Paul Thomas Anderson llega con Licorice Pizza, su nueva película romántica que desafía los estandáres actuales en un ambiente setentero.
«Alana Kane y Gary Valentine inician sus primeros pasos vacilantes en el amor en el Valle de San Fernando, California, en 1973». Esa es la historia que promete y que entrega Licorice Pizza, pero aquí en No Somos Ñoños te daremos la opinión más sincera de esta película sin spoilers.
Sabemos que la pandemia sigue causando estragos en el cine, aún así en la terna de los Oscar 2022 hay candidatas a mejor película y director, siendo Licorice Pizza una de ellas. No es para menos, su punto fuerte con diálogos y actuaciones le hacen destacar si lo comparamos con el resto de películas que han estrenado en el año pasado.
Alana Haim hace el mejor protagónico de la cinta, teniendo buena mancuerna con Cooper Hoffman (su co-protagonista) pero ella es la que se roba las miradas con sus dotes artísticos. Demostrando que tiene el talento necesario para competir en las grandes ligas.
Bradley Cooper es un personaje secundario, realmente su minihistoria no termina de encajar en la película pero el actor usa sus capacidades al máximo de acuerdo a lo que el papel le exige.
El guión elaborado por Paul Thomas Anderson tiene un juego de diálogos bastante interesantes, en el primer acto es donde más sólido y brillante es este elemento. En el último acto se pierde un poco la conectividad pero se mantiene con diálogos de calidad.
Es una película de drama y romance, está totalmente enfocada a la relación de Alana Kane (Alana Haim) y Gary Valentine (Cooper Hoffman), aunque hay subtramas que se sienten inconclusas o no muy bien justificadas siendo innecesarias y relleno. Fácilmente puedes eliminar una o dos de las minihistorias y la película queda igual ahorrándote una hora.
Este mismo hecho hace que la película se sienta larga y esté cerca de ser tediosa pero el buen ritmo y actuaciones hacen que no te duermas y te mantengas viéndola.
El soundtrack y la fotografía son sólidas, no goza de un repertorio musical excelente pero los tiempos son adecuados y en combinación con la estética y fotografía setentera realmente se siente esa vibra vintage y especial de la época.
Tiene buena dirección y definitivamente es de las películas mejor hechas a nivel artístico en este año pero no está exenta de fallos y problemas que pudieron solucionarse con un poco de modificaciones en el tercer acto.
En conclusión, Licorice Pizza es de las mejores películas románticas en el último año, pero no estamos seguros de que su calidad sea para reconocimientos a nivel internacional y habría que comparar con otros filmes para poder calificar de mejor manera su contenido general.