Kingdom Come: Deliverance II, el simulador de Edad Media y fuerte candidato a GOTY.
Agradecemos a Warhorse Studios y Deep Silver por permitirnos una copia de lo que creemos es uno de los mejores juegos del año, Kingdom Come: Deliverance II, aquí te dejamos nuestras impresiones en PlayStation 5.
| Desarrolla: Warhorse Studios | Género: RPG / Mundo abierto |
| Distribuye: Deep Silver | Clasificación: Adolescentes, Adultos. |
| Jugadores: 1 jugador | Plataforma: PlayStation 5, Xbox Series, PC (Steam, GOG, Epic Games) |
| Estreno: 4 de febrero 2025 | Idioma: Doblaje en Ingles y español, subtítulos en español y otros idiomas. |
Introducción: Un regreso esperado
Cuando Kingdom Come: Deliverance se lanzó en 2018, dividió opiniones: por un lado, fue alabado por su ambicioso enfoque en la precisión histórica y su sistema de juego profundamente realista; por otro, fue criticado por bugs, dificultad y su ritmo pausado. Ahora, Warhorse Studios regresa con Kingdom Come: Deliverance II, una secuela que no solo mejora casi todos los aspectos del juego original, sino que también ofrece una experiencia de rol medieval tan absorbente como desafiante. Con un mundo más vasto, mecánicas refinadas y una narrativa envolvente, Deliverance II se posiciona como uno de los RPGs más inmersivos y auténticos del momento y un digno competidor a GOTY del 2025.
Un mundo medieval que respira historia
Desde el primer momento que pones un pie en la Bohemia del siglo XV, es evidente el cariño y el esfuerzo que Warhorse ha invertido en recrear una Europa medieval tan verosímil como viva. Ciudades como Kuttenberg y los extensos campos y bosques que la rodean están diseñados con una meticulosidad sorprendente. Cada casa, cada muro, cada detalle urbano ha sido pensado con precisión histórica.
Los NPCs tienen rutinas diarias realistas: mercaderes que abren y cierran sus tiendas según la hora del día, monjes que oran en momentos precisos, campesinos que trabajan la tierra y se refugian ante la lluvia. Incluso los sonidos del entorno —los cantos en las iglesias, los martillazos de herreros, el bullicio en las tabernas— suman a una inmersión total. La fauna del juego, desde ciervos correteando por el bosque hasta lobos acechando en la penumbra, hace que explorar el mundo nunca se sienta vacío o artificial.
El sistema de viaje rápido ha sido modificado inteligentemente: ahora puedes presenciar el trayecto de Henry como una experiencia semi-automatizada, enfrentándote a eventos aleatorios, desde bandidos hasta encuentros misteriosos.
Narrativa: Historia con peso y decisiones reales
Deliverance II continúa la historia de Henry, el hijo de un herrero atrapado en una red de traiciones, guerras y aspiraciones personales. La trama se desarrolla en un momento convulso de Bohemia, marcada por conflictos dinásticos y la creciente tensión religiosa y social. Aunque sigue siendo un juego con una narrativa lineal en estructura principal, las decisiones que toma el jugador influyen genuinamente en el desarrollo de los eventos y sus desenlaces.
Lo más destacado, sin embargo, está en las misiones secundarias. Warhorse ha logrado que estas se sientan igual o incluso más impactantes que la historia principal. No se trata de simples encargos de “ve y mata” o “recoge y entrega”. Cada misión secundaria tiene una historia, un dilema moral, y consecuencias. Un ejemplo memorable es aquella en la que Henry debe ayudar a un par de músicos a conseguir un laúd robado por un carpintero ermitaño. La misión se ramifica de maneras inesperadas, llevándote desde una persecución de cazadores furtivos hasta un dilema sobre proteger la fauna local o traicionar a los aldeanos. Ese nivel de complejidad narrativa es raro incluso en los RPGs más renombrados.
Sistema de combate: Técnica, precisión y paciencia
Uno de los aspectos más característicos de Kingdom Come es su sistema de combate, que en esta secuela regresa más pulido, aunque sigue siendo tan exigente como siempre. Aquí no hay lugar para héroes invencibles o ataques con botón automático. Cada combate requiere técnica: observar los movimientos del enemigo, elegir la dirección de tu ataque, esquivar con precisión y usar la estamina inteligentemente.
El equipamiento también juega un rol clave. Las armaduras de placas protegen eficazmente contra armas cortantes, pero te vuelven más lento; mientras que el cuero o las túnicas permiten mayor agilidad pero te dejan más expuesto. Ahora, además, los materiales tienen un comportamiento más realista: los golpes pueden rebotar, desviarse o incluso romper una hoja mal mantenida.
Si bien el sistema puede resultar frustrante al inicio para jugadores nuevos, hay mejoras notables en la accesibilidad. El tutorial es más claro, y la progresión en habilidades de combate es más lógica y gratificante. Además, se han incorporado nuevas armas y estilos de lucha, incluyendo más énfasis en el uso del arco y el combate a caballo, que se siente mucho más dinámico que en el juego anterior.
Simulación medieval y actividades que enriquecen la experiencia
Uno de los pilares de Deliverance II es su enfoque en la simulación. No basta con equipar una armadura y salir a luchar: Henry necesita alimentarse, dormir, mantener su higiene, cuidar su equipo… y ahora, también puede practicar nuevos oficios.
La alquimia, por ejemplo, ha sido completamente renovada. Ahora es casi un minijuego en sí mismo, donde debes seguir recetas con exactitud, controlar la temperatura del caldero y el orden de los ingredientes para crear pócimas. La herrería también ha mejorado: puedes calentar el metal, golpearlo con ritmo, enfriarlo… y si lo haces mal, arruinas la pieza.
Además de los trabajos manuales, hay una gran variedad de actividades como la caza (con mecánicas más complejas), el juego de dados, los torneos de combate, las prácticas de sigilo, el saqueo de campamentos enemigos y hasta momentos de música y poesía.
Nuevas mecánicas: El perro “Chucho” y compañía
Entre las novedades más encantadoras está la inclusión de un compañero canino: Chucho, el perro de Henry. No es solo una adición simpática: Chucho tiene funciones reales en el gameplay. Puede seguir rastros, alertar sobre enemigos cercanos, distraer guardias o ayudarte a cazar. Su relación con Henry puede fortalecerse, y dependiendo del trato que le des, mejorará sus habilidades o responderá mejor a tus órdenes.
Este tipo de detalles muestran el compromiso de Warhorse con una experiencia más rica y emocionalmente conectada.
Diseño artístico y apartado técnico: Belleza con matices
Gráficamente, Deliverance II es impresionante. Los paisajes son pintorescos, las ciudades están vivamente representadas, y los efectos de luz y clima están increíblemente logrados. El paso del día a la noche, la niebla que cubre el bosque en la madrugada, la lluvia golpeando el techo de una taberna… todo refuerza esa sensación de estar viviendo en ese mundo.
El apartado sonoro también merece mención. La banda sonora, inspirada en música medieval, es sutil pero efectiva, y las voces —aunque algunas todavía tienen una interpretación mejorable— en su mayoría funcionan muy bien. El doblaje en inglés es competente, aunque aún no cuenta con doblaje completo en otros idiomas.
Técnicamente, el juego ha mejorado en estabilidad respecto a su predecesor. Aunque todavía hay bugs menores, nada que arruine la experiencia. Lo que sí se agradece es la optimización: funciona sorprendentemente bien incluso en configuraciones medias, algo que se temía tras el historial del primer juego.
Conclusión:
Kingdom Come: Deliverance II no es un juego para todo el mundo. Requiere paciencia, atención al detalle y una disposición a sumergirse en un mundo realista y a veces despiadado. Pero para quienes buscan una experiencia RPG que se salga de lo común, con una narrativa adulta, una ambientación históricamente precisa y sistemas de juego profundamente satisfactorios, esta secuela es una joya.
Warhorse Studios ha demostrado que el compromiso con una visión clara y ambiciosa da frutos. Deliverance II no solo supera a su predecesor, sino que se establece como uno de los mejores RPG medievales jamás creados.
