The Outlast Trials terror y desafíos en compañía.
Agradecemos a Red Barrels Studios por permitirnos una copia de The Outlast Trials, un juego que mantiene lo que nos gusta de la saga y esta vez en coop, aquí nuestra reseña.
La franquicia Outlast ha sido una de las más destacadas en el género de terror en primera persona desde su lanzamiento en 2013, con su enfoque en la supervivencia, el suspenso y la tensión constante. Tras el éxito de sus entregas anteriores, Outlast (2013) y Outlast 2 (2016), la desarrolladora Red Barrels decidió dar un giro a la saga con The Outlast Trials (2023), un título que se aleja de la narrativa individual para ofrecer una experiencia multijugador cooperativa que combina los elementos de horror y supervivencia que definieron la saga, con nuevas mecánicas y un enfoque en la colaboración entre jugadores.
El Contexto y la Premisa del Juego:
En The Outlast Trials, los jugadores se encuentran en el contexto de la Guerra Fría, en una versión distópica de los años 50-60, donde una corporación llamada Murkoff realiza experimentos en seres humanos. En lugar de centrarse en la experiencia de un solo protagonista como en sus entregas anteriores, el juego pone al jugador en el papel de un «conejillo de indias» o «trial subject», alguien que ha sido secuestrado y obligado a participar en los experimentos de la compañía.
Lo más destacado de The Outlast Trials es la posibilidad de jugar en cooperativo, lo que significa que hasta cuatro jugadores pueden unirse para intentar sobrevivir a los horrores que les aguardan en los distintos escenarios del juego. Sin embargo, aunque la premisa se aleja un poco de la historia de los juegos previos, mantiene ese sentimiento de desesperación y claustrofobia al que los fanáticos de la saga ya están acostumbrados. La interacción entre los jugadores es clave, y es necesario coordinarse para superar los diversos retos y obstáculos que la corporación Murkoff les pone en su camino.
Jugabilidad y Mecánicas:
The Outlast Trials conserva muchas de las mecánicas que hicieron famosas las entregas anteriores: el jugador debe escapar de situaciones aterradoras, evitando a los enemigos, resolviendo acertijos y, por supuesto, sobreviviendo con recursos limitados. No hay armas, y la única defensa que los jugadores tienen son sus pies para correr y esconderse. La cámara, que ha sido un ícono de la saga, sigue siendo un elemento crucial del juego, ya que sirve para ver en la oscuridad y capturar evidencia de los horrores que se producen.
Sin embargo, The Outlast Trials introduce una serie de elementos nuevos, especialmente con la inclusión de multijugador cooperativo. Los jugadores deben colaborar para resolver los puzles del entorno, desbloquear puertas y activar mecanismos, lo que fomenta la comunicación constante. Cada jugador tiene la opción de elegir diferentes roles o habilidades, lo que agrega una capa adicional de estrategia al juego. Por ejemplo, algunos personajes pueden ser más rápidos o más sigilosos, mientras que otros tienen habilidades especiales que permiten interactuar con el entorno de maneras distintas.
La variedad de escenarios en The Outlast Trials también es destacable. Cada mapa o fase del juego presenta una serie de desafíos que requieren no solo habilidad individual, sino también un esfuerzo colaborativo. El diseño de los niveles está pensado para fomentar el trabajo en equipo, ya que algunos obstáculos solo pueden ser superados si los jugadores cooperan entre sí.
Uno de los puntos más interesantes es la dinámica de las «trials» o pruebas, en las cuales los jugadores son puestos en situaciones extremas. Las pruebas son complejas y requieren que los jugadores resuelvan puzzles mientras intentan evitar a los enemigos. La sensación de miedo y tensión es constante, y la necesidad de avanzar con cautela y de comunicarse con los demás jugadores se convierte en una mecánica esencial.
El Terror y la Atmósfera:
El elemento de terror sigue siendo el pilar de la saga, y The Outlast Trials no es la excepción. El juego logra mantener esa atmósfera opresiva que tanto caracteriza a los juegos anteriores, pero con un giro interesante: el terror no solo proviene de los enemigos que se encuentran en el mapa, sino también de la constante desconfianza entre los jugadores. Dado que el juego está basado en la cooperación, las dinámicas de equipo son clave para la supervivencia, pero en ocasiones, las tensiones pueden llevar a decisiones egoístas, lo que genera un tipo de terror psicológico único.
Los escenarios están cuidadosamente diseñados para crear una atmósfera de miedo constante. Desde los oscuros pasillos hasta las instalaciones clínicas desmoronadas, todo está diseñado para mantener al jugador en un estado de alerta constante. El diseño de sonido, los efectos visuales y la música contribuyen enormemente a esta sensación de pavor. Los gritos lejanos, los ruidos extraños y la inquietante ambientación son fundamentales para la experiencia de terror que ofrece el juego.
Un aspecto que se ha mejorado notablemente en esta entrega es la inteligencia artificial de los enemigos. Los «experimentos» de Murkoff son grotescos y aterradores, y la forma en que se mueven, reaccionan e interactúan con los jugadores es más impredecible y dinámica que en los juegos anteriores. A menudo, los enemigos pueden sorprender al jugador, lo que aumenta la tensión y la sensación de vulnerabilidad.
Gráficos y Estilo Visual:
Los gráficos de The Outlast Trials son buenos, especialmente cuando se comparan con los juegos anteriores de la saga. El detalle de los escenarios obresalen, con texturas que transmiten la sensación de un mundo decadente y deteriorado. Las instalaciones de Murkoff, los laboratorios y las áreas de pruebas están llenas de detalles macabros, desde manchas de sangre hasta objetos abandonados que contribuyen a la atmósfera general.
El uso de la luz y la sombra es fundamental en el juego, lo que hace que las secuencias de oscuridad sean aún más inquietantes. La iluminación juega un papel crucial en la tensión de las escenas y en la forma en que los jugadores experimentan el miedo, pues muchas veces se ven forzados a navegar por la oscuridad con la ayuda de sus cámaras.
Desafíos y Rejugabilidad:
A pesar de que The Outlast Trials se basa en una premisa cooperativa, los desarrolladores han logrado equilibrar la dificultad para que el juego siga siendo desafiante sin resultar frustrante. Los jugadores deberán enfrentarse a una variedad de enemigos, puzzles y situaciones que requieren habilidad y trabajo en equipo. El diseño de los niveles es lo suficientemente flexible para ofrecer nuevas experiencias cada vez que se juega, ya que los escenarios cambian y las pruebas se presentan de manera aleatoria en cada partida.
El sistema de progresión también está bien implementado, permitiendo que los jugadores desbloqueen nuevas habilidades, personajes y equipo a medida que avanzan en el juego. Esto fomenta la rejugabilidad, ya que cada sesión puede sentirse diferente en función de las decisiones y los roles asumidos por cada jugador.
Conclusión:
The Outlast Trials es una entrega muy acertada dentro de la saga Outlast. La incorporación del multijugador cooperativo le da una nueva dimensión al juego, mientras mantiene todos los elementos que los fans de la serie conocen y aman: terror constante, tensión y una atmósfera opresiva. Aunque el enfoque cooperativo puede parecer un cambio drástico en relación con los títulos anteriores, Red Barrels ha logrado mantener la esencia de lo que hizo grande a Outlast al tiempo que ofrece una experiencia fresca y única.
Es un título que destaca en su género, no solo por su capacidad de generar miedo y suspenso, sino también por cómo logra que los jugadores colaboren entre sí para enfrentar los horrores de Murkoff. En resumen, The Outlast Trials es un juego aterrador, desafiante y adictivo que, sin duda, será una de las experiencias de terror más memorables para los fanáticos del género en los próximos años.
