The Alters, dilemas morales, decisiones que duelen y gestión.
Agradecemos a 11 Bit Studios por permitirnos jugar The Alters, un juego que nos capturo desde sus primero avances, aquí te contamos todo.
Desarrolla: 11 Bit Studios | Género: Supervivencia / Gestión de recursos |
Distribuye: 11 Bit Studios | Clasificación: B15 |
Jugadores: 1 jugador | Plataforma: PlayStation 5, Microsoft Windows, Xbox Series X/S |
Estreno: 13 de junio 2025 | Idioma: Ingles subtitulado al español. |
Si estás leyendo esto, probablemente has oído algo de The Alters, ese extraño juego de ciencia ficción que parecía una mezcla entre This War of Mine, Moon y algo sacado de la mente de Philip K. Dick. Yo también me sentía así antes de jugarlo. Lo instalé por curiosidad, sin esperar gran cosa, pero al poco tiempo estaba completamente inmerso, tomando decisiones éticamente grises, gestionando una base en un planeta hostil, y hablando conmigo mismo… literalmente.
The Alters no es el típico juego de gestión o supervivencia. Es algo más íntimo, más filosófico, más raro (en el mejor sentido). Y aunque no es perfecto, es uno de los juegos más humanos que he tenido la suerte de jugar.

¿De qué va todo esto?
La premisa suena a capítulo de Black Mirror, pero está ejecutada con una sensibilidad que me dejó sorprendido. Tomas el control de Jan Dolski, un trabajador común y corriente (bueno, algo más preparado que eso) que se ve varado en un planeta desconocido tras un accidente. Pero el problema no es solo estar atrapado en un mundo inhóspito; hay una tormenta letal que se aproxima y solo tienes un ciclo solar para escapar.
¿La solución? Crear versiones alternativas de ti mismo. Así es. Utilizando una tecnología experimental llamada Rapid Alteration, Jan puede generar “alters”, clones de sí mismo que representan distintas versiones de lo que podría haber sido si hubiera tomado otras decisiones en la vida. Un Jan que fue soldado. Otro que eligió la ingeniería. Uno que siguió su vocación artística. Cada alter es único, con su propia personalidad, experiencia, y, lo más interesante, su propio resentimiento o aceptación de ser “una copia”.

Sí, leíste bien. Este juego te obliga a convivir con tus propias versiones alternativas… y no siempre te van a caer bien.
Un juego de gestión, decisiones… y emociones
A nivel mecánico, The Alters se presenta como un juego de gestión en tiempo real, con elementos de supervivencia, construcción y narrativa interactiva. La base móvil en la que vives debe ser constantemente mejorada y mantenida. Necesitas comida, energía, reparaciones, investigación… y eso requiere trabajo. Ahí es donde entran tus alters.
Cada alter tiene habilidades únicas. Uno es mejor reparando maquinaria, otro puede investigar más rápido, otro cocina con eficiencia. Puedes asignarles tareas, pero también debes cuidar su estado mental y emocional. No son simples peones: son personas. O más bien, son tú… pero distintos.

Este elemento es lo que hace que The Alters se destaque tanto. No es un “simulador de colonia” tradicional como RimWorld o Frostpunk. Aquí, cada personaje es profundamente narrativo. Hay conversaciones opcionales, tensiones internas, discusiones sobre identidad, miedo, celos… Uno de los alters incluso entra en crisis existencial y se niega a trabajar hasta que lo ayudes a encontrar un propósito.
Y lo peor (o mejor) de todo es que tú eres el responsable de su existencia.
Narrativa ramificada que se siente personal
La historia se cuenta a través de múltiples capas: cinemáticas, conversaciones dentro de la base, entradas de diario, y decisiones cruciales que afectan el desenlace. Hay momentos en los que sentí un nudo en la garganta al ver cómo mis alters se enfrentaban a la realidad de su existencia. Uno me preguntó: «¿Por qué me creaste? ¿Solo soy una herramienta para sobrevivir?»
Y claro, yo necesitaba sus habilidades para salir con vida… pero el juego no me dejó olvidarme de que esos alters tienen emociones. No es como ordenar tropas. Es como pedirle ayuda a un amigo que sabe que es reemplazable.

Cada decisión narrativa se siente pesada. ¿Te alías con un alter militarista para asegurar la defensa, aunque eso signifique tensión con los demás? ¿Desactivas a un alter que se volvió inestable emocionalmente? ¿O intentas ayudarlo a superar su crisis, arriesgando recursos y tiempo?
Además, hay múltiples finales. Yo solo he desbloqueado dos, y ambos me dejaron pensando durante horas. No quiero spoilear, pero el juego no se queda en la típica “salvación o muerte”. Hay matices, hay grises, hay consecuencias.
Una dirección artística y sonora que acompaña
Visualmente, The Alters es sobrio pero efectivo. No esperes gráficos hiperrealistas, pero sí un diseño que potencia la atmósfera: interiores claustrofóbicos, superficies metálicas con desgaste, una paleta de colores que transmite desesperación y soledad. El planeta es tan inhóspito como hermoso, con tormentas solares, cielos imposibles y horizontes que parecen devorar la esperanza.
La música y el sonido son discretos pero fundamentales. La banda sonora acompaña s
in estorbar, y los efectos de sonido —como el eco de los pasos, el zumbido constante de los sistemas de soporte vital, o el crujido de la base en movimiento— logran una inmersión total. Pero lo que más me impactó fue el doblaje. Las actuaciones vocales son de altísimo nivel. Cada alter suena diferente, aunque sean el mismo actor, porque… claro, son el mismo tipo, pero con vidas distintas. Es una maravilla.

Algunos puntos flojos
Aunque mi experiencia fue profundamente positiva, The Alters no está exento de fallos. La gestión de recursos puede volverse repetitiva si no te involucras en la narrativa. Algunas tareas son muy similares entre sí, y aunque los alters tienen personalidad, en lo funcional se sienten algo limitados si no los involucras en conversaciones.
Además, la IA de los alters a veces puede ser torpe. En más de una ocasión un alter se quedó atascado en una tarea o no respondió a tiempo, lo que en un juego con presión constante por el tiempo puede ser molesto.

Otro punto a considerar: si no conectas emocionalmente con la propuesta, puede que te resulte lento. Este no es un juego de acción, ni de disparos, ni de estrategia rápida. Es introspectivo. Es lento a propósito. Y si eso no es lo tuyo, quizá no sea para ti.
¿Qué me dejó The Alters?
Después de 20 horas de juego (y todavía tengo mucho por descubrir), me quedé pensando en mí mismo. No en Jan, ni en sus alters. En mí. En las decisiones que he tomado, en las que no tomé, en las versiones de mí que podrían haber existido. Eso no me pasa con cualquier juego.
The Alters es, en esencia, una reflexión jugable sobre la identidad, el libre albedrío, el arrepentimiento y la supervivencia. Es ciencia ficción de la buena: la que usa la tecnología como excusa para explorar lo humano. No es un juego para todos, pero si te gustan las historias bien contadas, las decisiones morales, los dilemas éticos y la ciencia ficción con corazón, The Alters es una experiencia que no deberías dejar pasar.

Conclusión
The Alters es una propuesta única. Combina mecánicas de gestión con una narrativa profunda, emocional y filosófica. Aunque tiene sus tropiezos en el ritmo y la interfaz, lo compensa con creces en lo narrativo y lo conceptual. No es solo un juego de supervivencia. Es un juego sobre quiénes somos… y quiénes podríamos haber sido.
