Después de cerrar la eterna pelea entre la Luz y la Oscuridad, Bungie se lanza de lleno a una nueva etapa de Destiny 2 con Los Confines del Destino. Y ojo: esto no es un simple epílogo. Es tan solo el inicio de la llamada Saga del Destino, una etapa que apostará por probar cosas nuevas, aunque en estos primeros pasos, no es tan perfecto como quisieramos.
Kepler: una nueva frontera (casi) sin mapa
Kepler, el nuevo mundo que exploramos, rompe con lo tradicional y lo que hemos visto en Destiny 2. Aquí no hay caminos marcados ni rutas fáciles: el mapa apuesta por una estructura mucho más libre, al estilo Metroidvania, donde perderse es parte de la aventura. Portales arcanos, biomas rarísimos y zonas interconectadas, crean un ambiente que se siente más vivo y orgánico que muchos mundos anteriores.
Eso sí, a medida que avanzas, algunos sectores te van a recordar a cierto escenarios… porque sí, hay partes que reciclan ideas de mapas anteriores, un detalle no tan grave, pero que se nota.
Nuevas mecánicas que cambian el juego (literal)
Lo más llamativo de los Confines del Destino está en su jugabilidad. Aquí, Bungie rompe su propia fórmula e introduce tres nuevas herramientas que, literalmente, le dan una nueva dimensión al movimiento y a los
enfrentamientos:
- Chispamateria: convierte al guardián en una esfera energética capaz de atravesar conductos y activar mecanismos. Se siente ágil, divertida y muy distinta a cualquier habilidad previa. Este no fue nuestro el caos, pero en Reddit algunos de los jugadores han reportado que el juego tiene cierta incomodidad visual en monitores ultrawide.
- Reubicador: permite teleportarte brevemente, abriendo nuevas posibilidades tanto en combate como en puzles. Si bien no tan revolucionaria, añade una capa táctica que se agradece.
- Conversor de materia: manipula elementos del entorno para resolver puzles o construir plataformas improvisadas. No siempre está bien integrado, pero su potencial para el contenido de endgame es enorme y ya veremos que sorpresas nos da.
Estas herramientas se integran bien con sus entornos dinámicos y al tener en esta ocasión a los desafíos ambientales nos ofrecen algo más que disparar. De hecho, por primera vez en mucho tiempo, avanzar requiere que observemos, experimentemos con la estrategia y resolvamos más allá de solo eliminar oleadas.
Loot, armas y progresión: dos pasos adelante y uno atrás
El arsenal viene con un par de cositas interesantes: armas exóticas como el fusil Pico Gravitatorio o el sniper Terrae Plus Ultra traen perks nuevos y diseños atrevidos. Las armaduras también nos invitan a tener combinaciones creativas, como la Melas Panoplia para titanes.
Pero el sistema de progresión… uff. Bungie metió varias capas de monedas (Requisitions, Credit Arsenal, Reward Score) y encima, un nuevo stat que afecta el daño, la recarga, y hasta el loot que cae. Suena ambicioso, pero en la práctica es complicado de entender, no vamos a mentir, en nuestro caso aún no entendemos por qué nos cae una cosa u otra, pero creo que nos familiarizaremos conforme pase el tiempo.
Historia más íntima, pero efectiva
Aquí el protagonismo lo tienen Los Nueve y Lodi, un nuevo personaje que le da un tono más introspectivo a la historia. También vuelve Ikora Rey, para recordarnos que esto sigue siendo Destiny. No hay grandes batallas cinemáticas, pero sí un enfoque más misterioso y hasta filosófico, que por momentos recuerda a la Ciudad Onírica.
¿El problema? Es que a las pocas horas vuelve esa sensación de “esto ya lo hice”. Las misiones recicladas, los contratos repetitivos, los eventos públicos familiares… y la magia se diluye un poco al sentir que ya vivimos esa experiencia.
¿Y la comunidad de Destiny 2?
A pesar de todas estas novedades, el estreno no fue el bombazo que Bungie esperaba. Menos de 100,000 jugadores simultáneos en Steam el día del lanzamiento. Comparado con expansiones anteriores, si es poquito. Las opiniones están divididas: algunos celebran la frescura de las mecánicas, mientras otros sienten que todo sigue girando sobre la misma rueda.
Sin embargo, esto solamente es un comentario y sabemos que debido a los últimos grandes estrenos, muchas personas aún no han conocido las novedades que el juego ofrece. Nos queda esperar a que se hagan algunas mejoras y se corra la voz, para aprovechar al máximo el potencial de esta nueva etapa de Destiny 2.
Veredicto final de Destiny 2, Los Confines del Destino:
Los Confines del Destino es probablemente lo más arriesgado que Bungie ha lanzado desde Renegados. Tiene ideas frescas, herramientas que realmente cambian cómo juegas, y un diseño más abierto que invita a explorar y no solo a disparar. Sin embargo, también arrastra problemas viejos: misiones recicladas, una progresión demasiado complicada y momentos donde sientes que el juego no termina de confiar en sus nuevas ideas.
Esta es una expansión ideal para quienes quieren vivir Destiny 2 desde otro ángulo, más enfocado en el descubrimiento. Pero si solo te interesa disparar, farmear loot y repetir raids… puede que te sientas fuera de lugar.
Puntuación: 7.5/10
"Los Confines del Destino brilla cuando se atreve a innovar, pero tropieza al intentar encajar lo nuevo en un molde viejo"
