Agradecemos a Universal Pictures por invitarnos a la función de prensa de Nosferatu, una de las cintas más anticipadas y que inaugurarán el 2025 las salas de cine, aquí nuestra reseña.
Estreno: 01 de enero de 2025 | Género: Terror Gótico |
Duración: 2h 12min | Clasificación: A |
Dirige: Robert Eggers | Distribuidor: Universal Pictures |
Guión: Robert Eggers, Henrik Galeen, Bram Stoker | Título original: Nosferatu |
País: Checoslovaquia, Estados Unidos | Reparto: Bill Skarsgård, Nicholas Hoult, Lily-Rose Depp, Aaron Taylor-Johnson, Emma Corrin, Ralph Ineson, Simon McBurney, Willem Dafoe. |
Nosferatu despierta, y trae una versión fresca y aterradora, de un clásico del terror gótico
Después de 100 años encerrado, alejado de la luz, Nosferatu regresa con una reinvención del clásico de terror de Friedrich Wilhelm Murnau, que marcó el cine gótico de terror y que hoy es un ícono tanto de este género como de la cultura pop (gracias a Bob Esponja).
Recordemos que, en su época, Murnau no contaba con los derechos de la novela Drácula de Bram Stoker, lo que llevó a la creación del personaje del conde Orlok, quien, con su apariencia característica, se convirtió en un símbolo del cine de terror. La historia, aunque inspirada en el libro de Stoker, toma ciertas libertades para adaptarse a las exigencias del cine de la época.
Se dice en el ámbito de la energía que nunca se debe prometer a una persona, objeto o ser que lo amarás eternamente, en esta vida y en las siguientes, ya que quedas atado a él de manera profunda y comienzas una deuda kármica que te perseguirá a lo largo de infinitas reencarnaciones.
Si esto fuera cierto, y haciendo una ligera adaptación, estaríamos ante el argumento central de Nosferatu. En esta historia, conocemos a nuestra protagonista, Ellen Hutter, un personaje que podría ser interpretado por Lily-Rose Depp. Ellen ha sufrido desde niña de una extraña enfermedad que le provoca sueños y alucinaciones inquietantes durante la noche, pero estos cesan cuando conoce a su actual esposo, Thomas Hutter.
Nosferatu de Robert Eggers nos presenta una versión fresca y fascinante del clásico más emblemático del terror gótico. Con una ejecución impecable, mezcla la adaptación de la película muda homónima con la historia de Drácula de Bram Stoker. La trama nos muestra cómo el esposo de la joven, Thomas Hutter, la deja sola para viajar a vender un castillo a un misterioso conde. Durante su viaje, se encuentra con gitanos que lo advierten del peligro que este comprador oculta: un ser que lleva siglos enamorado de la misma mujer, la joven que quedó atrás.
El Conde Orlok y Ellen comparten una conexión psíquica, lo que se manifiesta de manera increíblemente bien lograda. A lo largo de la historia, vemos cómo Ellen se hace presente en momentos clave, cuando el conde y Thomas están a solas. Este vínculo deja claro que, aunque Orlok tiene el poder de controlar, poseer y manipular a Ellen a través de sus sueños, ella también posee la capacidad de dominarlo. Este poder se muestra cuando, por ejemplo, ella interviene para salvar a Thomas de un gran peligro.
Esta situación permite que Hutter despierte a tiempo para escapar del castillo del Conde Orlok y regresar a casa. Su viaje de regreso tarda seis semanas, durante las cuales pierde el conocimiento en varias ocasiones. Es rescatado por un grupo de religiosas que le advierten no solo sobre su grave estado de salud, sino también sobre el peligro que enfrenta: el conde ya lo ha marcado. Las religiosas insisten en que debe quedarse allí para recuperarse, pues “la bestia” (Nosferatu) no puede entrar, pero el deseo de Hutter por regresar con su esposa es tan fuerte que ignora sus advertencias y decide continuar su camino.
Lo que Hutter no sabe es que el Conde Orlok también se encuentra en camino, viajando en un barco como carga especial. Esta parte de la historia me fascinó, especialmente el uso de las cámaras y el manejo de luces durante las escenas del transporte. La tensión crece a medida que se revela el barco en el puerto, llevándonos al borde del asiento. Cada momento en Nosferatu está tan bien ejecutado que te va acercando cada vez más al clímax de la historia.
Sin entrar en demasiados detalles, debo mencionar que una de las escenas de la película hizo que PETA pusiera su atención en la producción, cuestionando el trato, proceso y destino de las 5.000 ratas vivas que, según se informó, fueron utilizadas en una única secuencia. Sí, estas ratas fueron empleadas en una sola escena… y eso nos lleva a imaginar el impacto en el resto de la producción de Nosferatu.
Sin embargo, no solo el trato de las ratas fue lo que preocupó a PETA, sino también las posibles percepciones del público sobre estos animales.
Como Lauren Thomasson comentó, y cito: “En la vida real, no es más probable que una rata dañe o mate a un ser humano que un vampiro, y las falsas representaciones de estos animales como heraldos de la muerte niegan a los espectadores la oportunidad de verlos como los individuos inteligentes, sociales y afectuosos que son. Las únicas ‘plagas’ que deben preocupar a los cinéfilos son los directores que someten a los animales al caos y la confusión de un set de rodaje. PETA anima a todos a ver más allá de estos estereotipos vergonzosos y a dar a las ratas el respeto que se merecen.”
Aunque la película aún no se ha estrenado a nivel internacional, y a pesar de que han pasado 100 años para volver a ver al «padre de los vampiros» en la pantalla grande, ya tiene enemigos a la vista. Esto se debe, en parte, a un comentario del director que encendió las alarmas entre los defensores de los derechos de los animales. En su declaración, el director dijo: «Si las ratas están en primer plano, son reales, y luego se diluyen y se convierten en ratas de CGI en el fondo. Y estaban bien entrenadas. No sabía que las ratas tienen incontinencia, así que el olor es una locura.»
Conclusión:
Nosferatu presenta propuestas muy interesantes, tomando su propio camino sin tratar de imitar las obras en las que se inspira, lo que la convierte en una excelente opción para arrancar este 2025 en la sala de cine. A pesar de eso, podemos estar de acuerdo en algo: si una película genera tanta expectación antes de su estreno, es un buen presagio.
Como alguien que tuvo la oportunidad de verla en su estreno, debo decir que es una obra magnífica. Me transportó al siglo XVIII, a un clásico de clásicos, fusionando el miedo con la esencia del cine de terror como debe ser: sin screamers ni gore innecesarios.