Reseña: Into the Emberlands (Steam)

Introducción

Este enero salió de su acceso anticipado Into the Emberlands, pasando a su versión 1.0 con nuevo contenido, dinámicas y objetos. Un juego tranquilo que ha sorprendido a muchos jugadores y, en general, tiene buena crítica en la plataforma de Steam. Los juegos de construcción de villa han sido muy populares hoy en día y, ¿cómo no?, ¿dónde más podremos conseguir nuestra casa de ensueño? Tiny Roar hace su apuesta en entregar un ambiente místico a la fórmula e interesantes mecánicas de exploración que hacen que tenga su nivel de estrategia. ¿Tendrá la fuerza para destacar en la biblioteca virtual de Steam? En No Somos Ñoños ya lo hemos probado y te contamos nuestra experiencia.

Desafiando el miasma

Into the Emberlands es una aventura que nos llevará a tierras contaminadas por una espesa niebla conocida como miasma. Muchos exploradores tratan de adentrarse para conseguir recursos, pero la gran mayoría no encuentra el regreso a su hogar. Tú, como el portaluz asignado, recibirás una linterna especial. Tu misión será rescatar a los exploradores perdidos y obtener recursos para el pueblo, de tal forma que éste crezca y poco a poco puedan sobrellevar el miasma.

Podríamos dividir la jugabilidad en dos ejes: la exploración fuera del pueblo y la construcción de este, vía misiones y mandatos. Into the Emberlands nos entrega una dinámica sencilla: tenemos una linterna que nos permitirá avanzar fuera del pueblo; cada paso nos costará combustible, obligándonos a regresar al pueblo para rellenar la linterna. En las afueras tendremos que realizar distintas tareas: obtener materia prima, rescatar aventureros, intercambiar recursos con otros personajes, todo mientras mantenemos nuestra linterna activa.

Into the Emberlands nos llevará a rescatar a gente perdida

Explorar el mundo de Into the Emberlands es bastante divertido. El mundo es vasto, hay diferentes objetos y personajes para interactuar, las misiones escalan gradualmente para que te motives a conocer todos los elementos del juego. Los biomas cambian constantemente y, sinceramente, el juego otorga una atmósfera de tranquilidad que te permite pasar horas jugando sin darte cuenta. Lo único que lamentamos un poco es la velocidad de movimiento de nuestro personaje, que puede ser ostentosamente lento. Entendemos que, por cómo funciona el juego, la velocidad es así, pero en muchas ocasiones hubiéramos deseado un movimiento más expedito.

Aunque resulte sencillo, Into the Emberlands logra con creces hacer que esta dinámica resulte entretenida. La preocupación por el uso de la linterna nos obliga a explorar con estrategia y sin tanto libertinaje, haciendo que el juego no sea un simple paseo. Es más, perder el avance por no administrar la linterna es un gran incentivo para mantenerse atento. Agrega una capa implícita de dificultad sin ser hostigante.

Evoluciona la ciudad

Cada nivel consta de lo siguiente: el pueblo demandará materiales (madera, roca, etc.) y aventureros para construir casas y tiendas. Cuando cumplas con el rango de tareas, expandirás los terrenos del pueblo y así sucesivamente hasta tener prácticamente una ciudad llena de utilidades.

Nos sorprendió por su simpleza y efectividad este elemento, ya que, claro, son misiones clásicas de recolectar objetos, pero las recompensas se sienten sustanciosas. Los talleres, por ejemplo, te permitirán conseguir herramientas o mejorar para explorar mucho más. Podrás obtener un metro para desplazarte a lugares ya explorados, tiendas de intercambios, entre otros. Entonces, al visualizar cómo tu pueblo crece y cómo esa expansión te beneficia para abarcar más terreno, motiva al jugador a simplemente continuar jugando de forma tranquila y sin presiones, y eso lo encontramos como un juego que está bien hecho desde su base.

Un gran sinergia

La exploración y la construcción se complementan perfectamente. Te motiva conocer las afueras para obtener los recursos necesarios para subir de nivel y te interesa cumplir las misiones y expandir el pueblo para tener más recursos y la posibilidad de conocer nuevos biomas. Y lo más importante, no se siente tedioso. Claro, entre niveles, la exigencia de material será mayor, pero entrega un grado de complejidad para que no sea un simple paseo. La estrategia y manejo de recursos es importante en todo momento.

Bello apartado visual y musical

Y como guinda al pastel, la música entrega tonadas relajantes, nada particularmente icónico, pero que se adecúa correctamente con la ambientación o contexto de la historia. Todavía sentimos la presión de la música cuando está a punto de acabarse nuestra linterna y el relajo cuando llegamos al pueblo.

Conclusión

En conclusión, Into the Emberlands es una gran sorpresa de comienzo de año. Definitivamente, construye desde la simplicidad un juego muy entretenido, relajante y hasta un poco adictivo, ya que siempre deseamos avanzar nuestro pueblo constantemente. Es un claro ejemplo de cómo establecer bases sólidas en la jugabilidad puede crear un juego que encanta por su simpleza y, aparte, todo embellecido con una gran calidad visual. Si estás algo saturado de juegos hardcore de gran dificultad o que requieren de mucha concentración, a veces, sentarse a jugar algo relajante como Into the Emberlands es una buena idea. Completamente recomendado.

A destacar

-Simplista pero sumamente entretenido.

-Te incentiva gradualmente a explorar y construir.

-Tiene un apartado visual genuino y bello.

A mejorar

– La velocidad de movimiento es muy lenta.

– Puede pecar de ser fácil de avanzar.