ANTRO música y arte callejero en el centro de una rebelión.
Agradecemos a Gatera Studio por permitirnos una copia de un memorable juego, ANTRO, cuya música y temática inspiran y recuerdan a mundos distópicos, aquí nuestra reseña.
Desarrolla: Gatera Studio | Género: Plataformero |
Distribuye: Selecta Play, Astrolabe Games | Clasificación: E |
Jugadores: 1 jugador | Plataforma: PlayStation 5, Windows, Xbox Series X/S, PC |
Estreno: 27 de junio de 2025 | Idioma: Voces en español, catalán, inglés, francés; textos en varios más |
ANTRO, el primer título del equipo español Gatera Studio, mezcla plataformas en 2.5D, puzles rítmicos, y una narrativa distópica que evoca obras clásicas como 1984. Su lanzamiento tuvo lugar el 27 de junio de 2025 en PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC (Steam)
El mundo de ANTRO se desarrolla en una Barcelona subterránea conocida como «La Cúpula», bajo un régimen totalitario que reprime toda forma de arte y libertad. Controlamos a Nittch, un repartidor que debe entregar un paquete con implicaciones revolucionarias en medio de un entorno donde la represión, el control social y la supervivencia extrema dictan la vida cotidiana.

La historia, que nos recuerda libros, películas y series, se apoya mucho en la narrativa ambiental: coleccionables, grafitis, nombres simbólicos y pequeños fragmentos de contexto (susurros rebeldes) ofrecen pistas sobre la historia sin saturar con diálogos, creando una experiencia inmersiva que deja al jugador curiosamente pendiente. Con una duración estimada de 2 a 3 horas, la aventura es corta, aunque rejugable si deseas descubrir secretos o mejorar tu sincronía con la música.
Un paquete para la rebelión.
El juego es una experiencia híbrida: plataformas cinemáticos en 2.5D donde Nittch avanza automáticamente y el jugador debe pulsar saltos, ataques o deslizamientos a veces al compás de la música, y se intercalan puzles sencillos donde hay que reproducir melodías para avanzar.
La verdadera chispa aparece durante los niveles musicales: cuando el ritmo, la música (hip-hop, R&B, electrónica y un gran detalle, todo en español) y la acción coinciden, la sensación de estar en una revolución por parte de las letras y mecánicas es casi hipnótica. Aun así, no siempre acierta. A veces los golpes no van al ritmo o carecen de sonido, por lo que el juego recurre a indicadores visuales (círculos de timing) como recurso de urgencia algo que rompe el flujo orgánico que la premisa sugería.

Estos altibajos rítmicos generan momentos de magnífica sincronía pero también frustración, especialmente cuando la precisión exigida o la visibilidad en zonas cargadas de detalles visuales se siente excesiva. A veces incluso hay bugs que obligan a repetir secciones, lo que puede cortar la experiencia.
Visualmente, ANTRO compensa sus modelados simples con una atmósfera envolvente. Cada nivel o distrito subterráneo tiene personalidad y detalles que reflejan la opresión de este mundo solido, desde la oscuridad y suciedad hasta algo más surrealista en ciertos tramos alucinógenos cerca de La Cúpula.

Musicalmente, destacan los temas originales: pegadizos, poderosos y ubicados con buen tino en momentos clave. Incluso los jugadores que no suelen conectar con algún genero pueden encontrar una banda sonora memorable.
Lo mejor:
- Identidad sonora: la música como motor narrativo y sensorial.
- Ambientación y narrativa sutil: detalles bien colocados que sumergen al jugador.
- Diseño artístico atmosférico: visuales evocadores más allá de lo técnico.
Lo que podría pulirse:
- La fusión de ritmo y acción no siempre fluye, lo que rompe la inmersión.
- Algún fallo técnico y zonas visualmente sobrecargadas entorpecen el recorrido.
- La narrativa podría ser más explícita en conectar música y rebelión de forma más directa.
- La rejugabilidad y accesos a niveles podrían mejorarse y duración.
Conclusión:
ANTRO es una propuesta atrevida que reivindica el arte y la cultura como formas de rebelión. Cuando todo encaja ritmo, música, plataformas y atmósfera se disfruta mucho. Aunque no es perfecto, y la integración musical requiere ajustes, su corazón artístico y emocional es contagioso. Es una experiencia diferente, inspiradora, con identidad, y demuestra que los indie tienen la libertad de arriesgar y contar historias que conectan con fuerza con el jugador.
