Una noche increíble, donde los pasos prohibidos de Luis Miguel no pudieron faltar
El domingo 8 de diciembre de 2024, nuestro querido Luis Miguel se presentó en la Arena Ciudad de México alrededor de las 9 p.m. Casi al llegar la hora de inicio del show, el recinto se mostraba un poco vacío, pero en un abrir y cerrar de ojos se encontraba completamente lleno para recibir al llamado “Sol de México”.
El concierto comenzó con el lugar totalmente a oscuras, mientras los músicos y coristas se colocaban en su lugar al centro del escenario, listos para arrancar en cuanto el artista principal emergiera desde debajo del escenario. Cuando finalmente lo hizo, portaba un traje negro, camisa blanca y corbata, manteniendo una pose con la cabeza mirando abajo para observar al público al encenderse las luces. Así arrancó con “Será que no me amas”, desatando la emoción y la euforia de todos los asistentes.
Continuamos con “Amor, amor, amor”, “Suave” y “Culpable o no”, en donde el bajo eléctrico y las trompetas se hicieron presentes como instrumentos predominantes en las primeras canciones, siendo parte fundamental durante el resto del concierto. Mientras tanto, un pequeño dron sobrevolaba el recinto para hacer algunas tomas de 360 grados del artista principal, regalando al público una vista diferente a la habitual en las pantallas de un concierto.
“Te necesito”, “Hasta que me olvides” y “Dame” siguieron y se encargaron de mantener al público de pie, mientras los coros, la cerveza alzada y las lágrimas seguían viéndose por todo el recinto, mientras los músicos no paraban de desplegar todo su talento.
Durante la mayor parte del concierto, nuestro artista estuvo en el lado izquierdo del escenario para que los músicos que lo acompañaban esa noche nunca estuvieran detrás de él, sino siempre a un lado, para que todos resaltaran en todo momento, e incluso conviviendo con ellos mientras tocaban sus instrumentos. Por su parte, él cantaba en medio de ellos, manteniendo esa sonrisa característica.
A continuación, presentó algunos popurrís de canciones que tocó a lo largo del concierto, cantando las primeras estrofas y el coro de las mismas, sin descuidar el cambio musical entre ellas, lo que resultó en un gran ensamble al no detenerse entre cada una. Canciones como “Smile” se hicieron presentes, mientras en la pantalla del escenario se proyectaba a Michael Jackson cantando algunas partes en inglés, con Luis Miguel cantando en español, como si estuvieran compartiendo escenario en ese momento.
Sonó “Come Fly With Me”, también con la presencia en pantalla de Frank Sinatra, mientras nuestro “Sol” cantaba también en inglés, caminando por todo el escenario y dándonos un momento de tranquilidad en la noche.
Como si fuera un intermedio, el Mariachi interpretó “Guadalajara” para ir calentando motores en esta etapa del concierto. Los músicos dejaron el escenario para cambiar de lugar con los mariachis, mientras sonaba “La Fiesta del Mariachi”, en la que las trompetas guardaron silencio y el violín se alzó como el sonido principal, acompañado de la voz de cada uno de los mariachis.
Luego, nuestro querido Luis Miguel reapareció con un cambio de vestuario e interpretó una canción que no podía faltar en esta gran noche: “La Bikina”, mientras el mariachi bailaba y cantaba con él, ante los asistentes que seguían de pie, bailando y cantando a todo pulmón, esperando el momento en que sonara “La Media Vuelta”, lo cual sucedió después de unos instantes, acompañada de la característica frase: “¡Mi mariachi!”. Esto demostró una vez más que Luis Miguel no pierde el toque en sus conciertos, a pesar del paso de los años.
Tras la salida del mariachi, Luis Miguel nos regaló otro popurrí con “No me puedes dejar así”, “Palabra de honor” y “La incondicional”, en el que las lágrimas, los coros y el juego de luces estuvieron presentes. Este fue un momento en el que incluso quienes no son fanáticos de “El Sol” se pusieron a cantar, sacando todo el sentimiento al entonar esas canciones que sus madres solían poner a todo volumen.
“Santa Claus llegó a la ciudad” también tuvo un lugar en la lista de canciones, como un guiño a las festividades decembrinas. Sin duda, una canción que muchos fans no esperaban, pero que disfrutaron al máximo.
Al llegar al final, Luis Miguel nos regaló el último compilado de canciones, comenzando con “Ahora te puedes marchar”, “La chica del bikini azul”, “Isabel” y “Cuando calienta el sol”. Se notó un leve cansancio en “El Sol”, pero los asistentes ayudaron a cantar estrofa por estrofa, lo que en algunos momentos dejó sin aliento a nuestro artista.
Juegos de luces, pelotas gigantes entre el público, drones volando por todos lados, pasos prohibidos, sonrisas, gritos y mucho más se hicieron presentes en los últimos minutos de Luis Miguel en el escenario. Sin duda, una prueba de que está a un nivel muy por encima de muchos artistas contemporáneos en cuanto al ensamble, el furor y la emoción que provoca en todos lados, a un nivel que es difícil de explicar.
En definitiva, un show que tanto los fans como aquellos que no son tan fanáticos de Luis Miguel deberían vivir al menos una vez en la vida. Puedes consultar nuestra galería de Instagram dando clic aquí.
Texto y fotos por: Erick Salgado
