Agradecemos a Krillbite Studio por proporcionarnos una copia de Fruitbus para la elaboración de esta reseña.
| Desarrolla: Krillbite Studio | Género: Aventura, Indie, Casual |
| Distribuye: Krillbite Studio, The Iterative Collective | Clasificación: E |
| Jugadores: 1 jugador | Plataforma: PC (Steam), PS5, Xbox Series X|S y Nintendo Switch |
| Estreno: 28 de octubre de 2024 | Idioma: Español, Italiano, Inglés (+11) |
¡Un viaje lleno de sabores y amistades te espera en tu acogedor food truck personalizable! Recolecta ingredientes frescos para crear tu propio menú y luego alimenta estómagos y almas con platillos caseros. Cambia el mundo, una manzana a la vez.
Fruitbus, comida reconfortante para la comunidad
Desde el primer tráiler, Fruitbus deja claro qué tipo de experiencia quiere ofrecer: un juego cálido, tranquilo y lleno de momentos memorables. Es uno de esos juegos que te invitan a bajar el ritmo, respirar y disfrutar el camino, más que obsesionarte con llegar a la meta. Y aunque a simple vista podría parecer solo otro juego cozy sobre cocinar, la realidad es que hay mucho más cuando abres las puertas de tu food truck.
Un recuerdo que se convierte en viaje
La historia arranca con un recuerdo: tú, siendo niño, acompañando a tu abuela mientras ella maneja su querido Fruitbus. Este segmento funciona como tutorial, pero también como el ancla emocional de todo el juego. Todo se siente suave, familiar y lleno de cariño, lo suficiente como para que quieras quedarte ahí más tiempo del necesario.
Después, el golpe emocional llega sin exageraciones. Ya en tu versión adulta, descubres que tu abuela ha fallecido y te ha dejado una última petición: organizar un banquete de despedida y revivir la gloria del Fruitbus. No todos estarán dispuestos a participar desde el inicio, así que tendrás que ganarte poco a poco la confianza de los habitantes… que en este mundo son adorables animales antropomórficos, cada uno con su propia personalidad y manías.
Más que un food truck, es un pequeño mundo abierto
Uno de los mayores aciertos de Fruitbus es que no se limita a servir comida desde una ventanilla. Aquí hay exploración, recolección y descubrimiento. Caminas por distintos escenarios, recolectas frutas y vegetales, los llevas de vuelta al camión y cocinas platillos pensados específicamente para ciertos personajes.
Conforme avanzas, desbloqueas nuevas recetas y herramientas que amplían las posibilidades: pasas de simples ensaladas de fruta a cocinar en estufa y horno. Además, hay tres islas por explorar, cada una con ingredientes nuevos, rutas distintas y retos ambientales que obligan a mejorar tu camión.
Cocinar, manejar y mejorar
Cocinar en Fruitbus es simple, pero muy satisfactorio. Cortar fruta no requiere precisión extrema, basta mantener presionado un botón y disfrutar el proceso. Es una mecánica pensada para relajarte, no para ponerte a prueba. Lo mismo pasa con los horarios: tú decides cuándo abrir y cerrar el camión. No hay temporizadores estresantes ni penalizaciones severas, algo que se agradece bastante dentro del género.
Manejar el Fruitbus, en cambio, puede ser un poco más complicado. Todo se vive desde primera persona y no hay opción de cambiar la cámara, lo que puede resultar incómodo para algunos jugadores. Maniobrar el camión requiere paciencia, uso de espejos y algo de práctica, especialmente en zonas estrechas. Aun así, hay momentos donde simplemente manejar entre paisajes se vuelve extrañamente relajante.
Personajes adorables y una historia con matices
Uno de los puntos más fuertes del juego es su narrativa. A través de diálogos y pequeñas misiones, comienzas a conocer no solo a los habitantes del mundo, sino también distintas facetas de tu abuela. No es presentada como una figura perfecta, y eso hace que su historia se sienta más real y humana.
Hay escenas de recuerdo desbloqueables mediante recetas especiales, ilustradas con un arte sencillo pero muy emotivo. Detalles como hablarle a la urna de tu abuela dentro del camión pueden sonar extraños, pero terminan reforzando el vínculo emocional que el juego busca construir.
Un mundo encantador, aunque no perfecto
Visualmente, Fruitbus apuesta por gráficos simples y coloridos. No hay texturas complejas ni realismo extremo, pero el diseño de personajes y escenarios tiene suficiente personalidad para destacar. Ovejas torpes, personajes excéntricos y situaciones absurdas ayudan a que el mundo se sienta vivo y variado.
Eso sí, no todo es perfecto. Hay momentos donde la falta de indicaciones claras puede hacerte sentir perdido, sobre todo al inicio cuando debes de recolectar. Algunas mecánicas, como alcanzar frutas en lugares elevados o encontrar ciertos ingredientes, no siempre están bien explicadas. Además, en la portabilidad de la Nintendo Switch, si sufrimos algunos glitches que rompen un poco la fluidez, aunque rara vez al punto de arruinar la experiencia.
Conclusión
Fruitbus logra algo poco común: ser un juego cozy que no se queda solo en lo superficial. Su historia, el crecimiento progresivo de sus sistemas y la conexión emocional con sus personajes lo elevan por encima de una experiencia meramente relajante.
No es un juego para quienes buscan acción constante o controles precisos al milímetro, pero sí para quienes disfrutan explorar, cocinar sin prisas y dejarse llevar por una narrativa cálida y sincera. Con algunos ajustes de calidad de vida, podría ser aún mejor, pero tal como está, Fruitbus es una experiencia encantadora que vale la pena saborear con calma.
