Hemos jugado Minami Lane y nos encantó, aquí te compartimos nuestra reseña.
Desarrolla: Doot, Blibloop, Zakku | Género: Simulador, Gestión, Estrategia |
Distribuye: Doot Tiny Games, Wholesome Games Presents | Clasificación: E |
Jugadores: 1 jugador | Plataforma: Nintendo Switch, Steam |
Estreno: 28 de febrero de 2024 | Idioma: Español, Francés, Alemán (+5) |
Minami Lane, la calle donde los cozy games se encuentra con la gestión
Definitivamente, hay juegos para todos los gustos, pero los de gestión y estrategia suelen tener una audiencia más cerrada. Sin embargo, hay ocasiones en las que ciertos títulos logran traspasar estas barreras, haciéndose más accesibles incluso para quienes apenas se adentran en estos géneros.
Minami Lane es precisamente uno de esos juegos. Aquí, tendrás que gestionar una pequeña comunidad, donde cada decisión cuenta para hacer crecer y mejorar la calle que se te ha confiado. Con un estilo visual encantador, que mezcla lo mejor de la estética japonesa tradicional con un toque de modernidad, y una jugabilidad sencilla pero profundamente satisfactoria, este juego logra atraparnos de una manera que pocos logran.
Con este preámbulo, adentrémonos en el juego…
Un vistazo a la trama y la jugabilidad
La trama de Minami Lane es en su mayoría secundaria, ya que el juego se enfoca principalmente en las mecánicas de gestión y en completar las metas de cada nivel. Durante esta travesía, te acompañará un tanuki llamado Ema, quien, cada cierto tiempo, te asignará la tarea de revitalizar una calle desolada llamada Minami Lane, la cual busca transformarse en una comunidad fuerte y llena de encanto.
Ema nos instruye a mejorar la calidad de vida de los residentes, construyendo tiendas, casas y otros edificios, atendiendo sus deseos y ajustando las instalaciones para que todos se sientan cómodos. Aunque la narrativa no profundiza en quiénes somos como jugadores ni en el propósito detrás de nuestra misión, la simplicidad de la historia no resta encanto en sí misma.
La estructura del juego es sencilla: se nos asignan misiones que deben completarse en un plazo determinado, y cada misión tiene objetivos específicos, con uno opcional. A lo largo de cada nivel, deberemos seleccionar entre diferentes tipos de edificios, como casas para aumentar la población o tiendas para generar ingresos, pero siempre adaptándonos a las necesidades de los residentes. Por ejemplo, si construimos una tienda de ramen, uno de los elementos clave es ajustar la receta las veces que sean necesarias para alinearlo con las preferencias de los clientes ya sean jóvenes o ancianos.
Uno de los aspectos más divertidos y satisfactorios de Minami Lane es que cada acción tiene un impacto directo en la satisfacción de los residentes. A medida que se completan misiones, debemos ir adaptándonos a las sugerencias de los visitantes, quienes dejan comentarios sobre los precios o la calidad de los productos y servicios. La buena gestión de estos elementos se convierte en una especie de rompecabezas, donde se deben tomar decisiones sobre la ubicación de los edificios, sus precios, su decoración y el tipo de productos que tenemos que ofrecer.
Un enfoque accesible y relajante
Uno de los mayores atractivos de Minami Lane es su accesibilidad. A diferencia de otros juegos de gestión, donde podemos sentirnos abrumados por la cantidad de opciones y mecánicas a dominar, Minami Lane presenta un sistema claro y fácil de entender desde el principio, con una curva de aprendizaje progresiva y sencilla de adaptarnos. En lugar de tener que manejar una ciudad completa, gestionaremos una sola calle, lo que hace que las decisiones sean menos complicadas y más fáciles de seguir.
Creatividad y control
Uno de los puntos fuertes de Minami Lane es su sistema de personalización. A medida que avanzas, puedes decidir qué productos se venden en las tiendas y ajustar los precios de los mismos. Por ejemplo, en una tienda de bobba, puedes decidir la cantidad de té, azúcar, crema y tapioca que debe llevar cada tazón. Estos ajustes pueden influir directamente en la satisfacción de los residentes, ya que algunos preferirán más dulzura, mientras que otros preferirán más té, etc…
Esta mecánica agrega una capa interesante de estrategia al juego, ya que debemos encontrar la receta perfecta para cierto grupos de personas, como los jóvenes y los mayores, que tienen gustos distintos.
Cada edificio, además de seleccionarlo según decidamos, puede modificarse a nuestro gusto: la forma del tejado, los colores e incluso hacer mejoras para aumentar el encanto y la satisfacción de nuestra comunidad. Los gráficos son sencillos pero hermosos, y cada personaje tiene, sin duda, un encanto único.
Otro aspecto interesante es el modo sandbox, que nos permite relajarnos aún más, ya que no debemos preocuparnos por cumplir con objetivos, limitaciones de tiempo ni metas. En este modo, podremos construir y diseñar nuestra calle de acuerdo con nuestra creatividad, sin la presión de tener que lograr una puntuación específica o cumplir con los requisitos de la misión. Esto abre la puerta a una experiencia de juego más tranquila y sin restricciones, donde el objetivo principal es crear un entorno agradable y estéticamente atractivo.
Desafíos y limitaciones del juego
Aunque Minami Lane es un juego encantador, también tiene algunas limitaciones que merecen ser mencionadas. Nuestra principal crítica es que es muy corto, con apenas 5 misiones, terminamos el juego en menos de 4 horas.
La sensación es adictiva y nos invita a seguir progresando, pero desafortunadamente es muy limitado. La falta de actualizaciones y DLCs ha hecho que no tengamos otra excusa para regresar. A pesar de que el modo sandbox ofrece algo de contenido adicional, el modo normal de misiones es, sin duda, el corazón del juego.
Además, aunque el sistema de personalización de edificios es atractivo, las opciones son relativamente limitadas. Si bien es posible modificar el aspecto de los edificios mediante contratos que podemos obtener en el edificio de servicio público, sigue siendo algo básico. Por lo tanto, un aumento en las opciones de personalización sería ideal para enriquecer aún más la experiencia de juego.
Conclusión: Un juego adorable, pero breve
En resumen, Minami Lane es un juego encantador y relajante, ideal para aquellos que buscan una experiencia de gestión sin rompernos la cabeza con la presión o complejidad. Su estética japonesa, sus mecánicas de personalización y su enfoque accesible lo convierten en una opción ideal para jugadores que deseen desconectar de juegos más exigentes. Aunque su corta duración y la falta de contenido adicional puedan ser un inconveniente, la experiencia general sigue siendo divertida y satisfactoria.
Para quienes disfrutan de los simuladores de gestión y los ‘cozy games’, Minami Lane es una excelente opción, especialmente si tienes poco presupuesto. Si en el futuro se agregan más niveles, opciones de personalización y misiones, el juego podría convertirse en una propuesta todavía más atractiva. Sin duda, es un título que deja una sensación de dulzura y satisfacción, aunque también un deseo de que hubieran hecho más para explorar.