THe Legend of Zelda, Tears of the Kingdom

Reseña: ‘The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom’, el cielo no es el límite para la creatividad

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The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom tenía todo para demostrar que podía ser una buena secuela, pero decidió mejor demostrar que podía ser uno de los mejores juegos de la historia.

Agradecemos a Nintendo la copia para reseña de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom.

A primera vista, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom pareciera ser más una extensión de Breath of the Wild, pero conforme pasan las horas (y horas) descubriendo los misterios de Hyrule, encontrando a los condenados Koroks, rompiendo espadas cada 2 segundos y hablando con los carismáticos personajes, te darás cuenta que Tears es mucho más de lo que promete en un principio.

Comencemos por el principio, Tears of the Kingdom toma lugar poco después de los eventos de Breath of the Wild, Calamidad Ganon ha sido derrotado, el reino de Hyrule vive en paz y todo es felicidad. Y como tú y Zelda no tienen nada mejor que hacer, se ponen a explorar en las profundidades des del castillo, donde encuentran restos de la civilización fundadora de Hyrule, los Zonai, además de una momia misteriosamente sellada… Y como, de nuevo, no tienes nada que hacer, rompes el sello (por accidente) y esta se despierta para comenzar los eventos del juego.

The Legend of Zelda Tears of the Kingdom

Todo esto sirve también de justificación para aplicarte “una Metroid”, quitándote todas tus ventajas del juego anterior para dejarte con un mero taparrabos y una rama para salvar al mundo (literalmente).

Esto es la mera introducción del juego, pues a partir de aquí el mundo se convierte en tu caja de arena, literalmente. Y gracias a tu nuevo brazo biónico proporcionado por un MUY cambiado Rauru (el barbón que se convierte en buhó en The Legend of Zelda: Ocarina of Time), recibirás nuevas habilidades que pondrán a prueba tu creatividad.   

The Legend of Zelda Tears of the Kingdom

El mundo es patio de juegos…

Y estas son justamente las dos palabras claves que rigen a The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, libertad y creatividad. ¿Quieres explorar esa montaña que se ve a lo lejos? ¡Hazlo! ¿Te encontraste con un puzzle gigante? ¡Resuélvelo como tú quieras y puedas! Y aunque parezca que te puedas perder por horas explorando la región (que si es posible), todo esto tiene un propósito, te guía la ansía de conocer el misterio detrás de la desaparición de Zelda, de encontrar las lágrimas que te cuentan más del pasado de Hyrule, el juego te crea una pasión increíble por este mundo y por querer salvar a todos sus habitantes.

The Legend of Zelda Tears of the Kingdom

Pero ten cuidado, esta travesía no es fácil, tu resistencia y vida son muy bajas al principio, tus armas se romperán a cada rato y todo te va a querer matar cada dos segundos… Y algunos pueden hacerlo en menos de ese tiempo, por lo que vas a tener que combinar tus habilidades de construcción y pelea, o si no, no vas a durar mucho aquí.

Y tal como pasó en The Legend of Zelda: Ocarina of Time y Majora’s Mask, este juego mantiene muchas mecánicas y personajes del anterior juego, unos ya crecieron inclusive. Por lo que si te encariñaste mucho con el primer juego, te vas a poner feliz cuando veas lo que han hecho en este tiempo.

Reseña: 'The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom', el cielo no es el límite para la creatividad 1

Aparte del uso de la Ultramano, la exploración se expande a los aires y a un tercer mapa misterioso, por lo que deberás crear vehículos para todo tipo de terreno, y cuando llevas horas batallando para llegar a un punto específico y recuerdas cómo usar tu Ultramano, o te agarras combinando ramas y piedras para crear un puente, se siente tremendamente satisfactorio.

The Legend of Zelda Tears of the Kingdom
Sé que hay métodos más creativos… Pero esto me funcionó y punto.

Lo malo…

Esto no quiere decir que es un juego perfecto, no, es notable que a la consola a veces le cuesta cargar todo el contenido (y se sobrecalienta mucho si es de los Switch originales), el juego no te permite cambiar de idioma si no cambias la consola de región, lo cual es terrible para los que queremos escucharlo en ingles pero leerlo en español, además de que muchas texturas se ven obsoletas, aun cuando The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom no sea un juego que presuma de texturas Ultra 4K para enfocarse en un estilo más artístico, pero ya cuando les tomas screenshot se notan estas “plastas poligonales”.

Entre otras cosas sigue siendo confuso el mapeado de control, a veces aventamos nuestra espada por error, en otras confundimos el escudo con el arco, y ni hablemos de que sentimos que la mecánica de la resistencia se siente como algo que no debió regresar para esta secuela. Pero todo esto no interrumpe el disfrutar el juego, y se perdona tomando en cuenta que ya estamos hablando de una consola que ya supera los 7 años en el mercado.

The Legend of Zelda Tears of the Kingdom
Por más estético que sea el arte, a vece si se siente incómodo a la vista.

Los detalles negativos se sienten tamaño hormiga comparado con todo el amor que Nintendo le puso a The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, y este es un juego que sabe explotar al máximo los recursos con los que cuenta.

Venga esa ultramano.

La verdad podríamos pasar horas explicándote lo que vivimos usando la ultramano en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, y creemos que esta experiencia es un 10% de lo que el Internet ha demostrado que se puede lograr con ella, pues las herramientas de fusión, retroceso en el tiempo, escalada rápida y demás te permitirán explorar como nunca estas tierras.

Si has estado pendiente al Internet, habrás visto como la gente ha demostrado que no hay límites en la construcción, y la verdad no sabemos a qué demonio de Minecraft y cemento Cruz Azul inventaron para lograr construcciones que desafían a las leyes naturales, porque nosotros solo hemos podido usarlas en su nivel básico.

Acá te dejamos un bonito recopilatorio de nuestros fails:

Y justamente esto es algo que aplaudimos a Nintendo, el juego te recompensa tanto si eres muy creativo o muy cavernícola como nosotros, pues sea construyendo un robot o un puente con palitos, puedes lograr tus objetivos de la forma en que tu quieras.

Conclusión de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom.

Vamos a intentar ser lo más objetivos con The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, pues es fácil caer en el mood de “obra maestra, 100 de 10”, pero también es fácil que parezca que le bajamos puntos por querer vistas en la reseña.

Si, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es una experiencia singular, que fácilmente se pudo conformar con ser “la secuela de Breath of the Wild”, pero en su lugar, decidió convertirse en una versión mejorada de un juego que ya de por si parecía perfecto.

No dudamos que Tears of the Kingdom sea un fuerte contendiente o inclusive ganador de más de un “juego del año”, y cuando recordemos años en el futuro al Nintendo Switch, este será uno de los juegos que va a tener que aparecer, si o si, en todas las listas de sus mejores juegos.

The Legend of Zelda Tears of the Kingdom

Pero también debemos decirte que el apartado gráfico sufre por estar en una consola que ya le cuesta un poco satisfacer las necesidades del jugador. Sí, hemos visto joyas visuales como Fire Emblem: Engage o Xenoblade 3 que utilizan su arte para crear mundos coloridos pero limitados, pero al ser The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom un mundo abierto tan ambicioso y enorme, era obvio que este apartado iba a sufrir de una u otra forma.

Pero de nuevo, los gráficos no hacen al juego, y el nuevo Zelda demuestra que no hay mayor ambición que la libertad, y no hay mayor límite que el que tu creatividad te permita. Pero recuerda que siempre, por más difícil que parezca el camino, Link siempre va a encontrar la forma de superarse a sí mismo y ofrecer su mejor esfuerzo para convertirse en leyenda, y The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es una leyenda viviente dentro de la industria.

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom ya está disponible de forma exclusiva en el Nintendo Switch.

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