El shooter Big Drunk Satanic Massacre, la versión cómica de Doom, llega a todas las plataformas.
Desarrollador: Big Way Games Distribuidor: Big Way Games Estreno: 10 de Octubre, 2019.
Género: Shooter, Aventura, Acción
Clasificación: Adolescentes y Adultos
Jugadores: 1.
RESEÑADA PARA ‘PC’
El desarrollador Big Way Games ha lanzado ‘BDSM: Big Drunk Satanic Massacre’ con un cierto tipo de audiencia en mente. Desde el comienzo se tiene el parecido a Doom desde la perspectiva demoníaca. Teniendo el juego un contenido sexual, desnudos, blasfemias, violencia gráfica, etc. Esto debe considerarse en caso de que pueda ofender a algún jugador. De principio a fin, el juego está lleno de referencias de la cultura pop, pero el tiempo y el esfuerzo se habrían gastado mejor haciendo que la jugabilidad sea menos una tarea repetitiva.
Unas diferencias notables sobre BDSM que lo diferencian de Doom es que es un shooter de arriba a abajo junto con un estilo isométrico de itinerancia libre.
La cómica y sangrienta historia de BDSM en el infierno
Desde el fondo del infierno se alza de nuevo el príncipe de las tinieblas, el hijo del diablo llevando el nombre de Lou (Lou-cifer). Un día sale de una taberna de mala muerte para deshacerse de la infestación humana. Un mundo donde se ha llegado a echar a perder su preciado purgatorio. Armado hasta los dientes que va desde pistolas, pasando por escopetas, lanza granadas, rifles de asalto, etc. Iremos pasando de nivel en nivel ambientados en el infierno y llenos de enemigos que van a por él.
Al eliminar atacantes estos sueltan dinero que sirve para mejorar las diferentes armas que existen en el juego. De la misma manera, las habilidades especiales pueden ser mejoradas. Su principal habilidad especial es un rayo de luz que puede ser activado cuando hemos aniquilado varios enemigos, aunque su duración es corta. Tiene una potencia considerable y sirve mucho cuando nos vemos abrumados por la cantidad de enemigos en pantalla.
Big Drunk Satanic Massacre y su ambientación al shooter
Otro punto importante Big Drunk Satanic Massacre es su humor, siendo un poco negro, y sus referencias nuevamente hacia Doom, o corporaciones de la vida real nos sacarán muchas risas. Los NPCs con los que hablaremos tienen líneas bastante irrisorias, siendo sencillamente irreverentes y llenas de realidad en el mundo ficticio.
Siendo un juego de disparos se siente bien. Podemos apuntar y disparar con los joysticks que usamos para mandos en una jugabilidad twin-stick shooter. La dificultad es cosa de gusto, pues hay muchos modos que van desde lo muy simple. Llega a tener hasta una versión más complicada, donde es más probable morir que salir con vida del escenario. Aunque, el sistema de checkpoint hace un buen trabajo en llevarnos de vuelta a un lugar cercano si llegamos a morir en seguida.
Lamentablemente cuando utilizas mucha potencia de fuego que llena la pantalla de combates, suele saturarse un poco. Algunos combates llegan a ser muy repetitivos, viéndose demasiado flujo de disparos. Haces mucho daño, pero visualmente no obtienes muchos buenos resultados, por lo que a veces todo se siente bastante decepcionante. Esto no es ayudado por el sistema de nivel del personaje que realmente carece de fuerza y no hace un buen trabajo al hacerte sentir que vas mejorando por muchas veces te mejoras tus habilidades.
Hay una buena cantidad variada de enemigos que hay, y los jefes finales de cada nivel no vienen exentos de conversaciones vacilones que causan gracia, aunque la dificultad tampoco es compleja al luchar contra estos jefes en cuestión.
Los numerosos escenarios del infierno
Big Drunk Satanic Massacre se desarrolla en cuatro capítulos, pero todos se sienten muy parecidos entre sí, y al principio no se disfruta del juego. Conforme avanzamos, al final llegamos a divertirnos con él. Comprende bien en ser un subgénero lleno de asesinos y si no tienes el flash gráfico de una Nex Machina o el excelente diseño de nivel de un Jydge. En ese entonces te queda un juego que se siente claramente promedio. De hecho, el diseño del nivel es definitivamente preocupante que, consiste principalmente en encontrar estatuas que actúen como claves.
Pero los diseños son tan malos que casi parecen generados aleatoriamente con combinaciones de teclas o estatuas. Les hará parecer tenerlo corriendo de un lado a otro en el mapa en francamente aburrido y sin sentir muy diferente cada área.
Los niveles son bastante variados, aunque el tema de hacer un juego en el infierno hace que se torne muy oscuro y rojo cada escenario. En general, estos constan de áreas tipo calabozos donde nos vamos abriendo paso por cuartos y pasillos.
Algunas veces podremos usar el entorno en nuestro favor al hacer explotar barriles explosivos que hay por doquier. Además, deberemos tener cuidado con elementos que causan daño, siendo parte del entorno de cada escenario como sierras giratorias en el suelo o picos que salen del suelo.
Conclusión
BDSM: Big Drunk Satanic Massacre es un juego corto, puede tardar entre 5 horas si vamos volando por los niveles. El juego podría llegar a ser también de unos 6 si nos tomamos el tiempo con las pequeñas misiones secundarias. Algunos se quejan de que el precio ($18 USD) es muy alto para un título con sus características, y pues, tienen razón. Aunque no deja de ser divertido con momentos muy buenos, mientras liberamos el infierno de la desgracia en la que se ha sumido.