God Boy una forma distinta de ver el terror desde tu mejor amigo.
Agradecemos a Zima Entertainment, por permitirnos ver el miedo a partir del mejor amigo del hombre, te adelanto que es una muy buena cinta que explora el terror de una forma única, aquí mi reseña:
| Estreno: 23 de octubre 2025 | Género: Terror |
| Duración: 1 hora 12 min | Clasificación: B15 |
| Dirige: Ben Leonberg | Distribuye: ZIMA Entertainment |
| Guionista: | Título original: Good Boy |
| País: Estados Unidos | Elenco: Indy, Shane Jensen, |
Este 23 de octubre llega una de las cintas más esperadas para los amantes de los perritos y terror, Good Boy, esta producción dirigida por Ben Leonberg hace una apuesta arriesgada dentro del genero de terror, pues nos cuenta como desde la perspectiva de un perro es que suceden y vive ciertos sucesos paranormales. La narrativa destaca por su originalidad y enfoque poco usual, pues no hay películas que nos narren cómo es que vive una mascota esos enfoques sobrenaturales, ni lo que pueden llegar a sentir en ese tipo de situaciones.

Good Boy fue filmado en una locación de Nueva Jersey por mas de 400 días, un periodo bastante lago para una producción independiente, ya que el desarrollo de la película requirió de una convivencia prolongada con nuestro perro protagonista, Indy, que además de ser el actor principal es mascota del director. Esta convivencia se ve reflejada en la naturalidad de actuar de Indy, ya que no “actúa” es la forma natural de comportamiento de la mano de algunos comandos de entrenamiento.
La producción de Good Boy sacrifico algunos recursos técnicos para apostar por una experiencia inmersiva, pues se decidió realizar muchas de las escenas desde el suelo, a la altura de Indy, utilizando su punto de vista, de forma que cada vez que realiza un movimiento o ladrido la cámara capture la escena priorizando más que los planos humanos. Esto no solo implico un reto en cuanto a la logística, también fue un reto respecto al control animal, adaptación ante la cámara y sobre todo el contexto narrativo sobre la tensión, el horror y miedo que siente o puede transmitir el perro.

No todo es la excelente actuación del perrito, la trama central en la que se narra la historia es en Todd (interpretado por Shane Jensen) quien, tras sufrir de una enfermedad respiratoria, decide mudarse junto con su perro Indy a la antigua granja de su abuelo, alejados de la ciudad en una lejana zona rural. Pese a que la casa cuenta con una extraña leyenda o maldición sobre sucesos sobrenaturales, Todd parece pasarlas por alto. Sin embargo, Indy comenzara a percibirlas y a captar presencias invisibles, en rincones oscuros, sombras que nadie más ve, y rastros de muertes pasadas.
Mas allá del terror, la trama funciona como una metáfora sobre el amor incondicional. Pues Indy observa a su amo enfermar y deteriorarse, además de darse cuenta de que no están solos en esa casa, por lo que deberá enfrentarse a lo desconocido para proteger a Todd. El horror no solo esta en los fantasmas, sino también en la posibilidad de perder a quien más se ama.

La película funciona muy bien dentro del ámbito emocional. Pues el vinculo entre Todd e Indy se siente autentico, la expectativa de que el perro haga algo, ladre o reaccione genera tensión dentro de varias escenas y se percibe en el espectador. La ternura también se hace presente dentro de la trama, pues la fidelidad que tiene para con su amo y ese instinto de protección latente ante lo desconocido, hace que esa vulnerabilidad provoque empatía. Lo cual se ve reflejado durante los últimos 20 minutos del filme se alcanza el climax emocional, ya que Indy corre, ladra y lucha por proteger al Todd, y donde la fidelidad canina se convierte en el motor dramático del terror. El terror no parte solo del susto, si no del miedo de la perdida y ese amor que no se expresa con palabras, el cambio de roles entre humano y animal, ya que hace que Indy se convierta en protector lo que nos hace cuestionarnos quién realmente cuida de quién.
Si bien no es perfecta y surgen algunas preguntas que quedan abiertas, sobre algunos personajes, su propuesta merece el reconocimiento y nos demuestra que con menos recursos y más ingenio se puede lograr una experiencia memorable. Más allá del susto, Good Boy nos habla de lealtad, de cuidado, de lo que sentimos cuando alguien cercano está en peligro y de cómo los animales pueden percibir aquello que no podemos explicar. Y lo hace desde el suelo, al lado del perro, y ese cambio de perspectiva hace toda la diferencia.
Conclusión:
Good Boy es una experiencia cinematográfica pequeña pero poderosa, el uso de un actor animal real, apuesta por un punto de vista humano diferente, que lo convierte en un experimento dentro del terror comercial. Esta película no busca competir en efectos o sustos fáciles, si no en generar inquietud desde el comportamiento mas mínimo del animal, un ladrido, una puerta que se abre, cuando ladra a aquello que los ojos humanos no pueden ver, eso pone al espectador en un estado activo.
Para quienes buscan terror comercial con sustos y animaciones más elaboradas esta película no le invierte demasiado, pero si eres de aquellos que quieren ver un experimento narrativo que no se olvida fácilmente, esta película es altamente recomendable. En definitiva, Good Boy no solo nos hace saltar en la butaca, sino que nos hace preguntarnos qué ve nuestro perro cuando nosotros dormimos o cuando se queda mirando fijamente a la nada.

