Meiko Nishikado «Gochiso-San»: La «tonta santa», heroína japonesa de los años 40’s
La televisión y el cine nos han dado una considerable cantidad de mujeres fuertes que han inspirado a la audiencia quien conecta con sus historias, ejemplos notables son Wonder Woman, Peggy Carter, Black Widow y en la animación jóvenes como Mirabel, Mein Li Lee, etc.
Sin embargo son personajes que no puedes comparar con la vida real, tienen súper poderes, habilidades fuera de lo común, ventajas sobre humanas o equipos que hacen tener una sensación de falsedad en esa fortaleza que Disney, Marvel, DC o más empresas occidentales nos quieren recalcar en sus proyectos.
Japón no quiere quedarse atrás en darle al mundo historias que nos lleven a sentir amor más allá del romance, la sexualidad y sobre todo de reflejarnos en personajes que son maravillosos sin depender de poderes o transformaciones. El día de hoy hablaremos de Meiko Nishikado, interpretada por la hermosa Anne Watanabe.
La chica nacida en una familia de chefs en Tokio Japón en el año de 1905 nos va contando la historia de su vida, siendo narrada por su fallecida abuela Tora Uno, Gochiso- San es la frase que escucharemos a lo largo de toda la novela, una forma de agradecer por la comida además de ser el apodo de Meiko. Conforme pasan los años vemos su crecimiento y amor por la comida, gochiso san se convertirá en el don y «maldición» de nuestra protagonista, pero al conocer a Yutaro Nishikado, un estudiante de arquitectura, aprenderá que la comida no es sólo para saciar nuestro apetito, sino puede alegrar el corazón de quien pase por las peores tragedias.
Gochiso-san no es la típica historia de amor que hemos visto en tantos dramas asiáticos, y en sus 150 episodios puede decirse que la audiencia aprende de la mano con Meiko.
Gochiso-San: El mejor trabajo de Anne Watanabe y Masahiro Higashide
El talento japonés brilla con los saltos de tiempo de la trama en Gochiso-san, Watanabe y Higashide son dos de los mejores protagonistas que ha dado la televisión japonesa, acompañado de sus co-estelares nos roban el corazón con sus historias y las motivaciones que los empujan a trabajar duro por sus sueños, pero a la vez conocemos sus dudad y miedos que no les permiten perdonas o poner marcha en sus vidas.
Noriko Nishikado es quien sin duda alguna tiene uno de los desarrollos mejor elaborados de todo el programa y quien podría considerar la mujer más importante junto a Meiko. Gochiso-San nos acarrea a ver los diferentes estilos de vida de las mujeres japonesas en los años 20s y 40s, desde las legendarias Geishas, las amas de casa sumisas, las madres amorosas y el comienzo de la vida laboral en los medios de comunicación de varias locutoras.
Es fascinante ver cómo los años les dan sabiduría y madurez a nuestros personajes femeninos, cumpliendo con tareas que son más que demandantes, agregando mujeres como Fuku, la hija de Meiko tuvieron que dar a luz y proteger a sus familias durante la Segunda Guerra Mundial.
Gochiso-San formó parte de la programación del canal 22 de México desde el primero de marzo de 2022 y finalizó el día de hoy 13 de junio de 2022, traído a nuestra tierra azteca gracias a la fundación de Japón en la televisión.
El final de la historia nos da un sabor de alegría con el retorno de Yutaro Nishikado, tras dos años de la rendición de Japón en agosto de 1945, lamentablemente no todo fue miel sobre hojuelas en el matrimonio Nishikado, ya que perdieron a Katsuo, su hijo menor, en un ataque a Pearl Harbor.
Con todo y el dolor de la guerra, Meiko nos enseña que Gochiso-san no es sólo una frase válida para sus compatriotas , al aprender que los estadounidenses y todo ser humano refleja la alegría de su rostro al comer algo delicioso, costumbre de Meiko al cocinar para propios y extraños desde su juventud hasta pasar la segunda guerra mundial.
Definitivamente Japón nos enseñó con la historia protagonizada por Anne Watanabe, que las heroínas puedes venir de cualquier parte del mundo y no necesariamente tienen que ser espías muy inteligentes, amazonas hermosas o pandas rojos para enseñarle a su audiencia el amor por las cosas más cotidianas de la vida como compartir los alimentos con la gente que amamos y en general con el prójimo.
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