Reseña – Dancing Pandas: Ranger’s Path (Steam)

Introducción

Después de tantas aventuras de acción o con historias densas de larga duración, siempre es bueno regocijarse en algo simple y relajante. No todo en el mundo de los juegos se trata de complejidad. Eso es lo que nos trae el estudio Bonus Stage Publishing con Dancing Pandas: Ranger’s Path, una aventura que nos llevará a explorar una gran isla con el objetivo de convertirnos en un valiente guardabosques.

Ahora, simpleza no significa que un juego no pueda ser juzgado, y en No Somos Ñoños ya lo hemos probado.

Primer día como guardabosques

Dancing Pandas: Ranger’s Path es un juego de exploración y aventuras donde encarnaremos a un joven panda llamado Mico, quien inicia su viaje para convertirse en guardabosques. El problema: es una persona tímida y cobarde, y no se siente capaz de cumplir con el rol, a diferencia de su abuela, quien espera que su nieto tome su lugar. Esta aventura nos llevará a buscar a nuestra desaparecida abuela para que nos enseñe a convertirnos en un digno guardabosques.

El juego nos invita a explorar una vasta isla llena de personajes mientras realizamos misiones para ayudar al bienestar de los habitantes. Dancing Pandas: Ranger’s Path nos desafía a completar misiones poco a poco para reunir corazones que representan la valentía de Mico. A medida que los reunimos, se habilitan nuevas zonas de la isla o se desbloquean diálogos que nos ayudan a avanzar.

Dancing Pandas: Ranger’s Path es simple pero divertido

Hay que ser directos: Dancing Pandas: Ranger’s Path es un juego dirigido a niños. Su historia y jugabilidad están ajustadas para ese público. Dicho esto, creemos que las enseñanzas y moralejas que transmite están bien ilustradas. A veces nos preocupamos demasiado por la complejidad en la narrativa, pero contar una historia sobre cómo alguien supera sus miedos es más que suficiente, especialmente cuando la jugabilidad y la narrativa se complementan bien.

Iremos explorando la isla de forma completamente libre, básicamente es un sandbox interactivo. La mayoría de los personajes nos darán tareas sencillas para conseguir corazones: recoger basura, ayudar a reparar muebles, recuperar algún objeto o rescatar a una persona perdida, todo acorde con nuestro rol de guardabosques. Algunos eventos principales están bloqueados por la cantidad de corazones que tengamos, pero esto no afecta el ritmo del juego. Al contrario, incentiva a completar tareas de forma natural, evitando que se sienta tedioso. Sin darte cuenta, estarás saltando de una tarea a otra, pasando un rato divertido.

El juego complementa las misiones con la recolección de gemas y, poco a poco, obtendremos herramientas como una pala o un hacha para diversificar las tareas. En el tiempo que jugamos Dancing Pandas: Ranger’s Path —y entendiendo que es un juego para niños—, nos entretuvimos bastante. Su simpleza invita a avanzar, aunque incluso para un niño puede llegar a ser demasiado básico.

Un compañero poco útil

Como compañero tendremos una pequeña ave azul cuya habilidad nos permite rastrear objetos y planear para alcanzar nuevas rutas. A primera vista, parece una buena idea, pero si hablamos de los puntos débiles del juego, la irrelevancia de nuestro compañero es uno de ellos. En la mayoría de las ocasiones, se perderá en el bosque o irá hacia rutas que no podemos alcanzar. En realidad, no sentimos que el planeo sea necesario para avanzar. El juego funcionaría igual sin el ave, ya que su utilidad es mínima.

Un gran carisma visual

Uno de los aspectos más bellos y destacables de Dancing Pandas: Ranger’s Path son sus visuales. Nos sorprendió ver cómo una isla de apariencia sencilla podía ser tan pintoresca. La selección de paletas de colores vibrantes y pasteles en todos los biomas y escenarios es excelente. No está plagado de detalles, pero los elementos existentes son los necesarios para que realmente dé gusto explorar el mundo del juego.

Y…¿Se acabó?

Sin embargo, un punto en contra es su corta duración. Sin darnos cuenta, en menos de dos horas completamos el juego, reuniendo los corazones necesarios para llegar al final y realizando la gran mayoría de misiones.

Claro, quedaron algunas tareas pendientes, pero una vez que se alcanzan los requisitos para el final, pierden relevancia. Agradecemos que no haya contenido de relleno ni se extienda artificialmente la duración con acciones tediosas. Aun así, es decepcionante saber que en una tarde puedes terminarlo y que no hay mayor razón para jugarlo nuevamente.

Conclusión

En conclusión, Dancing Pandas: Ranger’s Path hace las cosas bien. Es un juego simple pero divertido, tanto para un niño que está entrando al mundo de los videojuegos como para alguien que solo busca relajarse sin una gran dificultad. Su mayor atractivo son sus visuales y colores, además de lo adictivo que resulta completar misiones.

Lamentablemente, todo lo positivo se ve opacado por su corta duración. Comprar cualquier juego y terminarlo en menos de dos horas puede ser decepcionante. Además, aunque tiene buenas ideas y es genuinamente entretenido, algunas mecánicas, como la del ave, resultan completamente irrelevantes. Si tienes un niño a tu cuidado, es una opción inofensiva y recomendable. Sin embargo, sugerimos esperar a que baje de precio antes de adquirirlo.

A destacar

-Jugabilidad relajante.

-Efecto visual atractivo.

-Mundo abierto con historia positiva.

A mejorar

-Duración mediocre.

-Mecánicas irrelevantes, como el ave.

-Falta de rejugabilidad.