Después de un fin de semana ajetreado en el Summer Game Fest 2025, nos dimos tiempo para asistir a la mini party de Last Flag, el juego multijugador que se presentó oficialmente durante el showcase del SGF el pasado viernes 6 de junio.
Nuestra experiencia con Last Flag
Aunque ya habíamos tenido la oportunidad de probar el juego en su modo campaña, una experiencia que nos dejó gratamente sorprendidos, esta nueva ocasión fue aún más especial. Pudimos poner a prueba nuestras habilidades en una partida competitiva… nada menos que junto a Mac Reynolds, cofundador de Night Street Games y CEO del proyecto.
A pesar de que el clásico juego de atrapa la bandera no es tan común en muchos países latinoamericanos, es una dinámica que ha trascendido generaciones. Y ahora, con Last Flag, da el salto definitivo a los videojuegos con una propuesta que captura toda su esencia.
El título logra retratar esa nostalgia: desde su banda sonora con tintes setenteros, hasta el estilo visual lleno de personalidad y la emoción del juego en equipo. La competencia, el suspenso y la diversión que muchos experimentaron en parques y patios de sus casas, ahora se traslada a un entorno digital. Last Flag no solo nos remonta un juego clásico, sino que lo reinventa y lleva a otro nivel.
Además, hablemos de la calidad de diseño en cada uno de los personajes. Para todos los gustos y todos los colores, cada uno de ellos cuenta con habilidades especiales únicas y te invitamos a probar cada uno para que encuentres el que se adapta mejor a tu experiencia de juego.
¿Cómo jugarlo?
Al iniciar la partida, nos tocó esconder la bandera de nuestro equipo. En esta fase inicial, el objetivo es encontrar el lugar más recóndito del mapa para dificultar la tarea del equipo contrario. Tras la cuenta regresiva, la acción comienza. La posibilidad de desplazarnos por túneles, ríos y rincones montañosos transmite la sensación de un mapa amplio y cuidadosamente diseñado. Una vez definida la estrategia en equipo, el siguiente paso es abarcar zonas clave y localizar la bandera enemiga para robarla.
La acción se vuelve frenética mientras defendemos áreas, enfrentamos enemigos con un amplio arsenal de armas y destruimos pequeños robots repartidos por el escenario. Estos robots nos otorgan dinero que podemos usar para desbloquear acciones especiales, según las habilidades únicas de nuestro personaje, facilitando nuestra misión y reforzando nuestra estreategia.
Todo se resume en qué tan efectivos seamos al robar la bandera, abrir camino hasta nuestra base y defenderla del equipo rival. Cada segundo cuenta, y cada pequeña acción también. El juego es divertidísimo, aunque debemos decir que, aunque parece sencillo a primera vista, no lo es. Si el tiempo se agota sin un claro ganador, se activa una fase de tiempo extra en la que todo se define: un cierre intenso donde se demuestra quién realmente domina el juego.
Algo que sin duda queremos destacar es que Last Flag apuesta por una comunidad unida, sin toxicidad, y algo maravilloso, sin depender de microtransacciones que terminen definiendo la experiencia. Esto nos ofrece un entorno más justo y amigable para todos aquellos que decidan darle una oportunidad al juego.
En resumen…
En resumen, nuestra experiencia con Last Flag fue increíble. La música es, hasta cierto punto, adictiva, el diseño de personajes, variado y carismático, y la acción nos remonta directamente a aquellas partidas improvisadas de la infancia.
Aunque el lanzamiento oficial está previsto para 2026, nos quedamos con muchas ganas de más. Será interesante ver cómo evoluciona el proyecto y qué decisiones tomará el equipo para pulir aún más la experiencia. Si todo sigue en esta dirección, Last Flag podría convertirse en una de las propuestas multijugador más refrescantes y divertidas de los últimos años.
¿Le darás una oportunidad? Déjanos tu opinión en los comentarios.
