Reseña: Teléfono Negro 2

vistas

Teléfono Negro 2, el regreso al miedo y traumas.

Teléfono Negro 2, el regreso al miedo y traumas.

Agradecemos a Universal Pictures por invitarnos a ver una de las secuelas más esperadas, Teléfono Negro 2, solo te puedo adelantar que vale toda la pena, aquí la reseña.

Estreno: 16 de octubre de 2025Género: Terror Sobrenatural / Horror
Duración: 1h 54mClasificación: B15
Dirige: Scott DerricksonDistribuye: Universal Pictures
Guionistas: C. Robert Cargill, Scott Derrickson, Joe HillTítulo original: The Black Phone 2
País: Estados UnidosElenco: Ethan Hawke, Mason Thames, Madeleine Mcgraw, Demián Bichir, Miguel Mora, Jeremy Davies, Arianna Rivas, Anna Lore, Graham Abbey, Maev Beaty

Cuando Teléfono Negro (The Black Phone, 2022) se estrenó, no fue solo un éxito de taquilla, fue una declaración, sorpresa y respiro para el género. Scott Derrickson, junto a C. Robert Cargill, logró lo que pocos directores de terror consiguen, una fusión entre el trauma de la infancia de los años 70, la vulnerabilidad de una comunidad indiferente y un elemento sobrenatural inquietante, todo ello anclado en las actuaciones estelares de Mason Thames y, por supuesto, un Ethan Hawke memorablemente aterrador. La pregunta que flotaba en el aire, y que la secuela se atreve a abordar: ¿es posible volver a encender esa misma chispa en un universo donde la oscuridad ya fue, aparentemente, derrotada? ¿Cómo evitar arruinar a un buen antagonista sin sentirse forzado?

Teléfono Negro 2 no solo justifica su existencia, sino que la cimenta explorando las secuelas psicológicas y la inquietante posibilidad de que la verdadera amenaza nunca fue el hombre en la máscara, sino la conexión que forjó entre los mundos. Derrickson y Cargill regresan a North Denver, no para repetir la fórmula, sino para regalarnos su horror en algo más íntimo, más traumático, y más universal.

Teléfono Negro 2

La Sombra del Captor

La trama de Teléfono Negro 2 nos reencuentra con Finney Shaw (Mason Thames, cuyo crecimiento como actor es evidente y conmovedor) varios años después de su terrible experiencia. Ya no es el niño aterrorizado; es un adolescente funcional, aunque visiblemente marcado, que lucha por reintegrar la normalidad en una vida que ha conocido lo inimaginable. Su hermana, Gwen (Madeleine McGraw, cuyo papel se expande magistralmente), sigue siendo el ancla emocional y psíquico de la historia.

La trama se desarrolla cuando una nueva ola de visiones/sueño empieza a afectar este pequeño núcleo familiar. Sin embargo, la verdad se revela mucho más turbia: Finney comienza a recibir llamadas. No del Captor, sino de los fantasmas de otros desaparecidos. Este giro no solo eleva la apuesta narrativa, sino que recontextualiza el teléfono negro: ya no es un medio de escape, sino una carga, un canal permanente que arrastra a Finney de vuelta a la oscuridad que tanto se esforzó por dejar atrás y Gwen ahora es parte primordial de toda esta nueva y terrorífica historia.

Reseña: Teléfono Negro 2 1

La Evolución Psíquica de Gwen y el Trauma de Finney

Madeleine McGraw es, sin duda, la estrella silenciosa de esta entrega. Mientras que en la original Gwen era una herramienta de la trama, la joven vidente con sueños premonitorios, aquí su don se ha amplificado. El guion la trata con respeto, permitiendo que su clarividencia sea menos un truco y más una agonía. Sus visiones son más nítidas, más dolorosas, y la lucha interna entre querer proteger a su hermano y el miedo a volverse «loca» como su madre, crea un arco dramático fascinante.

Finney, por su parte, se enfrenta a un enemigo diferente: el silencio . Ya ha superado el miedo al Captor. Ahora debe enfrentar su propio trauma. La película explora el síndrome de estrés postraumático con una sutileza satisfactoria y funciona como la conexión de este nuevo arco. Las llamadas fantasmas no solo le dan pistas; lo obligan a revivir la claustrofobia de aquel sótano. La cámara a menudo se centra en sus ojos, cargados de una sabiduría triste y forzada, preguntándose si el haber sobrevivido significa que ahora está destinado a ser un conducto para las víctimas. Es un retrato maduro de la resiliencia infantil corrompida por el terror.

Terror Psicológico sin Máscara

Una de las decisiones más audaces y, a la vez, más divisivas de Teléfono Negro 2 es la gestión de la figura del Captor. Al ser anunciado fue emocionante pero también particularmente temía que arruinaran una gran película al tratar de regresar al antagonista para una segunda parte, y he de decir, que bien está logrado y se introduce de una forma natural, Ethan Hawke aparece, no en cuerpo, sino como una presencia parasitaria, una sombra proyectada en la mente de Finney y en los rincones del pueblo. Esta elección es brillante. Evita la trampa del slasher donde el villano es resucitado artificialmente. En su lugar, Derrickson nos muestra que la maldad del Captor era tan profunda que dejó una fisura en el velo entre mundos, o peor aún, que su método ha sido absorbido por la psique colectiva.

Reseña: Teléfono Negro 2 2

Atmósfera, Puesta en Escena y Diseño de Sonido

Derrickson demuestra una maestría indiscutible en la creación de atmósferas. La película mantiene la estética polvorienta y melancólica de los años 80 (aunque el guion sitúa la acción unos años después), bañada en tonos frios (figurada y literalmente) entre grises, rojos y azules, que evocan una eterna frialdad y soledad. La puesta en escena es opresiva; incluso los espacios abiertos se sienten cerrados, y la libertad condicional de Finney parece ilusoria.

El diseño de sonido merece un capítulo aparte. El sonido del teléfono, esa resonancia sorda y vieja que define la franquicia, se usa de manera más esporádica y, por ello, más efectiva. Cada llamada es precedida por un silencio casi total, roto solo por un sonidos de viento y nevadas, lo que aumenta la tensión hasta límites insoportables.

Conclusión:

Teléfono Negro 2 es una secuela arriesgada, consciente de la alta vara que dejó su predecesora. No intenta superar el visceral impacto del sótano; en cambio, se enfoca en las cicatrices que dejó la experiencia. Es una meditación más oscura y profunda sobre el trauma, la vigilancia comunitaria y la terrible verdad de que algunos crímenes nunca se cierran, solo se transforman.

Con unas actuaciones conmovedoras, un diseño de sonido ejemplar y una dirección que sabe cuándo mostrar y cuándo sugerir, Derrickson nos entrega una película de terror psicológico que honra su origen y expande su mitología de manera coherente. Es una obra madura que exige al espectador paciencia y atención. No es tan frenética como la original, pero es innegablemente más inquietante, confirmando que la voz en el otro lado de la línea tiene mucho más que contarnos y que ahora los hermanos van a sufrir a su manera.

Reseña: Teléfono Negro 2 3