to Gotham del 2001 situa al murciélago en los años 20.
Bruce Wayne, tres una expedición en la Antártida asume un mal sobrenatural Lovecraftiano que amenaza con destruir Gotham.
5. Superman, balas de veloces.
Lo mejor de dos mundos en un solo superhéroe. De la mente del guionista J.M. DeMatteis y los lápices de Eduardo Barretto nos encontramos con un bebé Kal-El cuya nave se estrella en la mansión Wayne.
Una gran mezcla entre el origen de Batman posicionado con las habilidades de Superman y el desarrollo de ambos en un mismo personaje, digno de Elseworlds.
6. Dc Comics, un millón al futuro.
Grant Morrison imagina una Era de Plata un millón de meses después del Action Comics#1, situándolo en el siglo 853, donde los héroes de nuestra era luchan por sus vidas primitivas en ese futuro lejano.
Morrison no solo creó héroes para el siglo 853, sino que también echó un vistazo a los miles de años que separan a los héroes de «Un Millón» de sus homólogos actuales.
Personajes como Superman, Martian Manhunter, The Resurrection Man y Vandal Savage, son los únicos que han sobrevivido a ese lapso de tiempo.
7. El Clavo que cambió a la Liga de la Justicia.
¿Como sería el Universo DC sin Superman? En esta miniserie, un clavo tirado en la carretera pincha una llanta a la camioneta de los Kent cuando la nave de Kal-El llega a la tierra, ese atraso evitó que los amorosos graneros encontrarán a bebé kriptoniano.
Esto crea un mundo muy diferente al que los lectores están acostumbrados, con una Justice League muy diferente. Y si los Kent no encontraron la nave de Kal-El, ¿quién demonios lo hizo?