Jeff Hardy y la tragedia de más de 10 años
Hace once años vimos uno de los más vergonzosos momentos de la industria de la lucha americana en uno de los pago por evento de Impact Wrestling, donde estaba pautada una lucha entre Jeff Hardy y la leyenda del ring, Sting, todos los fans se emocionaron al ver a dos leyendas en un combate que parecía que sólo sucedería en los sueños de los tele espectadores.
Lamentablemente no ocurrió nada memorable que se pueda considerar agradable, dicho combate es catalogado como uno de los peores desastres del entretenimiento deportivo. No por culpa de Sting o por la propia Impact, sino por las adicciones de Hardy que lo han llevado en un sube y baja de malos ratos en su carrera, no es de extrañar que muchos colegas no quieran trabajar con el llamado «enigma» tras conocerse su irresponsabilidad al subir al cuadrilítero.
No fue la primera vez en que el carismático luchador ha avergonzado a sus empleadores y a su familia, ya van varias veces que rompe las políticas de anti drogas, además de ser arrestado y víctima de los excesos que le han traído consecuencias nada agradables a su reputación.
Los fans siguen apoyando a Jeff Hardy, pero llega un punto en que sus acciones no son justificables debido a que se le han dado más de una oportunidad, incluyendo el acceso a las mejores clínicas de rehabilitación y apoyo para su familia, cosas que el atleta ha rechazado siempre. Su hermano Matt, ha sacado la cara por él al defender a su hermano menor, inclusive criticó a WWE por despedirlo e insistir en que Jeff tiene que ir si o si a rehabilitación.
Lamentablemente ahora nuevamente vemos como no importan las justificaciones, pretextos, críticas a empresas ajenas, y su debut en AEW, la realidad es que el menor de los Hardy Boyz sigue en picada, se dio a conocer que fue arrestado la madrugada del 13 de junio al manejar en estado de ebriedad (y posiblemente con consumo de drogas).