Agradecemos a Bandai Namco la copia para reseña de Little Nightmares II en PS5.
Desarrolla: Supermassive Games | Género: Plataformas, Puzzles. |
Distribuye: Bandai Namco | Clasificación: Adolescentes y Adultos |
Jugadores: 1-2 | Plataforma: PS4/5, Xbox Series, Switch 1/2, PC. |
Estreno: 10 de octubre de 2025 | Idioma: inglés, español. |
Después de dos entregas que redefinieron el terror en miniatura, Little Nightmares III llega con la difícil tarea de mantener viva la magia (y el espanto) de la saga sin Tarsier Studios, el estudio original que dio vida a su universo. Ahora bajo una nueva dirección, con un enfoque cooperativo y un tono aún más oscuro, el juego busca renovar la fórmula sin perder la esencia que convirtió a sus predecesores en referentes del horror atmosférico.
¿La pesadilla sigue con vida o es mejor despertarse temprano? ¡Entérate en nuestra reseña de Little Nightmares III!

En Little Nightmares III, los jugadores acompañan a dos nuevos protagonistas, Low y Alone —un niño y una niña— que se encuentran atrapados en la inquietante y distorsionada realidad de la Nada (The Nowhere), y El Espiral, un conjunto de lugares inquietantes llenos de retos y amenazas.
A lo largo de su travesía, deberán enfrentarse a criaturas grotescas y escenarios que parecen sacados de un pesadillesco cuento de terror, donde cada esquina oculta peligros inesperados. La narrativa sigue siendo mínima pero efectiva: las emociones y el suspenso se transmiten a través del ambiente, los enemigos y los acertijos, dejando que la imaginación del jugador complete la historia mientras busca sobrevivir y escapar de este mundo tan fascinante como aterrador.

Una de las mayores novedades de Little Nightmares III es su modo cooperativo, que permite que los dos protagonistas trabajen juntos para superar obstáculos y enemigos, combinando habilidades únicas que abren nuevas formas de resolver acertijos.
Además, el juego introduce mecánicas de interacción más complejas con el entorno, como manipular objetos de manera más precisa, usar elementos del escenario para distraer o bloquear a los enemigos, y aprovechar nuevas habilidades de sigilo. Estas adiciones no solo enriquecen la jugabilidad, sino que también intensifican la sensación de vulnerabilidad y tensión característica de la saga, haciendo que cada paso en la Nada sea más estratégico y aterrador que nunca.

Lamentablemente, no todo es miel sobre hojuelas: Little Nightmares III palidece en comparación con sus dos primeras entregas. Muchos de sus escenarios y enemigos se enfocan fuertemente en lo que ya vimos antes, y aunque no revelaremos spoilers, podemos decir que el juego limita la experimentación y la construcción propias, centrándose en reflejar experiencias ya vividas en los títulos anteriores.
Además, el juego es tremendamente corto y da la sensación de que se dejaron mucho de su contenido para los DLC’s previamente anunciados, por lo que, se siente más como una experiencia incompleta.

En si, Little Nightmares III mantiene viva la esencia de la saga con su atmósfera opresiva, su narrativa silenciosa y su impecable diseño visual. Aunque algunos acertijos pueden sentirse familiares y la cooperación no siempre fluye con naturalidad, el resultado sigue siendo una experiencia inquietante y absorbente.
Conclusión Little Nightmares III

Little Nightmares III logra mantener la esencia que hizo tan especial a la saga: su ambientación opresiva, su dirección artística perturbadoramente hermosa y esa sensación constante de vulnerabilidad ante lo desconocido. El juego ofrece momentos de tensión genuina y un par de secuencias memorables que demuestran que el universo de Little Nightmares todavía tiene mucho que ofrecer. Sin embargo, pese a su atmósfera y a su encanto visual, algo se pierde en el camino: la magia y la cohesión narrativa que definían a sus predecesores parecen diluirse entre nuevas mecánicas y un enfoque cooperativo que no siempre brilla.
Se siente el cambio de manos tras la salida de Tarsier Studios, y aunque Supermassive Games ha hecho un esfuerzo notable por respetar el tono y la identidad de la franquicia, se perciben diferencias en el ritmo, el diseño de los acertijos y la manera en que se construye el terror. El resultado es una entrega que, si bien cumple, carece de la precisión y la sutileza emocional que hicieron de Little Nightmares II una experiencia inolvidable. Aquí, el miedo es más predecible, y el impacto, aunque presente, se desvanece más rápido de lo esperado.

Aun con sus tropiezos, Little Nightmares III sigue siendo una buena entrada en la serie, con suficiente potencial para crecer a través de futuras actualizaciones o contenidos descargables. Hay una base sólida, un mundo fascinante y una atmósfera que sigue siendo única en el panorama actual del terror. Si los próximos DLC logran afinar la narrativa y aprovechar mejor la dinámica cooperativa, podríamos estar ante una evolución más madura de la franquicia, una que conserve su alma oscura pero vuelva a brillar con la fuerza de sus mejores momentos.