Agradecemos a Paramount Pictures por invitarnos a ver en IMAX Gladiador II, aquí te dejamos nuestra reseña.
Estreno: 14 de noviembre de 2024 | Género: Drama |
Duración: 2h 28m | Clasificación: B15 |
Dirige: Ridley Scott | Distribuye: Paramount Pictures |
Guión: David Scarpa | Título original: Gladiator II |
País: Estados Unidos | Elenco: Paul Mescal, Pedro Pascal, Joseph Quinn, Fred Hechinger, Lior Raz, Derek Jacobi, Connie Nielsen, Denzel Washington |
Gladiador II: La secuela que nadie pidió, pero que logró sorprender
El director Ridley Scott regresa al mando con una secuela que, aunque podría considerarse innecesaria, logra sorprender por muchos de sus detalles. Lo mejor de todo es que no recurre excesivamente a la nostalgia para atraer al público. Pero, ¿cómo competir contra Gladiador y superarla? Veamos si Gladiador II logra hacerlo con acción, brutalidad y un festín de sangre.
En la mente de Ridley Scott
En Gladiador II, el director Ridley Scott nos recuerda que no siempre es necesario revolucionar con una historia completamente nueva; a veces, se pueden recuperar joyas del pasado para devolverle la gloria al género de las aventuras históricas. Ya lo había intentado con Napoleón, aunque no tuvo tanto éxito debido a las muchas libertades creativas que se tomó. Hablando de esta última película, el guionista David Scarpa vuelve a trabajar junto a Scott, pero esta vez en Gladiador II. Con esto en mente, no era difícil temer que se tratara de una secuela más del montón.
Gladiador II es una continuación directa de la primera entrega, en la que el actor Paul Mescal interpreta a Lucius, el hijo de Lucilla. A una edad temprana, Lucius se ve obligado a vivir en el exilio para proteger su vida de quienes acechan el trono de Roma. Después de los eventos finales de Gladiador, el porqué y adónde llegó Lucius es algo que descubrirás por ti mismo. Si ya has visto el tráiler, sabrás que contiene grandes spoilers, así que te recomendamos omitir esa parte si prefieres evitar revelaciones.
Un recurso utilizado por Ridley Scott es captar al público desde el inicio con escenas épicas de acción, aunque sin mucho contexto. Así comienza esta nueva aventura, que poco a poco va desarrollando la historia de este nuevo esclavo/gladiador. Sin embargo, debo admitir que el primer tercio de la película parece una repetición de la primera entrega, lo que inicialmente causa cierta decepción. Afortunadamente, la película mejora significativamente en su segundo acto, transformando por completo la narrativa y dándole mayor profundidad a la Roma en decadencia.
Esta vez, exploramos las secuelas dejadas por los eventos de la primera película, con una Roma corrupta y en ruinas, nuevos gobernantes y un insaciable deseo de poder por parte de otros personajes. Paralelamente, se entrelazan historias de amor, venganza y nostalgia. La acción y los combates son abundantes, vistosos y épicamente coreografiados. Ver el Coliseo transformado, con nuevas atracciones, deja claro el presupuesto invertido en la película (se estima que alrededor de 310 millones de dólares), lo cual es evidente en la magnitud de la producción.
Algo que se esperaba de está película era ver a parte del elenco del pasado en está nueva aventura épica, lo cuál es posible gracias a la actriz Connie Nielsen que vuelve a interpretar a Lucilia la hija del emperador Marco Aurelio, recordándonos que no todo se conseguía a través de la fuerza, sino también de conspiraciones, también vuelven otros personajes con su actor y bastantes lugares que te harán pensar en el meme de Leonardo DiCaprio al reconocerlas y que no han cambiado tanto.
Algo que se pudo mejorar…
Los puntos negativos que noté en la película incluyen algunos agujeros de guion, detalles que, aunque tal vez no sean cruciales, habrían ayudado a profundizar en el camino de Hanno/Lucius. Los emperadores, que inicialmente parecen cumplir el rol de villanos, resultan bastante mediocres. Sus actuaciones se sienten sobreactuadas y no queda claro cuál es el papel de cada uno en la trama.
Además, algunas escenas de acción son difíciles de creer, pero para no darte spoilers lo dejamos a tu criterio cuando lo veas. Gladiador II no cae en excesos de nostalgia ni intenta imitar la primera, por el contrario, sigue mostrando de manera efectiva por qué el Imperio Romano tenía que caer.
Actuaciones magistrales
Hay tres actuaciones que realmente se destacan. La primera, por obvias razones, es la de Paul Mescal. No trata de seguir los pasos de Máximo ni de ser una copia exacta del personaje; su interpretación es única. Aunque le falta un poco de la rabia necesaria para que su venganza sea completamente creíble, lo hace muy bien en las coreografías y en las escenas en las que necesita sobresalir.
Luego está Denzel Washington, cuyo personaje evoluciona de principio a fin de manera muy interesante. Aunque siento que aún le falta un ‘plus’ para convertirse en algo verdaderamente inolvidable, logra darle un buen contrapeso a toda la historia con su presencia.
Finalmente, Pedro Pascal, quien, aunque pensé que tendría mayor presencia en pantalla, cumple muy bien como un líder que duda de sus decisiones y de seguir las órdenes del emperador. Gracias a estas tres actuaciones, la película cuenta con una historia llena de contrastes que enriquece la trama.
Fotografía y ambientación
La fotografía, a cargo de John Mathieson (conocido por Logan), impresiona por el nivel de detalle que logra para sumergirnos en una antigua Roma revitalizada. Las escenografías y las coreografías de las calles y edificios, los meticulosos detalles de las máquinas de asedio, el realismo de los navíos utilizados y, sobre todo, el diseño de la indumentaria y las armas a lo largo de la película, son sorprendentes. Como mencionamos, el presupuesto se nota claramente en la calidad visual.
Sin embargo, algunos detalles no me convencieron, como el uso del CGI en ciertas secuencias, especialmente en los animales, que se ven algo artificiales. También se extraña la presencia de Hans Zimmer en la banda sonora; es imposible no recordar el icónico soundtrack de Gladiador, que tenía una mezcla perfecta de temas. En esta secuela, aunque se sigue utilizando el tema principal de la primera película, se incorporan nuevos temas gracias al compositor Harry Gregson-Williams (Prometeo), quien cumple bien en los momentos cruciales.
Conclusión
Gladiador II es una película de aventura histórica épica que cumple con creces su función como secuela, ofreciéndonos grandes secuencias que nos mantienen al borde del asiento, con brutales escenas de combate bien ejecutadas y una historia que no tiene nada que envidiarle a su predecesora. El nivel de nostalgia está perfectamente equilibrado, evitando caer en la tentación de explotar excesivamente la grandeza de la película original. En su lugar, nos presenta sucesos posteriores que nunca habríamos imaginado.
La película cuenta con grandes personajes y momentos memorables, pero, a pesar de su espectacularidad y el alto presupuesto, no logra superar a la primera entrega. No es para nada mala, y aunque podría considerarse innecesaria, preferimos decir que no lo es, ya que profundiza más en el mundo de Roma y logra sorprender.