Netflix considera que la división de Warner Bros Games no tiene un valor para ellos.

Mientras Netflix avanza en el proceso de compra de Warner Bros. Discovery, tanto la industria como los inversionistas observan con cautela el posible rumbo de ambas compañías. Una de las preguntas más recurrentes es qué sucederá con las sub-divisiones actuales, especialmente Warner Bros Games, responsable de algunas de las franquicias más rentables en el gaming moderno.
Esta declaración sugiere que, para Netflix, el valor estratégico real sigue estando en el catálogo audiovisual, las IP para streaming, y la infraestructura mediática, más que en la producción de videojuegos. Dicho de otra forma: títulos como Hogwarts Legacy, Batman: Arkham, Mortal Kombat o las colecciones de LEGO Games parecen tener un peso inferior respecto a las películas, series y propiedades para expansión en plataformas digitales (Vía Kotaku).

Aunque la inversión en gaming ha sido parte del crecimiento de Netflix en los últimos años, esta postura abre dudas sobre si la compañía mantendrá la línea actual de desarrollo AAA, si optará por licenciamiento, integración al catálogo móvil o incluso una posible reestructuración.
Por ahora no hay decisiones públicas, pero la industria ya observa señales: ¿continuarán las grandes producciones como hasta ahora? ¿O veremos un enfoque más discreto, alineado al ecosistema interactivo de Netflix?
Warner Bros Games era uno de los publishers grandes restantes en Estados Unidos, con títulos exitosos y estudios históricos. Pero Netflix ya tiene un historial turbulento: tras varios intentos fallidos de entrar fuerte al gaming AAA, redujo operaciones, cerró estudios y se concentró en juegos móviles casuales.

