Reseña: The King is Watching + Volcanic Update (Steam)

Introducción

La compañía tinyBuild nos ha brindado una colección bastante única de juegos independientes a través de los años. Siempre con dinámicas o propuestas diferentes que se sienten experimentales, la gran mayoría ha mostrado una gran aceptación y se han transformado en los favoritos de un nicho de jugadores. The King is Watching es un juego que se estrenó a mediados de este año y ha resultado en un gran éxito para quienes lo han jugado.

Ahora, con la nueva actualización que llegó este mes, la Volcanic Update, se proponen nuevas dinámicas: mapas, habilidades y tropas te esperan. En esta reseña nos centraremos en analizar el juego base, para aquellos que no han tenido la oportunidad de conocer a detalle The King is Watching, en conjunto con la expansión.

El ojo del rey está en todas partes

The King is Watching es un juego de construcción de reinos con mecánicas de estilo roguelite: tu misión consistirá en ir gestionando los terrenos de tu reinado para sacar el mayor provecho de tus recursos y crear un ejército lo suficientemente fuerte para confrontar las oleadas de enemigos. Pero tu reino es perezoso y solo trabajará en las zonas que tu agudo ojo vigila, por lo que la estrategia consistirá en saber cómo posicionar tus terrenos y elegir cuáles requieren de tu atención para que estén activos.

La rutina de jugabilidad comienza eligiendo el posicionamiento de tus recursos más básicos (agua, madera y trigo). Con el paso del tiempo tendrás que preocuparte de más variables: creación de guardias, comercio, una gran gama de materiales y su refinamiento, habilidades pasivas, etc. Cada cierto tiempo te atacarán hordas de enemigos (que varían según el mapa); tus tropas evitarán que dañen las murallas y, al derrotarlos, conseguirás recompensas diversas: recursos, artefactos, planos de edificios, entre otros.

Defiende y construye tu reino al mismo tiempo

El juego es sencillo de entender gracias al excelente tutorial que explica las mecánicas centrales, pero lo que más nos atrajo es la capacidad que tiene de profundizar su propia jugabilidad. No puedes quedarte estancado sacando unidades o recursos básicos, ya que los enemigos se volverán más fuertes, pero también debes tener noción de lo que quieres armar, pues no podrás abarcar toda la gama de recursos avanzados que te ofrecen.

A veces, en una ronda será más factible ir cosechando uvas, lo que te permitirá la apertura de ciertos esbirros; otras veces será más conveniente priorizar los cristales mágicos. Todo es un juego de adelantarse un par de jugadas para sacar el mayor provecho a lo que la partida te ofrece y estar preparado para la siguiente ronda. Y sí, perderás un par de veces antes de lograr la tan preciada victoria, pero The King is Watching contempla eso, ofreciendo un sistema de mejoras entre partidas para que puedas iniciar con mayores oportunidades.

La dificultad en The King is Watching es progresiva

Pero ojo, que a medida que mejoras, los niveles serán más complicados: enemigos con mayor vida, oleadas más rápidas, producción de recursos más lenta, etc. El juego propone una dinámica constante de mejoras para llegar a confrontar dificultades extremas. Y, francamente, es muy adictivo: algo que suena simple y repetitivo nos resultó ser una de las experiencias más entretenidas en juegos de gestión de reinados y defensa de torres. Siempre hay algo nuevo: un rey con otras habilidades, consejeros que te otorgan habilidades pasivas, extensiones de terrenos, entre otros.

Un punto débil que puede tener The King is Watching es que las partidas sí pueden ser muy extensas, de más de cuarenta minutos cada una y, a veces, se puede pronosticar una derrota con antelación, ya sea por nuestro propio descuido o porque simplemente aún no contamos con la fuerza necesaria para avanzar. Obtener mejoras no es difícil, pero puede ser algo tedioso, en especial si no sabes qué priorizar.

La Volcanic Update lleva el juego a otra frontera

Lo bueno es que cuentas con muchas variables que disfrutar y, la expansión Volcanic, ha traído consigo una serie de desafíos, enemigos, oleadas y objetos novedosos. Es increíble cómo la misma jugabilidad, con algunos pequeños cambios —como la estética, los jefes a enfrentar y nuevos hechizos, entre otros— puede generar horas de diversión adictiva. Sí, tendrás que avanzar por todo un ciclo de niveles para llegar al nuevo contenido, pero vale la pena y es necesario para llegar a la expansión con las mecánicas aprendidas al pie de la letra.

Otro gran punto a favor es su intuitiva interfaz; al poco rato de jugar entenderás lo que hace cada uno de los elementos y cómo gestionar todo de forma sencilla. Cada selección y decisión se realiza de forma instantánea, puedes adelantar el tiempo para que obtener recursos sea más expedito y, en general, ha sido uno de los sistemas más cómodos de entender en lo que respecta a juegos de gestión.

Una simple, pero hermosa estética

The King is Watching presenta una estética simple, pero efectiva. Desde la zona de juego cumple perfectamente su objetivo: tener una cámara donde puedas ver todo el panorama y gestionar cómodamente. Es simple de entender todos los elementos presentes, con colores claros y nos encanta ver a nuestras tropas enfrentarse a las oleadas de enemigos. No solo eso, también el juego presume su pixel art en hermosas panorámicas y escenografías fuera del área de gameplay.

Adictivo a más no poder

The King is Watching es un juego que puede durar horas si lo deseas. Los tres mapas actuales tienen alrededor de diez niveles de dificultad que llevarán el desafío al máximo. Obtener todas las mejoras, planos, consejeros y otros coleccionables también tomará un tiempo considerable, pero este título logra mantenerse en una curva de diversión constante y sentimos que el juego te ofrecerá justo lo que quieres: una grata tarde gestionando un reinado y defendiéndolo de cualquier amenaza.

Y la dificultad está más que presente. The King is Watching es un juego que evoluciona contigo: a medida que completes un rango de desafío, otro te espera a la vuelta de la esquina, con más jefes o desventajas. El juego te demandará llegar a las tropas de mayor rango o elegir la ruta de recursos más óptima a tomar. Cada decisión cuenta; un artefacto tomado erróneamente puede conllevar a la derrota. La propuesta es adelantar tus movimientos como si fuera una partida de ajedrez.

Conclusión

The King is Watching es simplemente maravilloso, uno de los mejores juegos que hemos probado del género y merece un espacio en la biblioteca de cualquier fan de los juegos de gestión de recursos y defensa de torres. Es desafiante, estratégico y ofrece gran contenido sin caer en la redundancia. Es muy intuitivo y está lleno de contenido; cada victoria se siente satisfactoria y probar los diferentes elementos que te ofrece es adictivo.

Y la expansión Volcanic simplemente agrega más contenido a un juego que ya era bastante completo. Sí, tendrás que pasar el juego base para llegar eventualmente a lo nuevo, pero vale la pena. Es una maravilla saber que podremos disfrutar de nuevas formas de jugar The King is Watching y esperamos con ansias que existan otras actualizaciones similares. Es un gran juego de estrategia y no podemos pasarlo por alto. Totalmente recomendado.