Glass: La culminación de la trilogía superheroica

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Hace poco se estrenó Glass a nivel mundial, y No Somos Ñoños tuvo la fortuna de estar presente gracias a Cinépolis. ¿Vale la pena?, ¿Es mejor evitarla? Conoce todo acerca de la última parte de la trilogía de Shyamalan. Antes que nada: es indispensable que veas «Unbreakable» (2000) y «Split» (2016) para…

Hace poco se estrenó Glass a nivel mundial, y No Somos Ñoños tuvo la fortuna de estar presente gracias a Cinépolis. ¿Vale la pena?, ¿Es mejor evitarla? Conoce todo acerca de la última parte de la trilogía de Shyamalan.

Glass: La culminación de la trilogía superheroica 1Antes que nada: es indispensable que veas «Unbreakable» (2000) y «Split» (2016) para poder entender la historia, y sobretodo su final.

La primera entrega de la saga la encontrarás en Netflix con el nombre de «El Protegido».

Ya aclarados estos puntos, comencemos…

¿Recuerdas la primera vez que leíste tu primer comic?

Esa sensación de duda constante, de saber el plan del villano y de cómo nuestro héroe saldrá victorioso, de qué pasará en el próximo tomo, el desear tener en tus manos el siguiente volumen para culminar la historia.

De eso se trata Glass, de revelar el pasado de los personajes, conocer sus debilidades y también sus proezas. La película te sumerge en esa sensación, ofreciendo una obra explicativa sobre la naturaleza de los superhéroes y los villanos.

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Y es aquí donde se divide la opinión del público, Glass no es una cinta de héroes y villanosno esperes la acción de Marvel o DC, Glass es una deconstrucción del Super Hombre.

¿Qué hace a un héroe?, ¿cómo sabe que este es real?, ¿qué pensará el mundo de estos meta humanos?, este es el propósito de Glass.

La historia continúa poco después del final de Split; con la caza de La Bestia (James McAvoy) por parte de David Dunn (Bruce Willis), todo esto mientras El Hombre de Cristal (Samuel L. Jackson), siempre en la sombra, orquesta su plan maestro.

Lo humano de un superhéroe

Glass: La culminación de la trilogía superheroica 3La construcción de un personaje ante procesos traumáticos puede permitir establecer bandos, ya sea como villano o superhéroe. En la película esta parte es profundizada con los símbolos que se usan a lo largo de la trama.

Podemos tomar, por ejemplo, el psiquiátrico y su comparación a Arkham Asylum (DC Comics). Ambos personajes son creados por dichos traumas y daños en la psique, con la diferencia del desarrollo particular y su despertar.

El despertar

La dualidad que Shyamalan expresa, es mediante una puesta en escena de las historietas gráficas, entre color y sombras… Los colores llamativos de los escenarios resaltan la importancia de cada momento, lo cual coloca a la ambientación de forma equilibrada. La negación de la naturaleza del superhéroe y el villano por lo posiblemente humano, es revelado mediante el estilo propio del director.

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La revelación del pasado de cada personaje y su búsqueda en esa realidad humana tan negada por su naturaleza, es la explotación del film, sin embargo, el final es el recurso más poderoso, siendo el despertar de una sociedad negada.

La narrativa, los fragmentos de la trilogía

Los primeros minutos son un telón a medio caer, al cerrar historias sobre personajes secundarios y continuar con los protagonistas al mismo tiempo. Esto ocasiona que llegue a ser tediosa por la falta de acción que se espera de la película.

Además, es notable que se llega a sobreexplotar la actuación de McAvoy dentro de su personaje. Sabemos que en su momento Split (Fragmentado) dio mucho de qué hablar.

Pero también debemos admitir que el personaje parece una copia exagerada y muy Hollywoodense de lo que nos mostraba Daniel Petrie en 1976 en la película Sybil, donde se documenta la vida de una niña que sufre el trastorno de personalidad múltiple.

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Siempre hay algo en el trabajo de Shyamalan que se percibe como incompleto. Y esta necesidad narrativa de construcción propia de los espectadores, es la que el director busca explotar en nosotros.

Muchos de los problemas de la cinta ocurren con los diálogos irreales de Shyamalan, que subrayan entre exagerados o con pausas largas… muy… largas, además de que mientras construye grandes personajes principales, los secundarios se sienten poco desarrollados, por no decir cómicos (o inútiles).

En si, Glass es muy diferente a lo que nos han mostrado en el cine en la última década, es más una perspectiva de análisis del hombre que una cinta de acción. Aunque esto tal vez no sea lo que la gente esperaba ver, sigue siendo una carta de amor hacía el conepto del Súper Hombre.

Sin embargo queda en ti la última crítica. ¿Y, tú ya viste Glass?, ¿te gustó?, déjanos tu opinión en los comentarios.