El Contador 2, una evolución fraternal y acción.
Agradecemos a Warner Bros por invitarnos a ver El Contador 2, una cinta con mucha química y muy buena acción, aquí te dejamos la reseña.
Estreno: 24 de abril 2025 | Género: Thriller / Acción |
Duración: 2h 4min | Clasificación: B15 |
Dirección: Gavin O’Connor | Distribuye: Warner Bros |
Guionista Bill Dubuque | Título original: The Accountant 2 |
País: Estados Unidos | Elenco Ben Affleck, Jon Bernthal, Cynthia Addai-Robinson |
Casi una década después del debut de El Contador (2016), Gavin O’Connor regresa con El Contador 2, una secuela que se atreve a profundizar no solo en la acción, sino en la compleja psicología de su protagonista Crhstian Wolf (Ben Affleck además de ser la primer secuela en su carrera) y sus relaciones familiares, encarnando a un autista funcional con habilidades excepcionales para los números… y para matar. Esta nueva entrega amplía el universo introducido en la primera película, y lo hace con más emoción, más tensión, y un vínculo fraternal que se convierte en el corazón del relato.

Una Historia con química, acción y fraternidad.
La historia de El Contador 2 comienza con el asesinato de Raymond King (J.K. Simmons), el exagente del Departamento del Tesoro que protegía a Christian. Esto pone en alerta a Marybeth Medina (Cynthia Addai-Robinson), quien vuelve a escena al enterarse de que alguien ha activado los hilos que conectan a Christian con el mundo del crimen organizado. La muerte de King no es un hecho aislado, y pronto se revela que hay muchos secretos detrás de esta acción. Christian, como de costumbre solitario, es llamado nuevamente a la acción. Pero esta vez no estará solo: su hermano Brax (Jon Bernthal), un asesino a sueldo con quien terminó reconciliándose al final de la primera película, se une a la causa.
Ben Affleck encarna nuevamente a Christian Wolff, en el que notamos el autismo mejor controlado, añadiendo momentos de humanidad que surgen entre líneas, en gestos y silencios entre el y sus compañeros de aventura. A diferencia de la primera película, aquí se le ve más vulnerable, más dispuesto a conectar, aunque su forma de expresar empatía sigue siendo única.

El regreso de Jon Bernthal como Brax es uno de los grandes aciertos. La química entre los hermanos es creíble y dinámica, y la película construye en torno a ellos una relación que combina humor seco, resentimiento del pasado y una creciente complicidad, son risas aseguradas y no por tontearías, se siente muy natural la hermandad entre los personajes que incluso olvidas que estas en una misión para acabar con un grupo de malos. Brax no solo es músculo: aporta carisma y humanidad a una historia que fácilmente podría volverse demasiado fría.
Cynthia Addai-Robinson tiene más protagonismo en esta entrega. Su personaje, Medina, ha madurado como agente y como mujer, y sirve como ancla moral dentro del mundo gris de Christian. Por su parte, Daniella Pineda aporta energía, frescura y sensibilidad en su papel de Anais, una figura que representa las consecuencias reales del sistema corrupto que Christian intenta desmantelar, aunque es poca la interacción de ellas con los protagonistas, logran conectar con un mismo objetivo, llegando en cierto punto a contar varias líneas narrativas paralelas que nunca se sienten desconectadas, jugando con el balance de lo justo, lo necesario y las decisiones tomadas.

Narrativa recargada y con añadidos.
En El Contador 2, Gavin O’Connor mantiene su estilo sobrio, pero efectivo, además de agregar momentos emotivos y cargados de humor. Las escenas de acción son precisas, sin excesos: tiros calculados, movimientos tácticos, peleas cuerpo a cuerpo breves pero brutales. Aquí no hay lugar para coreografías estilizadas; todo está al servicio del realismo y de la lógica del personaje principal, algo que vimos desde la primer entrega en el que Chris no se tienta el corazón y elimina en segundos de manera calculadora y fría.
La dirección apuesta por una narrativa más emocional que la primera, sin sacrificar el suspenso y la acción. La fotografía, oscura y elegante, sigue acompañando la mente estructurada de Christian, con encuadres simétricos, espacios vacíos y una paleta de grises, azules y negros que refuerzan la soledad del protagonista.

Conclusión: más que una secuela, una evolución
El Contador 2 es una secuela que no solo mantiene el nivel de su antecesora, sino que lo supera en varios aspectos. Es una historia de acción inteligente, cargada de tensión, pero también de momentos de humanidad y fraternidad sincera. La relación de hermanos y el trabajo realizado por los actores es lo mejor que tiene la cinta, demostrando que existen segundas partes pueden ser tan buenas o mejores que las primeras. La cinta no se limita a ser una película de acción, explora con profundidad la moralidad de su protagonista, su entorno y sus relaciones, dando continuidad al tratamiento del autismo en el cine, djeando a un lado la etiqueta de «enfermo» o “por corregir”, la película lo presenta como un ser humano completo, funcional y complejo, cuya manera de procesar el mundo es distinta, pero válida. Hay sensibilidad, pero sin condescendencia.
Los fans de la primera parte encontrarán aquí en El Contador 2 más de lo que les gustó, pero con una evolución clara. Y para nuevos espectadores, la película ofrece lo suficiente como para enganchar sin necesidad de haber visto la original, aunque verla antes sin duda enriquece la experiencia por la introducción de actores que repiten personajes.
