Tiempo aproximado de lectura: 6 minutos

Distribuye: Team 17

Desarrolla: Sole Survivor Games

Género: simulación, gestión

Jugadores: 1 jugador

Fecha de lanzamiento: 3 de noviembre de 2022

Juégalo en: Steam

Introducción

Team 17 no se detiene este año, ya que prácticamente cada mes nos ha traído alguna novedad de desarrolladores independientes digna de jugar. Ahora es el turno de Sole Survivor Games con su más nuevo proyecto, Honey, I Joined a Cult para ser puesto a prueba y en No Somos Ñoños nos pusimos en el rol de crear nuestra “organización” y te contamos nuestra experiencia en este simulador y gestión.

Comenzando desde cero

Honey, I Joined a Cult es un juego de gestión y simulación en el cual seremos el líder de un culto en busca de difundir nuestra palabra en toda la ciudad y ganar dinero e influencia en el proceso. El juego empieza con nuestra última estafa siendo cerrada por la policía local, pero logramos escapar a tiempo con capital suficiente para un segundo intento.

Reseña - Honey, I Joined a Cult (Steam) 1

El juego es una aproximación simplificada de los juegos de construcción como Sim City o Evil Genius 2, tendremos que administrar un terreno pequeño mientras reclutamos seguidores para nuestro culto. Crear las salas apropiadas para el diario vivir, gestionar a tus seguidores en sus horarios y labores, mandar a gente a misiones a las afueras de la ciudad y convencer poco a poco a la ciudadanía de seguir tus creencias.

Buen tutorial

Honey, I Joined a Cult nos enseña apropiadamente todas las mecánicas centrales que debemos manejar a lo largo de los días (de juego) para mantener todo en orden. Su tutorial es progresivo, entregando pequeñas piezas de información mientras desbloqueamos nuevas funciones. Logra enseñar sin ralentizar el juego y en muy poco tiempo te entrega la libertad de manejar las instalaciones a tu voluntad.

Reseña - Honey, I Joined a Cult (Steam) 2

Las habitaciones se fraccionan por utilidad, desde dormitorios, cocina, sala de operaciones o lugares recreativos para ganar dinero. Esto ayuda a que gestionar las salas sea más eficiente y eso es positivo considerando que hay una gran variedad de lugares que crear. Tienes que organizar todo de tal manera que sirva para tres cometidos: mantener a tus seguidores felices, obtener ganancias de posibles reclutas y establecer patrones de horario laborales para la mantención del lugar.

Los diferentes roles de Honey, I Joined a Cult

Hay tres NPC principales: el líder, los seguidores y los reclutas. El líder aparte de ser parte de las tareas diarias del lugar tendrá las habilidades para potenciar los ánimos de tu séquito y crear proyectos para mejorar las instalaciones.

Los seguidores son nuestro personajes principales, son quienes realizarán la gran mayoría de las tareas del lugar, pero también deberás mantenerlos contentos con instalaciones decentes, comida, entretención, higiene y organización laboral son algunos aspectos a tener en cuenta para retenerlos, de lo contrario, correrás el riesgo de que renuncien y difamen a tu culto.

Honey, I Joined a Cult

Cada uno de ellos tiene características personales que deberás tener en cuenta a la hora de mejorar sus ánimos. Desde tener un espacio laboral amplio, hasta detalles minuciosos como dormir a solas, odiar los lugares con alfombra, etc. A la par, nuestros personajes podrán subir de nivel y mejorar parámetros como la inteligencia, capacidad de venta o similares que ayudarán a la eficacia del individuo en cuestión en su día a día y también influirán en el éxito de misiones externas.

Obten dinero y nuevos participantes

Los reclutas son aquellos personajes que están interesados en tus creencias y deberás convencerlos de ingresar formalmente. A primeras, gracias a tus salas de actividades, podrás obtener ingresos económicos y seguir creciendo. Luego de un tiempo tendrás la opción de invitarlos a tu culto, descubrirás sus cualidades y particularidades y deberás determinar si es un miembro digno. Mientras avances irás consiguiendo personajes con mejores aptitudes.

Reseña - Honey, I Joined a Cult (Steam) 3

Además de dinero, tendremos que preocuparnos de otros parámetros. Los puntos de investigación te ayudarán a mejorar salas y obtener habilidades pasivas, la fe aparte de ser importante para mantener a tus reclutas establecidos en el sitio servirá para crear proyectos secundarios. Que esté fraccionado es algo positivo ya que ayudará a crear estas gestiones de forma más cómoda e intuitiva.

Cuidado con las protestas

El nivel de presión es una mecánica que estipula qué opina la ciudad sobre ti y qué medidas tomarán en contra tuya. Si descuidas el nivel de presión comenzarán las protestas e incluso la policía podría comenzar a investigarte. Esto ayuda a que el juego no resulte tan sencillo y no podamos hacer todas las investigaciones de golpe (ya que levantaría sospechas), regula el progreso del juego para que no sea tan abrumante y no es un factor tedioso que moleste en la experiencia.

Reseña - Honey, I Joined a Cult (Steam) 4

Sencillo, pero efectivo

Gráficamente el juego es sencillo pero agradable, un estilo caricaturesco que nos recuerda al webcomic Cyanide and Happiness. Es colorido, pero en general no muestra algo a destacar visualmente, no es creativo, los inmuebles o la estructuración tampoco entrega algo destacable, el juego cumple, sí, pero la innovación visual también es un aspecto relevante (y no hablamos de calidad gráfica o de texturización, sino de ofrecer algo creativo al proyecto).

Reseña - Honey, I Joined a Cult (Steam) 5

Facil de gestionar todo

Debemos destacar que, Honey, I Joined a Cult, sabe ofrecer una interfaz óptima para jugar, pese a tener muchas mecánicas y parámetros a tener cuenta (horario, dinero, felicidad de reclutas, etc.), está ordenado de tal forma que resulta intuitivo hacer todas las acciones durante la jornada. El tiempo por día que entrega también es lo suficientemente preciso para realizar las tareas diarias sin sentirse bajo presión.

Reseña - Honey, I Joined a Cult (Steam) 6

Al final del día, la rejugabilidad en estos títulos es lo que importa y, en verdad, Honey, I Joined a Cult también cumple en enganchar lo suficiente para estar horas gestionando tu culto y divertirte en el proceso. Hay diferentes temáticas de culto para motivar una nueva partida y en realidad, si es que te logras enganchar con el juego, puedes pasar horas gestionando tus instalaciones sin aburrirte.

Conclusión

Honey, I Joined a Cult es una versión sencilla y simplificada de los juegos de simulación como tal, en el buen sentido de la palabra, tiene la complejidad suficiente sin ser algo agobiante de manejar para primerizos. De hecho, nuestra recomendación es justamente para jugadores que han sentido alguna vez curiosidad por títulos de simulación ya que tiene lo suficiente para ser entretenido para tardes de ocio.

Reseña - Honey, I Joined a Cult (Steam) 7